Periodismo

Maria Ressa, la voz incómoda del periodismo en Filipinas que Duterte no logra callar

La reportera ha sido reconocida con el premio de la Unesco a la Libertad de Prensa/Guillermo Cano por sus investigaciones sobre la corrupción del poder en su país

La periodista filipina Maria Ressa
La periodista filipina Maria RessaROLEX DELA PENAAgencia EFE

El periodismo independiente fue una de las muchas víctimas del narco en Colombia durante el reinado de Pablo Escobaren los ochenta. Uno de los periodistas señeros y osados que denunció los crímenes de jefe del cartel de Medellín fue Guillermo Cano, director del diario El Espectador, asesinado en 1986 por sicarios del narcotráfico. La figura de este periodista fue rescatada por la Unesco en 1997 para dar nombre al Premio Mundial de Libertad de Prensa Unesco/Guillermo Cano, que en la edición de 2021 ha recaído en la periodista de investigación filipina Maria Ressa, quien con sus artículos ha puesto en aprietos al Gobierno del presidente filipino Rodrigo Duterte.

El jurado ha destacado en Ressa su “inquebrantable lucha por la libertad de expresión”, que la sitúa como “un ejemplo para muchos periodistas de todo el mundo”. La ganadora fundó el portal de noticias Rappler, que ha publicado exclusivas sobre la corrupción en su país y también sobre la brutal estrategia de Duterte para combatir el tráfico de drogas y la inseguridad en el país mediante ejecuciones extrajudiciales de miles de personas por su presunta vinculación con bandas criminales, una política de Estado criticada por grupos de derechos humanos. Diversas estimaciones calculan que se ha matado a más de 30.000 personas en la guerra contra el narco.

La voz incómoda de Ressa ha pasado por diversos medios en treinta años de trayectoria, como la CNN en Asia y la cadena ABS-CBN. También ha participado en numerosas iniciativas internacionales para promover la libertad de prensa. En 2018 fue declarada por la revista Time persona del año. También ha sido nominada al Premio Nobel de la Paz por su periodismo valiente y esencial. Pero el reconocimiento internacional no le ha librado de la campaña de odio que hay en su contra en las redes sociales, 90 amenazas cada hora en Facebook. El propio Duterte ha definido al portal Rappler como fuente de “noticias falsas”. La periodista asegura ser blanco de una campaña masiva de desinformación liderada por el gobierno del presidente filipino con el objetivo de desacreditar sus reportajes.

Ressa ha sido detenida por las autoridades diez veces en los últimos dos años y ha enfrentado situaciones de acoso y persecución. También ha sido acusada de ciberdifamación por un artículo sobre la corrupción en el mundo de los jueces filipinos. Ahora se encuentra en libertad bajo fianza a la espera de la apelación por este caso que podría condenarla a seis años de cárcel.

Su portal Rappler ha sido objeto de múltiples investigaciones, cargos de fraude fiscal y la revocación de su licencia por parte de las autoridades filipinas. El abogado de la periodista filipina asegura que su caso recuerda a la intimidación que enfrentó la también periodista de investigación maltesa Daphne Caruana Galizia antes de su asesinato en 2017.

Con Duterte en el poder, Filipinas ha empeorado su clasificación en el Índice Mundial de Libertad de Prensa de Reporteros sin Fronteras (RSF), situado en el puesto 136 de 180.