Pandemia

Grecia abre sus puertas al turismo con muchas interrogantes

Los griegos pueden volver a viajar a sus casas de veraneo o visitar a sus familiares en los pueblos

Una vista del templo del Partenón
Una vista del templo del PartenónVASSILIS TRIANDAFYLLOUREUTERS

Grecia ha levantado este viernes las limitaciones a la movilidad y ha abierto sus puertas al turismo, con perspectivas todavía muy inciertas para lo que constituye el motor de la economía del país, pero con el sueño de no ver repetido el “annus horribilis” 2020. Para los griegos el cambio quizás más importante es que pueden volver a viajar a sus casas de veraneo o visitar a sus familiares en los pueblos, pues desde hoy desaparece la prohibición de desplazarse entre regiones. Quien lo haga en coche no debe tomar medidas de seguridad adicionales, si bien el Gobierno recomienda que antes de emprender el viaje se hagan pruebas rápidas o caseras.

Vacuna o PCR

Para los desplazamientos hacia las islas en ferri -pueden operar con una ocupación máxima del 85 %- o en avión es obligatorio tanto para nacionales como para turistas presentar alguna de las siguientes opciones: certificado de vacunación, obtenido 14 días después de la segunda dosis; prueba PCR negativa realizada 72 horas antes del viaje; prueba rápida o casera efectuada 24 horas antes, o un certificado de que se ha superado la enfermedad y que será válido desde dos hasta nueve meses después de padecerla. El certificado se obtiene en la plataforma self-testing.gov.gr, en el caso de las pruebas caseras, o en los centros de diagnóstico públicos o privados donde se hayan realizado.

Incertidumbre

Una de las metas principales del levantamiento de restricciones (reabren también museos y el comercio sin trabas salvo por limitación de clientes por metro cuadrado) ha sido poder reabrir el turismo, el motor principal de la economía griega pues genera entre el 25 y el 30 por ciento de su producto interior bruto. Según datos del Banco de Grecia, los ingresos por viajes en 2020 ascendieron a 4.300 millones de euros, una caída nada menos que del 76,2% en comparación con 2019. Las llegadas se redujeron en un 78,2 % hasta los 7,4 millones de viajeros. Hay que decir que 2019 fue el mejor año en la historia del turismo griego.

Vista la serie de incertidumbres que todavía definen el panorama en medio de una tercera ola persistente en todos los países, los responsables de las organizaciones turísticas parten de que la temporada se regirá por los viajes de última hora, mientras que el Gobierno no se aventura a hacer previsiones, aunque sí espera que la temporada no sea tan nefasta como la del año pasado. El Ejecutivo ha prometido reiteradamente que la apertura al turismo se efectúa tomando todas las cautelas posibles y sin apenas riesgos.

En una entrevista con Efe, el ministro de Turismo, Jaris Theojaris, recalcaba este jueves que hay varios estudios relevantes - de la Universidad de Yale (R.Unido) y del Instituto Robert Koch (Alemania)- que han demostrado que el turismo comporta un “riesgo bajo” de propagación en comparación con otros factores.

¿Seguridad en las islas?

El caso es que de momento la incidencia acumulada actual en Grecia sigue siendo muy elevada -de casi 270 a 14 días y de 162 a 7 días por cada 100.000 habitantes- y la presión sobre el precario sistema de salud pública sigue siendo muy elevado. En las últimas semanas las cifras de contagios se han estabilizado ligeramente, pero siguen superando con creces los 2.000 casos diarios, en un país con cerca de once millones de habitantes. Dentro de todo los expertos sanitarios ven signos positivos en el hecho de que en las últimas semanas las altas hospitalarias han empezado a superar los ingresos.

Con todo, el Gobierno del conservador Kyriakos Mitsotakis sostiene que Grecia está bien equipada para ofrecer seguridad al turismo, porque ha creado un “cortafuegos” en las islas, al haber lanzado una campaña de vacunación horizontal que, asegura, llevará a que a finales de junio estarán vacunados todos sus habitantes. Las islas son precisamente el eslabón más débil de la salud pública helena, pues la atención hospitalaria allí es mucho más precaria.

Por ese motivo, el Ejecutivo optó por crear para ellas un operativo de vacunación distinto, horizontal y sin distinción de edad: ha inmunizado ya a la población de las más pequeñas, espera concluirlo a finales de mayo en las medianas, y a finales de junio en las que superan los 100.000 habitantes. Esto significa que para cuando empiece a arrancar la temporada alta, estarán previsiblemente vacunados todos los insulares. Mientras tanto, sin embargo, el riesgo sigue allí. EFECOM