Disturbios
Colombia cumple un mes de protestas sin encontrar una salida a la crisis
Los bloqueos y la inestabilidad política impiden el normal funcionamiento del país. La dramática situación que se vive ha llevado a Colombia a un limbo
Las protestas siguen imparables en Colombia, donde los llamamientos del pueblo han servido también como telón para que grupos de revoltosos comentan actos de vandalismo. En medio de ese panorama, la política aprovecha para arreciar sus luchas, como la que este jueves se ha visto en el Senado del país donde la oposición impulsó una moción de censura contra el ministro de la Defensa, Diego Molano, a quien se le ha señalado como el principal responsable por la respuesta de la Fuerza Pública a las manifestaciones. Hasta la fecha, la Fiscalía registra 43 personas muertas desde el 28 de abril, 17 relacionadas directamente con las manifestaciones, y 129 desaparecidos. Organizaciones sociales hablan de más muertos.
Molano, que apenas cumple cuatro meses en el cargo, se ha convertido así en el cuarto ministro de Iván Duque y su tercero de la cartera de Defensa al que le tramitan moción de censura. Las comparecencias del pasado lunes, en las que se le acusó de desconocer los derechos humanos y permitir tanto la represión como la criminalización de la protesta, resultaron en la votación de la plenaria del Senado que ayer ratificó al funcionario frente a su despacho, con 69 votos por el no y 31 por el sí.
Con el Centro Democrático, Partido Conservador, la U, Cambio Radical, cristianos y la mayoría de los liberales, Molano superó el primer traspié dentro del Legislativo como ministro. Ahora le resta esperar el resultado de la votación de la moción de censura en la cámara de diputados, donde se espera también salga favorecido la próxima semana. La oposición, que sabía contar sus posibilidades, admitía que una censura legislativa no se podría obtener pero sí una dada por “la historia”.
Por su parte, el líder de la oposición política de Colombia, Gustavo Petro, quien es señalado por los aliados del gobierno de Iván Duque como el principal atizador de los conflictos callejeros, acusó al Presidente de prolongar el paro nacional porque supuestamente el Ejecutivo “se beneficia de la violencia que hay en medio de las protestas” y así sacar ventaja electoral. En el país latinoamericanoo están pautadas unas elecciones presidenciales en 2022.
Protestas y vandalismo
Mientras en el ámbito político se señalan culpas, en las calles continúa la zozobra. El jueves amaneció la capital, Bogotá, con las heridas de una noche violenta. Luego de una jornada protagonizada por sindicatos, jóvenes, maestros e indígenas con llamamientos cívicos, comenzaron los disturbios. Hubo enfrentamientos en zonas de la ciudad que dejaron al menos 100 personas lesionadas, entre policías y civiles.
En cinco sectores de Bogotá se vivieron disturbios entre la policía y grupos opositores, con gases lacrimógenos y bombas aturdidoras frente a piedras y pirotecnia, desde la noche y hasta pasada la medianoche cuando la Secretaría de Gobierno de la Alcaldía intervino con comisiones de diálogo y paz. Decenas de personas resultaron detenidas por atacar a las autoridades, a autobuses y a propiedades privadas.
El secretario de gobierno, Luis Ernesto Gómez, dijo que “por actos de violencia absurda contra el patrimonio público, la Policía de Bogotá interviene en estos momentos en el Portal de las Américas para restablecer el orden público. ¿Alguien cree que esto es protesta?”. Agregó que “mientras un pequeño grupo de vándalos ataca el Supercade de las Américas, por el ingreso vehicular del Portal, otros jóvenes que protestan pacíficamente dejan claro que ellos no los representan y rechazan cualquier hecho violento”.
Según el último balance de la Cruz Roja de Bogotá, hasta la madrugada del jueves el personal médico atendió a 139 personas; 134 civiles y 5 policías, cuya integridad se vio afectada en medio de las manifestaciones en Bogotá. Los heridos fueron tratados principalmente por infecciones en ojos y vías respiratorias, heridas en cabeza, rostro o alguna de sus extremidades, traumas, entre otras.
La alcaldesa de Bogotá, Claudia López, entregó un informe a Juliette de Rivero, representante de la alta comisionada para los derechos humanos de Naciones Unidas, Michelle Bachelet, con cifras que dan cuenta de la magnitud del impacto de las marchas y los desmanes en esa capital. Según el documento, en el último mes van 380 policías heridos, 17 de gravedad, y 361 civiles heridos, cinco de ellos en delicado estado de salud.
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