Naciones Unidas

Biden ratifica que no pondrá fin al embargo con Cuba

El presidente deja claro que la dictadura cubana no es una de sus prioridades y vota ante la ONU igual que su antecesor Trump

Fotografía del 20 de junio que muestra a dos personas que caminan frente a un cartel contra el bloqueo de Estados Unidos a la isla
Fotografía del 20 de junio que muestra a dos personas que caminan frente a un cartel contra el bloqueo de Estados Unidos a la islaEFE/Yander ZamoraEFE

La Asamblea General de la ONU volvió a demandar este miércoles el fin del embargo estadounidense contra Cuba con la aprobación de una resolución a la que únicamente se opusieron Estados Unidos e Israel.

Tras un año de pausa por la pandemia, Cuba volvió a llevar ante Naciones Unidas su habitual denuncia del embargo, que desde 1992 se viene aprobando anualmente con un respaldo abrumador de la comunidad internacional.

En esta ocasión, el texto salió adelante con 184 votos a favor, dos en contra (EE UU e Israel) y tres abstenciones (Colombia, Ucrania y Emiratos Árabes Unidos).

Para el polémico presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, la votación en la ONU fue una “contundente victoria”. En su perfil de Twitter, el mandatario cubano indicó que “el discurso imperial cínico, mentiroso y calumnioso es tan inmoral, descarado y obsoleto como lo es el criminal bloqueo”. Díaz-Canel aseveró que “el mundo está con Cuba”.

La votación de la resolución fue la primera con el demócrata Joe Biden al frente del Gobierno estadounidense, pero ello no cambió el voto negativo de Washington.

En 2016, con la Administración de Barack Obama, en la que Biden era vicepresidente, EE UU se abstuvo por primera vez, permitiendo que el texto saliese adelante sin oposición en un momento de acercamiento con La Habana.

Tras la llegada al poder de Donald Trump, Estados Unidos volvió a su tradicional rechazo de esta resolución, que por ahora Biden ha optado por mantener.

La nueva Administración estadounidense ha dejado claro que retomar el acercamiento con Cuba no es una de sus prioridades, a pesar de que se ha comprometido a revisar las medidas impuestas por la Administración Trump, en especial la de incluir a la isla en la lista de países patrocinadores del terrorismo.

Hoy, la delegación de EE UU defendió que las sanciones son una “herramienta legítima” de política exterior y subrayó su apoyo a la lucha por la “libertad” de los cubanos.

En 2019, la última vez que se había votado este llamamiento, el texto había recibido el apoyo de 187 de los 193 Estados miembros, pero con un voto en contra más, el de Brasil, que en esta ocasión no se pronunció.

España vota en contra

Mientras, decenas de países y de grupos regionales tomaron la palabra para denunciar el embargo y mostrar su solidaridad con Cuba.

La Unión Europea, cuyos miembros, entre ellos España, apoyaron de forma unánime la resolución, subrayó el daño que el embargo causa a la situación económica de Cuba y el impacto que ello tiene en el bienestar de los cubanos.

En su presentación de la resolución, el canciller cubano, Bruno Rodríguez, acusó a Estados Unidos de haber aprovechado la pandemia de la covid-19 para aumentar la presión sobre su país.

“El Gobierno de Estados Unidos asumió el virus como aliado en su despiadada guerra no convencional, recrudeció de manera deliberada y oportunista el bloqueo económico, comercial y financiero; y provocó al país pérdidas récord por alrededor de 5.000 millones de dólares”, señaló Rodríguez ante la Asamblea General.

En total, La Habana asegura que el embargo causó el año pasado 9.157 millones en pérdidas al país, con diferencia la cifra más alta denunciada hasta ahora por las autoridades cubanas desde que se impusieron las sanciones hace casi seis décadas.

En los últimos meses, el Ejecutivo cubano ha llevado a cabo una intensa campaña para denunciar el embargo, endurecido por el ex presidente Trump con nuevas sanciones durante su reciente mandato de cuatro años.

En un intento de ahogar la economía de Cuba, Trump estableció medidas para dificultar aún más sus transacciones económicas y la llegada de turistas estadounidenses y, además, incluyó al país caribeño en la lista de patrocinadores del terrorismo.

El Gobierno de Joe Biden, mientras, ha prometido revisar estas acciones, pero por ahora ha dejado claro que no ve la cuestión cubana como una prioridad.

En la reunión de hoy, la delegación estadounidense defendió que las sanciones son una “herramienta legítima” de política exterior y subrayó su apoyo a la lucha por la “libertad” de los cubanos.

Mientras la Asamblea General estaba reunida, un grupo de opositores cubanos se concentró frente a la sede de Naciones Unidas para reclamar la liberación de los presos políticos.