Se celebra en Haití el funeral del presidente Jovenel Moise con un importante despliegue de seguridad

El funeral del fallecido presidente de HaitíJovenel Moise, asesinado el 7 de julio por asaltantes armados que irrumpieron en su vivienda en la capital, Puerto Príncipe, ha arrancado este viernes en la ciudad de Cabo Haitiano, en el norte del país.

Los actos cuentan con un importante despliegue de seguridad y la Policía ha indicado a través de su cuenta en Twitter que el director general del organismo, Léon Charles, “se encuentra en el lugar para garantizar la seguridad y el buen transcurso del funeral del presidente de la República”.

El funeral se ha iniciado un día después de que Cabo Haitiano fuera escenario de tensiones y protestas, en algunas de las cuales se levantaron barricadas, sin que por el momento las autoridades hayan facilitado un balance de posibles víctimas o detenidos, según la agencia haitiana Alter Presse.

Las protestas estuvieron protagonizadas por personas que reclamaron “justicia” tras el asesinato de Moise, después de que el nuevo primer ministro, Ariel Henry, llegara a la ciudad para participar en las exequias. En Cabo Haitiano está también la viuda de Moise, Martine Moise, quien resultó gravemente herida durante el ataque.

Los manifestantes atacaron también a comitivas de funcionarios estatales y diplomáticos, incluso con el lanzamiento de piedras, así como se han acercado a un hotel donde creían que se alojaban otras autoridades, lo que llevó a la Policía a disparar al aire para dispersarlos.

Moise fue tiroteado el pasado 7 de julio por un comando de mercenarios colombianos contratados por una empresa de seguridad de Miami regentada por un venezolano. Un total de 26 personas han sido detenidas, entre ellos una veintena de exmilitares colombianos y dos ciudadanos con nacionalidad haitiana y estadounidense. Tres colombianos más han muerto.

El cuerpo de Moise fue hallado en su dormitorio con heridas de bala en la frente, el pecho, la cadera y el abdomen y con el ojo izquierdo arrancado, una práctica relacionada con el vudú, para evitar que el asesinado te pueda ver desde el otro mundo. EP