Análisis

“Alemania no está menos polarizada que otras sociedades contemporáneas”

El analista Boris Vormann cree que Olaf Scholz, el candidato ganador según las encuestas, se presenta como un neoliberal de centro izquierda que podría virar hacia el progresismo como canciller

Carteles electores de Olaf Scholz (SPD), Annalena Baerbock (verdes) y Armin Laschete (CDU/CSU) en Gelsenkirchen
Carteles electores de Olaf Scholz (SPD), Annalena Baerbock (verdes) y Armin Laschete (CDU/CSU) en GelsenkirchenMartin MeissnerAP

El profesor Boris Vormann, del Departamento de ciencias Políticas de la Universidad Libre de Berlín, cree que una posible victoria en las elecciones generales del 26 de septiembre del Partido Socialdemócrata (SPD) implicará un gobierno de coalición con los Verdes y un tercero, que bien podría ser el partido liberal (FDP) o la “extrema izquierda” de Die Linke.

¿Cree que la mayoría de los alemanes prefieren comenzar una nueva era lejos del merkelismo o preferirían algún tipo de continuidad?

Alemania no está menos polarizada que otras sociedades contemporáneas. Pero si bien hay algunas reacciones extremas al merkelismo en los márgenes políticos, creo que si se postulara para otro mandato, aún podría ser reelegida. Después de todo, las encuestas todavía la clasifican como la política más popular de Alemania con diferencia. Pero no parece claro cuál de los candidatos reales representa realmente la continuidad para beneficiarse de su popularidad. Armin Laschet es de su partido, pero ha adoptado posiciones contrarias varias veces en los últimos meses, particularmente cuando se trataba de criticar las políticas de Merkel en la pandemia. Por el contrario, Olaf Scholz, del SPD, es parte de su gobierno, pero busca posicionarse a su izquierda, particularmente en lo que se refiere a política social y fiscalidad.

¿Las urnas arrojarán un escenario fragmentado? ¿Será necesario un gobierno de coalición y entre qué partidos?

Los Verdes han perdido terreno en las últimas encuestas, pero siguen siendo casi el doble de fuertes en puntos porcentuales que hace cuatro años. Con el partido liberal (FDP) y la AfD (extrema derecha) en torno al 11%, es cierto que hay un panorama relativamente fragmentado. La era de los partidos de centro hegemónicos (SPD y CDU) que podrían gobernar fácilmente con un socio de coalición menor parece haber terminado. Los socialdemócratas lideran actualmente las encuestas y han manifestado su interés en gobernar en coalición con los Verdes. Sin embargo, con toda probabilidad, esto no funcionará sin añadir a un tercero a la coalición: el partido liberal (FDP) o Linke (extrema izquierda). Los socialdemócratas no han indicado qué escenario tomarán por temor a disgustar a una parte de su electorado. Pero una coalición con los Verdes y la izquierda estaría más en línea con el programa del partido y las promesas electorales que con el FDP.

¿Cambiarían mucho las principales políticas alemanas (fiscal, financiera, migratoria, UE) si Olaf Scholz gana las elecciones?

Los debates sobre la UE y la política exterior han estado extrañamente ausentes en las campañas electorales y los debates televisivos. Hay un compromiso generalizado con la UE por parte de los partidos dirigentes, pero los políticos parecen muy conscientes de las tendencias de renacionalización y no parecen querer comprometerse con visiones más cosmopolitas. Lo mismo es válido para las preguntas relacionadas con el tema de la migración, un tema por el que los candidatos han pasado de puntillas. Scholz es en sí mismo un candidato ambivalente. Como joven político, participó activamente en el ala izquierdista de su partido. Como alcalde de Hamburgo, adoptó posiciones mucho más conservadoras y sus reacciones a los disturbios durante la cumbre del G20 de 2017 fueron consideradas por la izquierda como militaristas. Una vez más, en su tiempo como ministro de Finanzas, estuvo involucrado en los procesos sobre la reforma tributaria, y en su campaña ha enfatizado la necesidad fijar un salario mínimo a nivel nacional. Al igual que Joe Biden en EEUU antes de su elección, se presentaba como un neoliberal de centro izquierda. Pero no es del todo improbable que, al igual que Biden antes que él, pueda asumir posiciones más progresistas una vez en el cargo. En buena medida esto dependerá de si su coalición gobernante incluiría al partido liberal o al de izquierda.

¿Cuál es el mayor fracaso de Merkel en sus 16 años de gobierno?

Eso también depende mucho de a quién le preguntes. Por diferentes razones, la extrema derecha y parte de la izquierda argumentarían que su gestión de la llegada de refugiados en 2015 fue su mayor fracaso. Los críticos de la austeridad fiscal, por el contrario, destacarían su reacción a la crisis financiera mundial de 2008. El movimiento Fridays for Future critica su falta de compromiso con la política medioambiental. Si bien muchos criticaron a Merkel en la primera mitad de su presidencia por ser demasiado tímida y no tomar postura sobre muchas preguntas, en la segunda mitad fue criticada exactamente por lo contrario. No obstante, en general parece haber una razón por la que ha estado en el cargo durante 16 años y todavía disfruta de una popularidad inusualmente alta. Creo que parte de la explicación de esto es su falta de narcisismo en la política y su voluntad de adaptarse de forma pragmática ante nuevas situaciones. Hasta 2015, Merkel era básicamente un significante vacío, asociado principalmente con la política fiscal de Schäuble. Después de 2015, sus posiciones sobre la llegada de refugiados y el trumpismo la hicieron parecer el último estandarte de la democracia liberal. Y todavía parece haber mayorías en Alemania a favor de esa visión de la sociedad.