Alemania

Una anciana de 96 años se da a la fuga antes de comparecer en su juicio por ser cómplice del nazismo

La exsecretaria del campo de concentración nazi ya había declarado dos veces como testigo, en 1954 y 1962, acerca de su papel en el campo de concentración de Stutthof

El presidente del tribunal Dominik Gross llega con el juez para el juicio contra la ex secretaria del comandante de las SS de la concentración de Stutthof, de 96 años
El presidente del tribunal Dominik Gross llega con el juez para el juicio contra la ex secretaria del comandante de las SS de la concentración de Stutthof, de 96 añosMARKUS SCHREIBER / POOLAgencia EFE

Una nonagenaria exsecretaria del campo de concentración nazi de Stutthof, en territorio polaco, que debía comparecer hoy ante la justicia por complicidad en asesinato en más de 11.000 casos, se ha dado a la fuga y se encuentra en paradero desconocido.

Según el diario “Bild”, la acusada, Irmgard Furchner, de 96 años y que vive en una residencia de ancianos de Quickborn, en el estado federado de Schleswig-Holstein, en el norte de Alemania, tomó esta mañana un taxi a una estación de metro, tras lo cual se ha perdido su rastro.

La Audiencia Provincial de Itzehoe, donde hoy debía comenzar el juicio, ha dictado una orden de detención contra la nonagenaria, acusada de prestar ayuda en el asesinato sistemático de prisioneros en el campo de Stutthof, donde se desempeñó como taquígrafa y mecanógrafa de la comandancia entre 1943 y 1945.

Furchner ya había declarado dos veces como testigo, en 1954 y 1962, acerca de su papel en el campo de concentración de Stutthof. En 1954 declaró que toda la correspondencia con la oficina central de las SS había pasado por sus manos y que el comandante del campo, Paul-Werner Hoppe, le dictaba diariamente escritos y mensajes de radio.

En su momento aseguró, no obstante, que durante su servicio en el campo, nunca había sido consciente de la maquinaria asesina de la que fueron víctima decenas de miles de personas.

En el campo de concentración de Stutthof, próximo a Gdansk, murieron durante la II Guerra Mundial alrededor de 65.000 prisioneros, entre ellos muchos judíos, principalmente por debilitamiento y enfermedad.

Al menos 200 prisioneros fueron asesinados con ciclón B en la cámara de gas y en el interior de un vagón de tren clausurado y otros 30 de un disparo en la nuca en un lugar secreto ubicado en el crematorio.

En julio de 2020 un exguardia de Stutthof, de 93 años, fue condenado a una pena simbólica de dos años de libertad vigilada por complicidad en asesinato en 5.230 casos, condena que se rige por el código penal aplicable a menores, ya que estaba acusado por hechos que tuvieron lugar cuando tenía 17 años. EFE