¿Por qué el presidente de Bolivia ha cambiado su cúpula militar por tercera vez en menos de un año?

El presidente de Bolivia, Luis Arce, que tomó juramento este lunes a tres miembros del nuevo Alto Mando Militar del país, pidió a sus integrantes subordinación y disciplina para mantener el “honor” de esa institución.

La toma de posesión se realizó en un acto en la Casa Grande del Pueblo, en La Paz (edificio de 29 plantas sede de la Presidencia y otros organismos del país), en el que el mandatario boliviano estuvo acompañado de la ministra de la Presidencia, María Nela Prada, y del ministro de Defensa, Edmundo Novillo.

Integran la nueva cúpula militar boliviana el general Augusto García Lara, nuevo Comandante en Jefe Accidental de las Fuerzas Armadas; el general de Brigada Aérea Teófilo Medina, nuevo Jefe de Estado Mayor Accidental, y el capitán de Navío Francis Enfraín Frank Salazar, nuevo Comandante general Accidental de la Armada.

“Cuando existe subordinación y disciplina en las Fuerzas Armadas, la estabilidad del Gobierno legítimamente constituido está garantizada, pero cuando falta (...) en el Estado y la sociedad pueden reinar el caos y la incertidumbre”, expresó Arce. También señaló que los militares que participaron en el que considera un “golpe de Estado” en 2019 traicionaron la principal enseñanza de esa institución castrense que es “el honor”.

Además pidió a la Justicia del país que actúe con celeridad para que se sancionen a los "malos militares al servicio de autoridades ilegítimas" que reprimieron al pueblo.

Arce dio dos recomendaciones al nuevo Mando Militar, la primera que no "descuiden" sus deberes y disciplina ni en momentos de esparcimiento.

La segunda fue que si algún militar es convocado a declarar por los hechos de 2019 "por un principio moral, por el honor castrense debe allanarse como cualquier ciudadano común y corriente para defenderse" "sin hacer valer ningún cargo o nombramiento".

El nuevo comandante de las Fuerzas Armadas señaló en su discurso que trabajará para garantizar la "soberanía nacional" y la "estabilidad del Gobierno" además de fortalecer la disciplina y manifestó su compromiso para que se haga justicia por los hechos de 2019.

Bolivia vivió una crisis política y social en 2019 tras las elecciones que posteriormente fueron anuladas. El Gobierno boliviano actual considera que la anulación fue un “golpe de Estado” en contra del entonces presidente Evo Morales. EFE