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De la guerra de Irak a apoyar a Obama: La peculiar vida política de Colin Powell

El que fuera secretario de Estado de Estados Unidos durante la Presidencia de George W. Bush ha fallecido a los 84 años tras sufrir complicaciones causadas por la COVID-19

Entre enero de 2001 y enero de 2005, Powell fue secretario de Estado de los Estados Unidos
Entre enero de 2001 y enero de 2005, Powell fue secretario de Estado de los Estados UnidosJ. Scott ApplewhiteAP

El que fuera secretario de Estado de Estados Unidos durante la Presidencia de George W. Bush, Colin Powell, ha fallecido a los 84 años tras sufrir complicaciones causadas por la Covid-19, según ha anunciado este lunes su familia en la red social Facebook. “Hemos perdido a un esposo, padre, abuelo y un gran estadounidense extraordinario y amoroso”, han señalado, antes de precisar que Powell tenía la pauta completa de vacunación contra el coronavirus.

Powell creció en Nueva York y combatió en la guerra de Vietnam tras haber ingresado en el ejército después de graduarse. Hijo de inmigrantes jamaicanos, ocupó su primer puesto político como miembro de la Casa Blanca en 1972. Tras varios años de ascensos, en 1989 asumió el mando de las Fuerzas Armadas.

Entre enero de 2001 y enero de 2005, Powell fue secretario de Estado de los Estados Unidos. Su popularidad se había disparado a nivel nacional debido a la victoria de la coalición militar, que lideraba Estados Unidos, durante la Guerra del Golfo (1990-1991). Incluso, llegó a estar posicionado como favorito a convertirse en presidente estadounidense.

La guerra de Irak manchó su reputación

Pero esa posibilidad de convertirse en el primer presidente afroamericano de la historia de Estados Unidos se esfumó con la llegada de la guerra de Irak. Con un discurso tan famoso como rebatido, el 5 de febrero de 2003, justificó, ante el Consejo de Seguridad de la ONU, que la Administración de George W. Bush intervendría en Irak debido a que el Gobierno de Sadam Hussein poseía armas de destrucción masiva que supondrían una amenaza para el mundo. A día de hoy, ese supuesto armamento nunca ha sido hallado.

“Irak nunca tuvo la menor intención de cumplir con las resoluciones de la ONU”, proclamó el secretario de Estado. “Sadam no se detendrá ante nada hasta que alguien le frene”.

“La cuestión ahora, no es cuánto tiempo estamos dispuestos a conceder a los inspectores para que se vean frustrados por el obstruccionismo iraquí, sino hasta cuándo vamos a soportar el incumplimiento de Irak antes de decir, como Consejo de Seguridad, como Naciones Unidas: basta, basta”, declaraba en 2003.

La comprobación de que las supuestas armas de destrucción masiva no existían malogró su historial diplomático, lo que implicó que no fuera confirmado en el cargo tras la reelección de Bush como presidente. Pese a ser uno de los generales más influyentes de las últimas décadas, Powell vivió uno los momentos más complicados de su carrera aquel día. Posteriormente, reconoció que fue un error y supuso “una mancha” que en su trayectoria política.

“Es una mancha, porque yo fui quien hice esa presentación en nombre de Estados Unidos ante el mundo, y eso será siempre parte de mi carrera”, dijo Powell, en una entrevista concedida a la periodista Barbara Walters, de la cadena de televisión ABC en 2005.

El giro en su política

Aunque perteneciente al partido republicano, se desmarcó en los últimos años de los conservadores. En 2008, Powell mostró públicamente su respaldo a Barack Obama, que sería poco después presidente. El pasado año pidió el voto para el demócrata Joe Biden, e hizo lo mismo en 2016 cuando respaldó la candidatura a la Casa Blanca de la demócrata Hillary Clinton, en vez del republicano Donald Trump.

El general estaba siendo tratado en el centro médico nacional Walter Reed en Bethesda, Maryland, de covid-19, tras contagiarse hace unos días de coronavirus.

Ha recibido numerosos premios y condecoraciones militares en Estados Unidos y otros países, entre las que destacan dos medallas presidenciales por actos en pro de la libertad o la medalla de la ciudadanía otorgada por el presidente. Estaba casado con Alma Vivian (de soltera, Johnson) Powell desde 1962 y con ella tuvo tres hijos, Michael, Linda y Anne.

Algunas de las frases que dejaba para el recuerdo

-“Los buenos líderes delegan y empoderan a los otros libremente, pero prestan atención a los detalles, cada día”.

-“Rodéate de personas que se toman su trabajo en serio, aquellos que trabajan duro y juegan duro”.

-“No hay secretos para lograr el éxito. Este se alcanza preparándose, trabajando arduamente y aprendiendo del fracaso”.

-“No hay que esperar nunca a tener suficientes hechos para estar 100% seguro porque para ese entonces, quizás, sea demasiado tarde”.

-“El optimismo perpetuo es un multiplicador de fuerzas”.

-“Un sueño no se hace realidad mágicamente, se necesita sudor, determinación y trabajo duro”.