Cumbre

El G20 apuesta por el multilateralismo para diseñar “un nuevo modelo económico”

Los miembros del club aprueban el impuesto mínimo global de sociedades del 15%, pero no avanzan en un pacto contra el cambio climático

La cumbre del G20arrancó ayer en Roma con un primer acuerdo sobre la adopción de un impuesto mínimo global de sociedades de al menos el 15%, que ratifica el pacto alcanzado durante la reunión de ministros de Economía y Finanzas celebrada en julio, en el marco de la OCDE.

Los jefes de Estado y de Gobierno de los principales países industrializados y emergentes del planeta firmaron este histórico acuerdo con el objetivo de lograr un sistema tributario más justo que obligue a las multinacionales a pagar impuestos en los países en los que operan. «La diplomacia está remodelando la economía global y otorgando beneficios a la población», declaró el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, uno de los mayores defensores de este mecanismo, que se adoptará en 2023.

«Estamos construyendo juntos un nuevo modelo económico del que el mundo se beneficiará», dijo el primer ministro italiano, Mario Draghi, anfitrión del G20, durante su discurso inaugural en el Centro de Congresos de Roma. El ex presidente del Banco Central Europeo, al frente del Gobierno italiano desde febrero, abrió la cumbre con un llamamiento en defensa del multilateralismo, «la única respuesta posible», subrayó, para afrontar la pandemia, la recuperación económica y luchar contra el cambio climático, los tres temas que marcan la agenda de los líderes del G20. «La pandemia nos ha mantenido separados, como hizo con todos nuestros ciudadanos. E incluso antes, enfrentamos proteccionismo, unilateralismo, nacionalismo. Pero cuanto más nos enfrentamos a todos nuestros desafíos más claro está que el multilateralismo es la mejor respuesta a los problemas de hoy», aseguró Draghi.

Los líderes de las principales economías del mundo celebran este fin de semana la primera cumbre presencial desde que estalló la pandemia con una lista de objetivos ambiciosos, entre los que se encuentran un compromiso para lograr la descarbonización antes de 2050 y un acuerdo para aumentar la distribución de las vacunas contra la covid-19 a los países con menos recursos, que permita vacunar al menos el 70% de la población mundial en 2022.

Según el borrador de las conclusiones actualmente en negociación, al que ha tenido acceso Reuters, los países del G20 se comprometerán a incrementar los esfuerzos para cumplir con el objetivo de limitar a 1,5 grados la subida de la temperatura media, pero del documento quedaría fuera la referencia a 2050 como plazo para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, debido a las reticencias de países como India, Rusia y China, que no están dispuestos a que las medidas contra el cambio climático afecten a su desarrollo económico. Estos dos últimos ni siquiera participan de forma presencial, lo que rebaja las expectativas de que se pueda alcanzar un pacto que sea un punto de inflexión.

El presidente chino, Xi Jinping, que intervino por videoconferencia, hizo un llamamiento para que los países más desarrollados empezaran por dar ejemplo respetando sus compromisos respecto a la reducción de emisiones de carbono, y entendieran «las dificultades y preocupaciones» de los países en vías de desarrollo, a los que deberían proveer de «tecnología y financiación».

El otro gran ausente de esta cumbre, el presidente ruso Vladimir Putin, dio otro tirón de orejas a los miembros del G20, a quienes acusó de un excesivo «proteccionismo» y «competencia injusta», al no reconocer la vacuna rusa contra la covid-19, ya que la Sputnik V está autorizada en 70 países, pero aún no ha sido aprobada por la OMS ni por la Agencia Europea de Medicamentos.

En este sentido, el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, que también participa en la cumbre junto a la presidenta de la Comisión Europea, advirtió que los países más desarrollados tienen «una obligación moral» de compartir vacunas, pero también «un interés económico colectivo». España anunció que donará 50 millones de dosis en el primer trimestre de 2022.

Los desafíos planteados por la pandemia junto a las medidas para frenar el cambio climático, marcan la hoja de ruta de este foro, que supone la puesta de largo internacional de Mario Draghi como primer ministro italiano. El ex presidente del BCE recibió al inicio del plenario a los jefes de Estado y de Gobierno presentes en la cumbre, incluido Pedro Sánchez, que participa en calidad de «invitado permanente» a pesar de que España no pertenece al selecto club. Y en un gesto que fue muy aplaudido, Draghi invitó a la foto de familia a una representación de sanitarios que lucharon en primera línea contra la pandemia en Italia.

La ocasión permitió a Sánchez saludar al presidente de Estados Unidos, Joe Biden, con quien no mantendrá ningún encuentro bilateral este fin de semana, si bien el inquilino de la Casa Blanca invitó al presidente del Gobierno a participar este domingo en un acto sobre las cadenas de suministros organizado al margen del G20. Los países que participan en la cumbre representan más del 80% del PIB mundial, el 60% de la población y un 80% de las emisiones de gases de efecto invernadero. Por eso, el acuerdo al que lleguen este domingo será, según los analistas, un paso adelante definitivo en la lucha contra el calentamiento global o, por el contrario, una oportunidad perdida.