Daniel Ortega

Nicaragua rompe relaciones diplomáticas con Taiwán y las restablece con China

Daniel Ortega, sancionado por Estados Unidos por su deriva autocrática, se acerca a Pekín

Daniel Ortega, en una foto de archivo con la presidenta de Taiwán Tsai Ing-wen
Daniel Ortega, en una foto de archivo con la presidenta de Taiwán Tsai Ing-wenMiguel AlvarezAP

Nicaragua rompió los lazos diplomáticos que mantenía con Taiwán desde 1990 y, acto seguido, los restableció con China, reduciendo a 14 el número de aliados oficiales de la isla, que lamentó el “desprecio” por parte del Gobierno del país centroamericano, encabezado por Daniel Ortega. En la tarde del jueves en Nicaragua, el ministro de Relaciones Exteriores, Denis Moncada, firmó una declaración en la que dijo que su país “rompe a partir de hoy las relaciones diplomáticas con Taiwán y deja de tener cualquier contacto o relación oficial”.

“El Gobierno de la República de Nicaragua declara que reconoce que en el mundo solo existe una sola China. La República Popular China es el único Gobierno legítimo que representa a toda China y Taiwán es parte inalienable del territorio chino”, reza el documento. Así, Nicaragua reconoció el “principio de una sola China” propugnado por Pekín, que contempla que tanto China como Taiwán -separadas ‘de facto’ tras el final de la guerra civil en 1949- son partes de un mismo territorio y que las autoridades que cuentan con legitimidad para gobernarlo son las comunistas.

Precisamente, uno de los requisitos que impone Pekín a cualquier país que desee establecer lazos oficiales con China es cortarlos con Taiwán, isla cuya provincia reclama y que siempre ha considerado una “provincia rebelde” que ha de ser “reunificada” con el resto de la República Popular.

CHINA: “ES LA ELECCIÓN ACERTADA”

Apenas horas después de la declaración de Moncada, China anunció la reanudación de las relaciones diplomáticas con Nicaragua tras una reunión celebrada en la ciudad nororiental de Tianjin, a unos 200 kilómetros de Pekín, entre delegaciones de ambos países. Por la parte nicaragüense, el principal emisario fue Laureano Ortega Murillo, asesor para Inversiones, Comercio y Cooperación Internacional de la Presidencia e hijo del presidente Ortega, mientras que por la china lo fue el viceministro de Exteriores dedicado a asuntos de Latinoamérica y el Caribe, Ma Zhaoxu.

Ambos firmaron un comunicado conjunto en el que se anuncia el “reconocimiento mutuo” y el restablecimiento de relaciones diplomáticas “a nivel de embajadores” a partir de hoy mismo. Tras el encuentro, un portavoz de la Cancillería china afirmó en otro comunicado que la decisión de Managua es “la elección acertada, acorde con la tendencia global y apoyada por el pueblo”.

“China agradece profundamente esta decisión”, prosigue el documento, en el que Pekín se compromete a “trabajar con Nicaragua para fortalecer la cooperación amistosa en diversos ámbitos, con el fin de beneficiarios en ambos países y sus pueblos”.

La decisión de Nicaragua -uno de los tres países más pobres de América- se produce tras anunciar su salida, efectiva en 2023, de la Organización de los Estados Americanos (OEA), organismo que se negó a dar legitimidad democrática a las elecciones del 7 de noviembre, en las que Ortega fue reelegido para un quinto mandato.

EL “DESPRECIO” DE ORTEGA DEJA A TAIWÁN CON 14 ALIADOS

El Ministerio de Asuntos Exteriores de Taiwán lamentó la decisión de Managua y la calificó de un “desprecio” del Gobierno que dirige el antiguo guerrillero sandinista a la “larga amistad” que los unía, marcada por una “exitosa cooperación que beneficiaba a ambos pueblos” . Hasta ahora, la isla era el donante bilateral más importante del país centroamericano, donde financiaba 27 proyectos en áreas de producción de alimentos, cultivos de frutales y cría de cerdos de calidad superior, entre otros, por valor de entre 30 millones y 50 millones de dólares, según datos del Gobierno nicaragüense.

Asimismo, la Cancillería acusó a Pekín de “coaccionar, una vez más, a un aliado diplomático para que rompa sus relaciones con Taiwán” y aseguró que “no cederá ante las presiones de China”. Con esta última ruptura, Taipéi ve cómo el número de países que lo reconocen como Gobierno legítimo queda reducido a 14, entre ellos varios latinoamericanos como Guatemala, Honduras o Paraguay.

El resto de naciones que siguen reconociendo oficialmente a Taiwán son Belice, Haití, San Cristóbal y Nieves, Santa Lucía, San Vicente y las Granadinas, Islas Marshall, Nauru, Tuvalu, Palau, Esuatini y Ciudad del Vaticano.

Aunque los últimos en cortar relaciones con Taiwán en favor de China fueron Islas Salomón y Kiribati, ambos en 2019, en los años anteriores otros países centroamericanos como Panamá o El Salvador también tomaron esa decisión.

Queda todavía por ver si Honduras se une a esa lista, ya que la nueva presidenta electa del país, la izquierdista Xiomara Castro, indicó antes de los comicios que lo haría, aunque en los últimos días uno de sus vicepresidentes, Salvador Nasralla, lo descartó para proteger las relaciones con Estados Unidos, el principal aliado extraoficial de Taipéi.