Opinión

La desavenencia con Europa y la debilidad militar estadounidense no ha hecho más que envalentonar a Vladimir Putin

Un año después de que la Administración Biden asumiera el cargo, los retos a los que se ha enfrentado son inmensos y el público estadounidense espera una tarea hercúlea

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden
El presidente de Estados Unidos, Joe BidenJONATHAN ERNSTREUTERS

Ha pasado un año desde que la Administración del presidente Joe Biden asumió el cargo. Con el aumento de los casos de coronavirus, el estancamiento legislativo del emblemático Plan “Build Back Better”, la inflación y la escalada de las tensiones con Rusia y Ucrania, es difícil sentirse optimista. La campaña de Biden se centró en la competencia en comparación con su predecesor.

La Administración llegó al cargo con un plan de acción contra la pandemia. Se pusieron en marcha las vacunas y en la primavera de 2021 parecía que habíamos doblado la esquina. Sin embargo, las variantes Delta y ómicron del virus pillaron a la Administración por sorpresa. Las pruebas de covid-19 fueron inadecuadas durante las vacaciones y las cifras de contagios sólo están empezando a disminuir en algunas partes del país. El público estadounidense votó para que se pusiera en marcha una política fuerte contra la pandemia, y hasta cierto punto la recibieron, pero la reciente confusión y la falta de test, combinadas con el movimiento anti-vacunas, han hecho que la Administración parezca menos competente.

El estancamiento legislativo de la iniciativa emblemática de Biden, “Build Back Better”, que aborda el cambio climático, sigue sin aprobarse debido a dos senadores recalcitrantes del propio partido de Biden. El aumento de la inflación, que en parte escapa al control de la Administración, también ha dejado al votante estadounidense desilusionado con el Gobierno. La desorganizada retirada de Afganistán en agosto, que demostró la debilidad militar de EE UU y dejó a nuestros aliados europeos cuestionando la determinación de Washington de actuar como un socio, se sumó al descontento del público con la Administración. Esa desavenencia con Europa y la muestra de debilidad militar estadounidense no ha hecho más que envalentonar a Vladimir Putin y su escalada de tropas en la frontera de Ucrania.

El regreso del trumpismo, el populismo y sus tendencias antidemocráticas son una verdadera preocupación, ya que el público estadounidense se siente menos satisfecho con la Administración y el estado del país. Los retos a los que se ha enfrentado la Administración son inmensos y el público estadounidense espera una tarea hercúlea. No está claro si la Administración Biden está a la altura del reto.