Invasión rusa

Una guerra de guerrillas que puede ser la peor pesadilla de Putin

Los ucranianos, ante el potencial del ejército ruso y los avances que, poco a poco, va logrando, terminarán utilizando esta vieja táctica militar inventada por los españoles en tiempos de Napoleón

Dos soldados caminan por una ladera,, en Kiev (Ucrania). Mañana, pueden convertirse en guerrilleros Diego Herrera / Europa Press 02/03/2022
Dos soldados caminan por una ladera,, en Kiev (Ucrania). Mañana, pueden convertirse en guerrilleros Diego Herrera / Europa Press 02/03/2022Diego HerreraEuropa Press

Los ucranianos, si alguien no lo remedia y logra que Putin ponga freno a la invasión de su país, están llamados a practicar la llamada “guerra de guerrillas”; por cierto, un término acuñado y puesto en práctica durante la invasión napoleónica de España y que tan buenos resultados dio.

Se pueden citar muchos ejemplos más o menos recientes, pero como en este caso es Rusia la potencia invasora cabe recordar lo que les ocurrió en Afganistán, de dónde tuvieron que salir tras una humillante derrota por parte de quienes, con el tiempo, formarían, algunos, Al Qaeda que, paradojas de la vida, terminó cometiendo los atentados del 11-S pese al apoyo que habían recibido de los norteamericanos en su lucha contra los soviéticos.

Putin, que no cesa de recordar su paso como gran “pope” del KGB-FSB, debe estar seguro que a él no le va a ocurrir lo mismo, pero los ucranianos le han demostrado que, puestos a defender su tierra, están dispuestos a entregar su vida; y eso es un problema para cualquier invasor.

La guerra de guerrilla beneficia al que conoce el territorio, tiene aliados en cada pueblo y, sobre todo, ha interiorizado la voluntad de vencer a quién a violado el territorio nacional.

Es casi seguro que los responsables militares ucranianos, ante la potencia de la fuerza invasora, planean ya la estrategia de guerrillas y trabajan para tenerlas dispuestas con el fin de actuar en el momento oportuno. De hecho, los rusos se han visto obligados a reconocer sabotajes en su retaguardia en lo que califican actos de “terrorismo”.

Incluso, ya se han escuchado llamamientos a la población en este sentido para que se realicen pequeños sabotajes que permitan frenar el avance ruso, algo tan rudimentario, pero efectivo, como talar árboles o construir barricadas. Sin embargo, ante el avance de los de Putin y el progresivo aislamiento de las grandes capitales y vías de aprovisionamiento, la guerra de guerrillas se convertirá en el arma necesaria para ostigar de forma permanente a un enemigo que, sí, tienen un gran ejército, pero no tan preparado como parecía, hasta el punto de tener que echar mano de sujetos tan sanguinarios, ajenos a cualquier concepción militar convencional, como los chechenos o los mercenarios de la Wagner.

España demostró contra Napoleón que la estrategia de “golpes de mano” tenía la doble efectividad de causar bajas al enemigo y, sobre todo, provocar su desmoralización al tener que luchar contra un “enemigo invisible”. Algo de eso le puede pasar a Putin, porque lo que parece claro es que los ucranianos nunca van a renunciar a su tierra y se van a megar estar de nuevo sojuzgados por un redivivo “Pacto de Varsovia”.

Qué pueden hacer los “guerrileros”. Hay manuales que circulan por ahí, pero en este tipo de conflictos, en los que se cuenta con la ventaja del conocimiento del terreno y el apoyo de la población, lo mejor es, tras estructurar una organización de “comandos”., golpear allí donde sea posible, con el menor riesgo y el mayor daño para el enemigo.

Las próximas semanas definirán cuál va aser el futuro de este conflicto, pero todo parece indicar que Ucrania se va a convertir en un auténtico “avispero” para Putin; el jerarca ruso no puede emplear las viejas tácticas aprendidas en el KGB. Vivimos en la Europa del siglo XXI, dominada por lo transparencia mediática (por mucho que se quiera cercenar) y no son posibles los gulaps ni las chekas. El problema de las guerrillas para un invasor es que, regularmente, envían a su país de origen a soldados en una caja de pino y eso termina calando en la opinión pública propia que termina por no comprender cómo una aparente victoria se convierte en una pesadilla. Una guerrilla, además, que contará con numerosos apoyos económicos y logísticos. Una auténtica guerra de desgaste, con sabotajes, secuestros, atentados, cortes de suministros...¿Quiénes serán en Ucrania los Merino, la Galana, Jua Martín, Francisco Abad o la mismísima Agustina de Aragón? Seguro que ya están designados.