Festival

La relación desconocida entre España y Albania que explica por qué nos votan siempre en Eurovisión

El país balcánico es uno de los países que más votos han dado a nuestro país en los festivales

Cada año, España llega al festival de Eurovisión con la ilusión de conseguir un gran resultado... Aunque no siempre lo cosecha. En los últimos años, nuestro país ha rondado por los últimos puestos. Amaia y Alfred, Miki Núñez, Blas Cantó.... ninguno dieron con la nota correcta.

Cada vez que se celebra el festival, hay algunos países que, por sorpresa o no, votan por la representación española. Portugal o Francia, quizás por cercanía, son algunos de los que más puntos nos dan, pero también Albania.

El 20,83% de puntos que ha recibido España son de Albania, en 8 de las 17 en las que ha participado, el 47,06%. En total, hemos recibido 55 puntos, el 2% de los que ha dado.

Quizás los votos más recordados del país a España son los de Ruth Lorenzo, quien quedaría novena. Solo un territorio le dio los 12 puntos: Albania. Lo cierto es que España es el cuarto país mejor valorado en la historia de Albania en el festiva. Incluso mejor que Italia o Reino Unido.

Para conocer la conexión entre Albania y España habría que mirar el factor de la emigración española de los cincuenta y sesenta. Misma razón por la que otros países se votan entre sí. No obstante, en 1986, Albania era la única nación europea con la que España no mantenía relaciones oficiales.

Pero desde hace siglos atrás, Albania cuenta con una importante amistad con España. Y habría que remontarse hasta el siglo XV para conocerla. Según explica José Manuel Azcona en su libro “La Política Exterior de la Corona de Aragón en los Balcanes (1416-1478). La Albania de Skanderbeg y la guerra contra los turcos”, el gran héroe albanés mantuvo importantes relaciones de vasallaje con el monarca aragonés, Alfonso V.

En 1451, se firmó la alianza por la cual Skanderberg se convertía en vasallo de Alfonso, lo que beneficiaba a ambos: los albaneses recibirían apoyo para continuar la lucha en forma de dinero y tropas y, por su parte, el monarca aragonés podría socavar la supremacia de los venecianos en los Balcanes y el Adriático.

Las relaciones de intereses continuarían tras la muerte de Alfonso en 1458, encarnada en la figura de su sucesor, Fernando. Los descendientes de Skanderberg se trasladaron a los territorio de la corona de Aragón al sur de Italia y recibieron tierras y títulos. Una prueba que demuestra que la alianza fue duradera.