Defensa

Así es el submarino atómico ruso Belgorod, el mayor jamás construido y buque nodriza de los torpedos nucleares Poseidón

Con sus más de 180 metros de eslora y su capacidad para transportar hasta seis de estos sumergibles no tripulados, preocupa a los ejércitos occidentales

Imagen del Belgorod
Imagen del BelgorodLa Razón

Sevmash, la mayor empresa de construcción naval de Rusia con sede en la ciudad báltica de Severodvinsk, anunciaba el pasado mes de julio la ceremonia solemne de firma del certificado de aceptación y la transferencia del submarino de investigación Belgorod a la Armada rusa, de la clase Oscar II.

En una ceremonia solemne, en presencia de la dirección del Ministerio de Defensa de la Federación Rusa, la Armada y otras autoridades, se firmó un certificado de aceptación. En el acto, en el que se izó la bandera de San Andrés, el Comandante en Jefe de la Armada Nikolai Evmenov enfatizó: “Hoy es un día importante para nosotros: la firma del certificado de aceptación del submarino de investigación Belgorod y su transferencia a la flota. Al crear el barco, se aplicaron avances científicos y las últimas tecnologías de construcción utilizando la reserva técnica existente. El submarino “Belgorod” abre nuevas oportunidades para Rusia en la realización de diversos estudios, permite realizar diversas expediciones científicas y operaciones de rescate en las áreas más remotas del Océano Mundial. Este es el resultado del trabajo desinteresado de los constructores navales de JSC “PO” Sevmash “, ingenieros y diseñadores de JSC” Central Design Bureau MT “Rubin”, especialistas de la Armada, trabajadores de empresas aliadas de toda Rusia. La tarea general de construir el submarino Belgorod se ha completado. ¡Deseo a la tripulación un viaje exitoso y siete pies bajo la quilla!”.

 

Y es que la alegría de la Armada de Putin estaba más que justificada pues se trata de un submarino de última tecnología que comenzó a construirse en 2019 y que es el mayor jamás construido: en el proceso de construcción, el casco original, de 154 metros de eslora, se alargó a 184 metros (casi 17 metros más que los SSBN del Proyecto 941, los mayores del mundo hasta ahora) con una manga de 18,2 metros (para hacernos una idea del tamaño, el S-80 español tiene 80,8 metros) y un desplazamiento de hasta 17.000 toneladas en superficie y un máximo de 30.000 sumergido.

Submarino nodriza de los “Poseidón”

En cuanto al armamento, la clave del Belgorod es que está diseñado para para remotamente hasta seis vehículos submarinos no tripulados del tipo Poseidón, llamado el “torpedo del juicio final”, con un alcance de hasta 10.000 kilómetros y capaces de sumergirse a una profundidad de 1 000 metros. Están diseñados además para lanzar ojivas nucleares para la destrucción de la infraestructura costera como una segunda opción de ataque nuclear.

 

En 2016 se oyó hablar por primera vez del Status-6 en los medios de comunicación rusos, que posteriormente fue “bautizado” como “Poseidón”. Se supone que se filtró por error después de que en noviembre de 2015, durante un reunión entre el presidente ruso, Vladimir Putin, y miembros del Ministerio de Defensa de este país, un cámara grabase una de las páginas en las que se hablaba del proyecto.
El torpedo del juicio final, como ya ha empezado a ser conocido, sería una especie de minisubmarino robótico que alcanzaría una velocidad de 100 nudos (unos 185 kilómetros por hora) y tendría un alcance de hasta 10.000 kilómetros, siendo la profundidad máxima de operación de 1.000 metros.
La profundidad puede ser de unos 50 a 100 metros para no ser detectado en el modo de sigilo de baja velocidad. Se prefiere la profundidad baja en modo sigiloso porque las ondas de sonido se mueven hacia el fondo del océano y reducen el radio de detección. Los submarinos utilizan la misma estrategia en modo de funcionamiento silencioso. Tiene entre 1,6 y 2 metros de diámetro y 24 metros de largo.
El Status-6, que podría incluso incorporar cobalto-60, un elemento altamente radioactivo que deja las áreas que contamina inhabitables para el ser humano durante un periodo de hasta 100 años, alcanzaría la costa del país al que vaya dirigido y podría generar un tsunami de 500 metros de altura, de tal modo que podría destruir por completo cualquier ciudad causando una profunda devastación tierra adentro.
El problema añadido es que, mientras que las fuerzas armadas estadounidenses tienen tecnología suficiente para que un sistema antimisiles neutralice una amenaza desde el aire, incluso aunque sea lanzada desde un submarino, en este caso, al tratarse de un arma submarina no tripulada, no existe ningún dispositivo, al menos conocido, ni sistema capaz de “parar” el Status-6.
A diferencia de los misiles balísticos, el torpedo del juicio final no emite señales de advertencia a los enemigos. Además, aunque fuese interceptado en aguas cercanas a la costa del país “objetivo”, su detonación sería lo suficientemente destructiva como para provocar también daños enormes, pues generaría un tsunami en cualquier caso: sería capaz de provocar olas de entre 101 y 228 metros de altura a una distancia de 18,5 kilómetros del epicentro de la explosión.
En enero de 2019, la Armada rusa anunció planes para adquirir al menos 30 de estos vehículos submarinos no tripulados bautizados como Poseidon y un año más tarde el Ministerio de Defensa ruso publicó un video que mostraba un Poseidón siendo lanzado de prueba por un submarino de propósito especial B-90 Sarov.

En cuanto a las armas propiamente dichas, incorpora el estándar para esta clase de submarinos: torpedos, misiles de crucero y minas.

Durante el combate, el Belgorod puede integrar bajo su quilla un pequeño submarino nuclear diseñado para el buceo en aguas profundas. El Belgorod también puede integrar un segundo submarino de rescate en la parte trasera.

La construcción del “Belgorod” se incluyó en el plan de inversión de 2006 del Ministerio de Defensa ruso pero desde entonces no ha hecho más que acumular retrasos: ese mismo año se decidió no incorporarlo a la Armada, pese que estaba completo en un 80%. En 2009 se decidió rediseñarlo y armarlo con los misiles de crucero desarrollados originalmente para los submarinos de la clase Project 885 Yasen. A principios de 2012, el Comandante en Jefe de la Armada rusa, el almirante Vladimir Sergeyevich Vysotsky , declaró que el Belgorod se terminaría como un buque de “proyectos especiales”. El 20 de diciembre de 2012, esta especificación recibió la designación oficial Proyecto 09852. El submarino estaba previsto para su puesta en servicio en la Armada en 2018.
Sin embargo, continuaron los retrasos y finalmente, el 23 de abril de 2019, el “Belgorod” fue puesto a flote. En el transcurso de ese año, el submarino debía completar su equipamiento, las pruebas del reactor nuclear y las pruebas de navegabilidad. En enero de 2021, el director general de Sevmash, Mikhail Budnichenko, declaró que se estaban realizando pruebas aún en el sumergible.
Los planes para poner en servicio el submarino en la Armada rusa en 2020 y para introducir oficialmente el sistema Poseidón en 2021 no se materializaron. El 25 de junio de 2021, el “Belgorod” salió por primera vez del astillero en Severodvinsk, pero aún dentro del periodo de pruebas del propio astillero. A principios de octubre se informó que el submarino había regresado nuevamente al dique seco por razones que no estaban claras.
El K-329 (denominación oficial) Belgorod, finalmente fue entregado a la Armada el pasado 8 de julio y se unirá, según lo previsto, a la 29.ª División de Submarinos, el brazo operativo de la Dirección Principal de Investigación de Aguas Profundas que depende directamente del Ministerio de Defensa ruso.

Según el astillero, el submarino Belgorod fue diseñado por Rubin Central Design Bureau for Marine Engineering y construido por Northern Machine-Building Enterprise JSC. El barco está diseñado para resolver diversos problemas científicos, realizar operaciones de búsqueda y rescate, y también se puede utilizar como vehículo de rescate en aguas profundas y vehículos submarinos deshabitados autónomos.

En junio de 2019, el experto militar estadounidense HI Sutton publicó imágenes satelitales del astillero Sevmash, que muestran el K-329 “Belgorod” junto con el K-549 “Knyaz Vladimir” del proyecto Borey, con el Belgorod visiblemente más largo y ancho.