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Seúl se pega un tiro en su propio pie: un misil surcoreano impacta por error en una de sus bases militares

El proyectil fue disparado como reacción a las “provocaciones” de Corea del Norte, según reconoce Seúl

El riesgo de un “error de cálculo” aumenta considerablemente en el momento en que dos adversarios reaccionan con un impetuoso despliegue de fuerza. Esto mismo ocurrió cuando las fuerzas surcoreanas intentaron tomar represalias contra el lanzamiento de un misil balístico norcoreano hacia Japón el 4 de octubre.

Tal y como ha venido ocurriendo en los últimos años, las fuerzas surcoreanas y estadounidenses respondieron al lanzamiento norcoreano con una salva de misiles balísticos Hyunmoo-2 y MGM-140 ATACMS [por Army Tactical Missile System] respectivamente. Sin embargo, esta operación no se desarrolló según lo previsto.

Un misil Hyunmoo-2, disparado desde la base de Gangneung, en el noreste de Corea del Sur y a sólo 90 km de la Zona Desmilitarizada (DMZ), se estrelló poco después del lanzamiento para luego incendiarse. “El propulsor del misil se prendió fuego, pero su ojiva no explotó”, explicó un funcionario de las fuerzas surcoreanas a la agencia de noticias Yonhap.

La deflagración y el fuego causaron terror y confusión a los habitantes de la ciudad costera de Gangneung, que ya estaban preocupados por los ensayos armamentísticos del país rival, Corea del Norte, cada vez más provocadores. La inquietud de que pudiera tratarse de un ataque norcoreano fue en aumento después de que los militares y las autoridades del gobierno no facilitaran ninguna explicación inmediata sobre la explosión.

El Estado Mayor Conjunto de Corea del Sur afirmó que no hubo víctimas a raíz de la detonación y que cayó en el interior de una base de la fuerza aérea en la periferia. Un accidente que obligó a los militares surcoreanos a pedir disculpas.

El episodio ha provocado peticiones de una investigación exhaustiva. Por su parte, el principal partido de la oposición surcoreana, el Partido Democrático, ha criticado duramente al gobierno del presidente Yoon Suk-yeol, acusándolo de crear un “vacío de seguridad”. Asimismo, el legislador del Partido Democrático Kim Byung-joo -general de cuatro estrellas retirado del Ejército- declaró a la prensa: “Es un fracaso total de la operación y hay un informe de que los militares impidieron que los bomberos enviados al lugar de los hechos extinguieran el fuego”, informó Yonhap.

La prueba del martes fue el primer lanzamiento del Reino Ermitaño de un misil de medio alcance en más de ocho meses. El proyectil fue lanzado en la provincia norteña de Jagang, cerca de la frontera con China. El Mando del Estado Mayor Conjunto de Corea del Sur informó que había detectado el lanzamiento desde Mupyong-ri, en la provincia septentrional de Jagang, realizado a las 7.23 horas locales (00.23 horas en Italia): el misil voló durante unos 4.500 kilómetros, lo que confirma que sobrevoló Japón y alcanzó un apogeo de unos 970 km a una considerable velocidad máxima de Mach 17.

El mismo día, aviones de combate surcoreanos y estadounidenses ya habían realizado ejercicios de ataque de precisión, según Seúl, con dos aviones de combate F-15K surcoreanos lanzando bombas sobre un objetivo virtual en el Mar Amarillo. El portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de EE UU, John Kirby, aseguró que era “para responder a las provocaciones del Norte y asegurarnos de que tenemos las capacidades militares listas”.

En otro intento de responder a las amenazas, el Ejército surcoreano anunció este miércoles que el portaaviones USS Ronald Reagan volverá a las aguas del Mar del Este (nombre que se da al Mar de Japón en las dos Coreas), donde ya realizó maniobras la semana pasada. En esta misma zona, el Ronald Reagan y su grupo de ataque, formado por el crucero antimisiles USS Chancellorsville y el destructor equipado con Aegis USS Barry, realizaron ejercicios de cuatro días con las armadas de Corea del Sur y Japón hasta el pasado viernes.

Desde que el presidente surcoreano asumió el cargo en mayo, Seúl ha perseguido reforzar su alianza militar con Washington en un intento de disuadir con eficacia las provocaciones de Pyongyang. Para ello, ambas potencias retomaron el mes pasado ejercicios militares conjuntos, que habían sido mermados desde 2018, una decisión adoptada por el entonces presidente surcoreano Moon Jae-in y Donald Trump.

Al condenar la racha de pruebas de misiles balísticos de Corea del Norte este año, los altos diplomáticos afectados “reafirmaron que una prueba nuclear de la RPDC se encontraría con una respuesta fuerte y decidida de la comunidad internacional.”

Basándose en un análisis por satélite, Pyongyang ha estado llevando a cabo durante meses actividades de restauración en su complejo nuclear de Yongbyon, lo que se cree que es una preparación para conducir una séptima prueba nuclear. La certeza por el momento parece ser sólo una: el momento de esta temida prueba sigue estando única y  exclusivamente en manos de Kim Jong Un.

Cómo es el misil fallido

El Hyumoo-2 se trata de un misil de producción nacional surcoreana crucial para las estrategias de ataque preventivo y de represalia de Corea del Sur contra el Norte. Algunas versiones del misil son similares a los misiles Iskander de diseño ruso, que forman parte del arsenal de Corea del Norte.

Quien no se equivocó en el lanzamiento de un misil fue Pyongyang, que horas antes había disparado un misil balístico con capacidad nuclear, considerada ya la demostración de armas más provocativa del país desde 2017. Ese misil tiene un alcance capaz de impactar en la isla de Guam, que alberga una de las mayores instalaciones militares mantenidas por Estados Unidos en Asia.

Corea del Norte ha disparado casi 40 misiles balísticos en unos 20 maniobras de lanzamiento diferentes este año, aprovechando la guerra de Rusia contra Ucrania y la profunda división resultante en el Consejo de Seguridad de la ONU para acelerar su desarrollo de armas sin arriesgarse a más sanciones.

Su objetivo es desarrollar un arsenal nuclear de pleno derecho capaz de amenazar a los Estados Unidos continentales y sus aliados mientras gana reconocimiento como estado nuclear y arrebata concesiones a esos países.