Terrorismo
El Estado Islámico anuncia la muerte de su “califa” en combate con los “enemigos de Alá”
El susutituto es un tal Abu al Husein al Huseini al Qurashi, un seudónimo para ocultar la verdadera identidad
El Estado Islámico (Daesh, Isis) ha anunciado esta tarde la muerte de su líder, Abu al Hasan al Qurashi, nombradoel pasado marzo. En un mensaje de audio, de poco más de nueve minutos, difundido por la media Al Furqan, el portavoz de la banda yihadista señala que su sustituto será Abu al Husein al Huseini al Qurashi, “un antiguo muyahidin” (combatientes de la fe) del grupo.
“Lamento anunciar a los musulmanes y a los soldados del califato islámico la muerte del príncipe de los creyentes, Abu Hassan Al Hashemi Al Korashi, durante una batalla donde estaba combatiendo a los enemigos de Alá”, dijo en el audio el portavoz del EI, Abu Omar al Mohajir, el citado portavoz. Ni un detalle de dónde ocurrió ni otras circunstancias.
En un tuit, Hassan Hassan, especialista en movimientos yihadistas, estimó que el cabecilla de Isis ”podría haber muerto accidentalmente durante un ataque o combate sin que quienes lo mataron (estadounidenses, iraquíes o kurdos) supieran que lo han hecho “.
A los expertos les llama la atención lo de la muerte en combate, ya que los cabecillas de los grupos yihadistas raramente se hallan en primera línea y dirigen sus organizaciones criminales desde la clandestinidad.
A este respecto, no se puede descartar ninguna hipótesis, desde una venganza de carácter interno hasta el ataque de un grupo rival, ya que no se tienen noticias de operaciones realizadas por unidades antiterroristas especializadas en la lucha contra el yihadismo.
Recientemente, se habían distribuído mensajes a través de las redes sociales en los que se pedía a los seguidores del Estado Islámico que renovaran su juramento al “califa” ahora fallecido, lo que fue interpretado por sus rivales, Al Qaeda, de que había disensiones internas en Isis.
La actividad criminal de Daesh se centra en las zonas donde se encuentra operativa, ehn especial en el Swahel africano y en Afganistán-Pakistán, Pero su operatividad dista mucho de la alcanzada cuado mantenían el “califato” en Siria-Irak, desde que lanzaron ataques contra países extranjeros, como Francia, Bélgica, Filipinas, Sri Lamka, etcétera. Esta circunstancia habría provocado disensiones internas ya que la repercusión mediática de sus atentados no es la misma.
Los esfuerzos terroristas en el Sahel buscan, precisamente, lograr una “zona de confort” en los territorios de las “tres fronteras” (Níger, Burkina Faso y Mali). con el fin de asentar de nuevo toda su estructura criminal dirigida a “a cciones en el exterior”.
La última información sobre el ahora fallecido fue publicada el pasado junio por el portal informativo turco Odatv, que aseguró que el “califa” había sido detenido en Estambul un mes antes en una operación internacional preparada en secreto, si bien este extremo nunca fue confirmado. En cualquier caso, es la segunda muerte en un año de un líder del Estado Islámico.
El anterior, Abu Ibrahim al Hashimi al Qurashi, murió el 3 de febrero en una operación de las fuerzas especiales de Estados Unidos en una casa de la provincia siria de Idlib, un bastión de la oposición siria en el noroeste del país. Al Qurashi había sido proclamado califa por el Estado Islámico en 2019, tras la muerye de su antecesor, Abu Bakr al Bagdadi, en otra operación estadounidense. Ambos se suicidaron con chalecos bomba.
Desde la muerte de Al Bagdadi, los líderes de Estado Islámico han sido apodados Al Qurashi, en referencia a la tribu de Quraish (o Coraichitas, en español), a la que perteneció el profeta Mahoma, y que los dos últimos líderes han empleado para darse legitimidad.
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