Reino Unido

Sunak cumple cien días al mando de Reino Unido cercado por la corrupción en el drama sin fin de los “tories”

Este domingo, el jefe de Gobierno británico despidió a Nadhim Zahawi, presidente del Partido Conservador, por evasión fiscal

Rishi Sunak marcará esta semana sus primeros 100 días en Downing Street, un hito importante para cualquier líder ya es que cuando los juicios sobre su desempeño en el cargo comienzan a cristalizarse. Fueron los diputados conservadores -y no el electorado- quienes le nombraron como primer ministro el pasado mes de octubre en un intento desesperado por encontrar algo de sosiego tras el caos y psicodrama de Boris Johnson y el terremoto que supuso la fugaz Liz Truss. “Lo aburrido ha vuelto. El nuevo Gobierno tiene la total determinación de tratar de ser lo más aburrido posible”, dijo entonces Michael Gove, una de las voces más influyentes del Gabinete, a modo de elogio.

Pero la política es caprichosa. Y pese al empeño de Sunak por mantener un perfil bajo, el aniversario coincide nuevamente con uno de los momentos más turbulentos para la formación.

El escándalo vuelve a llamar a la puerta después de queNadhim Zahawi fuera despedido ayer como presidente del Partido Conservadordespués de que una investigación realizada por el asesor de ética independiente del primer ministro descubriera que había violado el código ministerial con una cuestión relacionada con asuntos fiscales.

Zahawi llevaba varios días en el punto de mira tras admitir el pasado lunes que, durante su brevísima etapa este verano al frente del ministerio del Tesoro, tuvo que pagar cinco millones de libras (unos 5,6 millones de euros) para liquidar una factura de impuestos relacionada con la venta de acciones de la compañía demoscópica que cofundó en 2000, y que es hoy una de las más relevantes en el Reino Unido: YouGov.

Parte de las acciones (42,5%) estaban a nombre de su padre y eran propiedad de una compañía registrada en Gibraltar bajo el nombre de Balshore Investments. Según la versión que había ofrecido Zahawi, la HMRC [la Hacienda británica] aceptó que su padre tenía derecho a la propiedad de acciones de fundador de YouGov, pero discrepó sobre el modo en que habían sido asignadas. “La conclusión final es que se trató de una negligencia, y no de algo deliberado”, matizó.

Sin embargo, la nueva investigación realizada por el asesor de ética independiente del primer ministro considera que, al no declarar la pesquisa en curso de HMRC antes de julio de 2022, no cumplió con el requisito del código ministerial “de declarar cualquier interés que pudiera dar lugar a un conflicto”.

El gran problema que es, aunque Zahawi hubiera puesto al día sus cuentas con Hacienda, estaba claro que no iba a pasar la prueba de imparcialidad pública. En medio de la gran crisis del costo de vida y después de que el Gobierno haya aumentado los impuestos, el electorado se muestra especialmente implacable con los escándalos relacionados con cuestiones económicas.

Sunak aseguró a principios de este mes a los votantes que los asuntos fiscales del entonces presidente de su partido se habían abordado “en su totalidad”. Pero a medida que iban saliendo a la luz más detalles tuvo que cambiar de discurso. Y todo supone ahora para él un gran revés.

De ahí que, en lugar de darle tiempo para presentar su renuncia, el inquilino de Downing Street optara ayer por un despido fulminante. “Me comprometí a que el Ejecutivo que dirijo tendría integridad, profesionalismo y responsabilidad en todos los niveles”, señala ahora Sunak. Con todo, la polémica plantea ahora grandes dudas sobre el error de juicio del primer ministro. ¿Por qué no actuó antes? Si los asuntos fiscales de Zahawi ya sonaban desde el pasado verano, ¿por qué Sunak le ofreció el puesto de presidente del Partido Conservador en otoño?

La oposición laborista ve ahora todo como una oportunidad para retratar a los “tories” como niños ricos decadentes que siempre tienen que enfrentarse a cuestiones fiscales incómodas. Lo cierto es que el nivel de riqueza que se sienta alrededor de la mesa del gabinete no tiene precedentes: hace diez años, el valor colectivo de los ministros se estimó en 70 millones de libras; hoy es más de diez veces más. La propia familia de la esposa del primer ministro es más rica que la mismísima familia real.

La esperanza en el Número 10 es que, al actuar rápido con el despido de Zahawi, Sunak está demostrando que puede tomar decisiones difíciles cuando sea necesario. Pero el gran problema es que hay demasiados frentes abiertos.

El organismo de control encargado de velar por la integridad de los procesos para designar cargos públicos en el Reino Unido tiene ahora otra investigación en curso para establecer si hubo conflicto de intereses después de haya salido a la luz que el ex premier Boris Johnson nombrara como presidente de la BBC a Richard Sharp, exbanquero de Goldman Sachs, que le ayudó a obtener un préstamo de 800.000 libras mientras era inquilino del Número 10.

Por otro lado, en las próximas semanas empezará otra investigación respecto a las denuncias de “bullying” contra el viceprimer ministro Dominic Raab. En definitiva, en lugar de alejar a los “tories” de un drama sin fin, Sunak podría finalmente ser derribado por la carga tan pesada que acumula ya la formación. Tras más de doce años en el poder, hay claros signos de agotamiento.