Industria militar
Rusia asegura que trabaja en un misil diseñado para destruir portaaviones, el Zmeevik
La prensa rusa afirma que el proyectil “ha sido desarrollado durante mucho tiempo”, por lo que es probable que las pruebas de lanzamiento puedan comenzar de forma inmediata
A estas alturas muchos analistas militares ponen en cuarentena las declaraciones que salen desde Rusia sobre nuevos avances en el desarrollo tecnológico militar. Las autoridades rusas e incluso el propio presidente Vladimir Putinse aventuran cada cierto tiempo a anticipar nuevos misiles y aviones de combate, como el Checkmate, con capacidades nunca vistas. El fracaso ruso en su intento de tomar Kiev durante la invasión de Ucrania y los miles de soldados muertos en combate han puesto en tela de juicio la supuesta superioridad del Ejército de Rusia y la lentitud e ineficacia de su industria armamentística, sometida ahora a férreas sanciones internacionales.
Pese a todo, las Fuerzas Armadas han anunciado esta semana que están desarrollando un nuevo un misil balístico, el Zmeevik, calificado como “asesino de portaaviones” y equipado con combate hipersónico y diseñado para hundir grandes embarcaciones, con un poder de destrucción de 4 kilómetros, según explicó una fuente del Ejército a la agencia de noticias rusa TASS.
La prensa de este país asegura que el misil “ha sido desarrollado durante mucho tiempo”, por lo que es probable que las pruebas de lanzamiento puedan comenzar de forma inmediata. ¿Serán verdaderamente estos misiles una amenaza para los once portaaviones de Estados Unidos o de cualquier otra potencia en un hipotético enfrentamiento militar con Rusia?
Hasta ahora Rusia ha desarrollado varios modelos de misiles hipersónicos. Uno de ellos es el Kinzhal, un misil balístico lanzado desde el aire que, según Rusia, puede cambiar el rumbo en pleno vuelo. Algo de lo que no puede presumir Estados Unidos, que tras varias pruebas fallidas aún se encuentra a un año de poder desplegar un arma hipersónica en combate, algo que sí han conseguido tener tanto Rusia como China. La Marina estadounidense considera que esta brecha tecnológica representa “una asimetría en la guerra que debe abordarse”.
El otro misil anunciado por Putin en un discurso de 2018 es el vehículo aerodinámico Avangard. Al igual que el Kinzhal, ambas armas tienen capacidad nuclear y hacen que las defensas antimisiles estadounidenses sean “inútiles”, tal y como anunció en su día el propio Putin. Según Popular Mechanics, Rusia tiene actualmente diez aviones que pueden transportar Kinzhals con armas nucleares.
Sin embargo, el Avangard es el que supone un gran salto adelante, con un alcance de 3.700 millas, una velocidad máxima de Mach 20 y capacidades de carga útil que asciende a un arma nuclear de dos megatones.
Cómo son el Zmeevik y el Sarmat
Según las primeras informaciones, el Zmeevik tendría un alcance de 4.000 kilómetros y podría entrar en servicio con unidades de misiles costeros de la Armada. Las mismas fuentes sostienen que presenta características parecidas a la de los misiles chinos de clase similar DF-21D y DF-26.
En junio, Putin anunció que se había desarrollado con éxito una prueba del misil estratégico RS-28 Sarmat, también conocida como Satan-2, según la nomenclatura de la OTAN. Este proyectil tiene un alcance de 18.000 kilómetros y una masa al despegue de más de 200 toneladas, con una carga útil de alrededor de 10 toneladas. Su cuerpo, de 35,5 metros de largo y tres metros de diámetros, permite alojar hasta 178 toneladas de combustible líquido. La ojiva es de reentrada múltiple y cuenta con un sistema de guiado individual de cada munición.
Reutov NPO Mashinostroeniya, la empresa que está desarrollando el Zmeevik, es la misma que fabrica el misil hipersónico antibuque Zircon, y los sistema Avangard para misiles balísticos intercontinentales UR-100N UTTKh y Sarmat, y sistemas de misiles costeros Bastion con misiles supersónicos Onyx.
Rusia también ha mostrado un interés especial por armas láser. De momento se conocen dos. La primera es Peresvet , con capacidad de cegar satélites posicionados hasta una distancia de 1.500 kilómetros. La segunda es Zadira, capaz de destruir un objeto colocado a una distancia máxima de 5 kilómetros, quemando un objetivo debido a su impacto térmico. Los primeros prototipos estarían listos para su uso, informa Federico Giuliani en InsideOver.
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