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Curiosidades

'Afronautas': el país de África que quiso ganarle la carrera espacial a Estados Unidos y la Unión Soviétiva

Esta nación trató de ser la primera en alcanzar la Luna, aunque su estrategia fue más que cuestionable

The Afronauts, la novela inspirada en la aventura espacial de Zambia, llega al iPhone y el iPad larazon

En la década de 1960, en plena carrera espacial entre Estados Unidos y la Unión Soviética por ver quién alcanzaba antes a pisar la superficie lunar, una recién independizada nación del centro de África quiso sumarse a la competición. Con más esperanzas que capacidades, un pequeño grupo de ciudadanos participó en el programa de entrenamiento para astronauta más ortodoxo que se ha conocido hasta la fecha.

La Guerra Fría enfrentó a las dos superpotencias mundiales de la época en múltiples ámbitos (militar, deportivo, cultural...), pero una de las mayores aspiraciones fue la 'conquista del espacio'. Este campo requiere, además de colosales inversiones de dinero, la coordinación de los mejores especialistas en campos como la ingeniería, la física o la química.

Sorprende entonces conocer que en 1964 la República de Zambia (anteriormente conocida como 'Rodesia del Norte'), que en aquel momento acababa de conseguir independizarse del Imperio Británico, decidiera sumarse a la competición que existía entre los dos gigantes, a pesar de su humilde situación.

Esta nación africana enfrentaba en sus primeras andaduras como país importantes desafíos, como altas cifras de pobreza, analfabetismo generalizado o falta de infraestructuras. Sin embargo, esto no impidió que Zambia soñara con desarrollar su propio programa espacial, aunque fue demasiado ambicioso para las capacidades técnicas de las que disponían.

'Afronautas': el increíble programa espacial de Zambia

Edward Makuka Nkoloso, maestro de secundaria con formación en ciencias y experiencia como soldado en la Segunda Guerra Mundial, fue el encargado de fundar la 'Zambia National Academy of Science, Space Research and Philosophy' ("Academia nacional de ciencia, investigación espacial y filosofía de Zambia"). Esta institución de nombre grandilocuente se propuso adelantar a EE UU y la URSS en su carrera a nuestro satélite y otros planetas.

En sus atrevida pretensiones, planearon incluso hacer llegar una mujer y un gato a la Luna, para después ampliar la misión y llegar hasta Marte. Sus declaraciones fueron recogidas con incredulidad por la prensa de la época. Para ello reclutaron a un pequeño grupo de 17 pioneros, conocidos como los 'Afronautas'.

Una de las imágenes de la serie gráfica de "Afronautas"Cristina de MiddelCristina de Middel

Una de las figuras más destacadas de la compañía era Matha Mwamba, una joven de 17 años, la seleccionada para pisar por primera ver el satélite terrestre antes incluso que Neil Armstrong. Durante los entrenamientos, los 'Afronauts' realizaban tareas más cercanas a un juego infantil que a un auténtico preparamiento basado en la ciencia aeroespacial.

El profesor Nkoloso hacía a los integrantes del grupo rodar por colinas empinadas metidos en barriles para, según decía, 'simular la ingravidez y el reingreso en la atmósfera'. También los hacía subir a columpios para cortar las cuerdas en pleno vuelo, emulando la caída libre. Muchos de ellos terminaron, como es lógico, con mareos, magulladuras y algún que otro traumatismo, ya que nada tenía que ver este ortodoxo entrenamiento con el de un astronauta real.

El corazón del programa espacial de Zambia era un cohete bautizado como 'D-Kalu 1', que supuestamente medía 10 metro de largo y estaba construido con tambores de cobre y aluminio, materiales abundantes en la región. Su plan de lanzamiento parecía más una broma de mal gusto: pretendían ponerlo en órbita gracias a una catapulta gigante, sin utilizar motores ni combustibles líquidos.

Ante una falta evidente de recursos, y a pesar de lo absurdo que resultaría la idea para cualquier profesional aeroespacial, Nkoloso llegó a solicitar a la UNESCO un financiamiento de siete millones de libras esterlinas. El programa no llegó a recibir el dinero, y terminó por fracasar ante la escasez de recursos, ya que no disponían de ingenieros, materiales o la tecnología necesaria para sacar adelante una empresa de tamaña magnitud.

El final de la andanza espacial zambiana

La joven Matha Mwamba quedó embarazada, por lo que tuvo que dejar el grupo. Otros 'Afronautas' fueron abandonando la aventura espacial zambiana con el paso del tiempo. El 20 de julio de 1969, cuando la misión estadounidense del 'Apollo 11' pisó la Luna, las ilusiones del profesor de Zambia quedaron en una anécdota cómica a la par que triste.

La divertida historia de Nkoloso y la ilusión espacial africana ha aparecido en múltiples documentales y cortometrajes desde entonces. Uno de los más llamativos es el fotolibro "The Afronauts", publicado en 2012 por la española Cristina de Middel, quien recibió el Premio Nacional de Fotografía 2017.

La peripecia guarda un parecido razonable con la película española 'El astronauta', dirigida en 1970 por Javier Aguirre. Su argumento, que podría ser una perfecta parodia de las ambiciones de Nkoloso, donde un grupo de trabajadores quieren imitar a los estadounidenses y llegar a la Luna, aunque su peculiar cohete no vuela más allá del desierto de Almería.