Venezuela
Alex Saab, el testaferro de Maduro que espiaba para la DEA
El empresario informó a EE UU sobre los sobornos pagados por Venezuela
Durante un año, la defensa de Álex Saab quiso mantener ocultos varios documentos del expediente judicial del caso del empresario colombiano acusado de ser testaferro de Nicolás Maduro. Ahora se ha sabido por qué. Durante un audiencia en Miami, el juez Robert N. Scola ordenó la divulgación «inmediata» de dos documentos del expediente judicial. Lo que se reveló terminó siendo una bomba: Álex Saab fue informante de la DEA entre enero de 2018 y mayo de 2019.
Según reconoció la agencia antidroga de EE UU, Saab realizó una «cooperación proactiva» y para demostrar su compromiso presentó una hoja de ruta para revolver las ganancias de las actividades ilegales que adelantó junto a su socio Álvaro Pulido Vargas, conocido como Germán Enrique Rubio Salas. Producto de su acuerdo de colaboración, el empresario perdió 10 millones de dólares.
En agosto de 2018, se registró una transferencia electrónica por 3,2 millones de dólares. Un mes después hizo otro envío por 3,3 millones. El 1 de noviembre, en la misma cuenta controlada por la DEA, se hizo una transferencia de 3,1 millones. Y el 5 de febrero de 2019, la última transacción por 2,9 millones.
En los documentos queda por sentado que Saab afirmaba que su colaboración con la DEA debía ser cuidada pues temía que «el régimen de Nicolás Maduro» los encarcelara o agrediera. En declaraciones recientes en Caracas, la esposa del empresario, la italiana Camila Fabri, ha negado estar secuestrada o controlada por el Gobierno.
Los papeles develan que en mayo de 2019 Saab debía entregarse a las autoridades para enfrentar cargos criminales, con los beneficios por haber sido un informante. Pero no lo hizo, incumpliendo el pacto. Entonces se le acusó penalmente en el Distrito Sur de Florida.
Maduro ha defendido a Saab como un «embajador valiente», y su gobierno ha activado todos los mecanismos financieros y diplomáticos para protegerlo, incluso levantándose de la mesa de negociación con la oposición en México en reclamo a la extradición del empresario a Miami desde Cabo Verde. Al conocerse la información, sin embargo, lo que hubo fue silencio. Ningún alto representante del régimen salió a hablar.
El equipo de propaganda #FreeAlexSaab reaccionó con un mensaje contradictorio. Por una parte, afirmando que EE UU miente sobre el caso de Saab para doblegarlo, pero también diciendo que este sí se reunió con la DEA, pero Maduro siempre lo supo porque el empresario le informaba.
Fuera del país también se contradecían las excusas. El abogado David Rivkin, defensor de Saab, dijo también que el «diplomático» se reunió con funcionarios norteamericanos para aclarar que ninguna de sus empresas había hecho nada malo, y que el Gobierno venezolano sabía de esos encuentros. Por otra parte, en la audiencia de Miami, el abogado de Saab suplicó mantener sellados los documentos porque la reacción del régimen bolivariano sería contra la esposa e hijos del «diplomático».
La relación entre Saab y la DEA ya se anunciaba desde antes, aunque sin confirmación. Por ejemplo, en noviembre de 2020 Rivkin negó que su defendido haya conocido a Bruce Bagley, un ex profesor de la Universidad de Miami experto en lavado de activos que señaló al empresario como informante de Estados Unidos.
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