Defensa

Las armas que Rusia puede encargar a China para desatascar la guerra en Ucrania

Moscú ya habría pedido a un fabricante chino preparar 100 drones kamikaze, según ha publicado Der Spiegel

Una caza chino J-20 de quinta generación
Una caza chino J-20 de quinta generaciónLa RazónLa Razón

La aterradora perspectiva de que China envíe armas a Rusia parece cada vez más posible. Sin embargo, hay escépticos que dudan de que China vaya a emprender una escalada semejante. Funcionarios estadounidenses afirman que disponen de información que demuestra que el país asiatico está considerando la posibilidad de hacerlo y que incluso podrían hacer pública esa información para reforzar sus argumentos.

China es el actor clave que ha permitido a Putin seguir adelante con su batalla, ya se trate de cifras comerciales globales, de la venta de componentes críticos para la industria de defensa rusa, del apoyo diplomático o de la cooperación militar. Aunque sus tácticas no siempre se alineen, ambos trabajan codo con codo, como un matrimonio de conveniencia celebrado para apoyar los intereses clave respectivos y, en oposición a un sistema internacional que consideran dominado por Washington y que desean reformatear.

La existencia de un eje sino-ruso quedó patente ya en la cumbre Putin-Xi previa a los Juegos Olímpicos de Invierno de 2022, tras la cual los líderes emitieron una declaración conjunta en la que subrayaban la oposición de sus países a una nueva ampliación de la OTAN. Esto ocurrió apenas unas semanas antes de la invasión rusa de Ucrania, cuando ambos anunciaron una asociación estratégica que prometía “ningún ámbito prohibido de cooperación". Aunque el apoyo chino no ha estado a la altura de las expectativas, Pekín no se ha mantenido al margen.

Pero en estos momentos hay una línea roja trazada con fuego y los chinos la cruzarán si suministran armas a sus amigos. De creer al secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, la postura de relativa neutralidad china hacia el conflicto podría estar a punto de cambiar. En la Conferencia de Seguridad de Múnich, Blinken declaró que, en su reunión con el consejero de Estado chino, Wang Yi, le trasladó su "profunda preocupación" por la "posibilidad de que dicho país proporcione apoyo material letal a Rusia". Posteriormente especificó que se refería a armas y munición de la categoría "letal". Blinken no aclaró cuál era la fuente de su información, ni si Wang había reaccionado de alguna manera al respecto.

China lo niega. Ahora bien, si llega el día en que Pekín se abra a suministrar armamento, redefinirá la política mundial como no se había visto desde la Guerra Fría. Hacerlo además diezmaría cualquier relación restante con Estados Unidos, ya que el Gobierno de Biden ha calificado esa cuestión de "línea roja" en sus relaciones bilaterales. Por no mencionar que las dos naciones aún no han reparado el daño diplomático causado por el globo espía chino que flotó por Norteamérica a principios de este mes.

No obstante, el diario "Der Spiegel" apunta que Moscú está considerando encargar a un fabricante chino la producción en serie de los aviones no tripulados, con fecha de entrega prevista a partir de abril. El informe detalla que, Xian Bingo Intelligent Aviation Technology, un fabricante chino de aviones no tripulados, está preparado para fabricar 100 prototipos de su no tripulado ZT-180, y que lleva una ojiva de 35-50 kg.

Los drones son similares al Shahed-136 iraní, que los rusos han utilizado para aniquilar a cientos de ucranianos y dañar infraestructuras. El informe, que cita fuentes familiarizadas con el asunto, afirma que Bingo tiene previsto establecer una planta de producción de drones en Rusia.

Hasta ahora China se ha abstenido de transferir armas y otros artículos militares a Rusia, pero ha ido más allá al proporcionar una serie de artículos de doble uso y repuestos o componentes críticos que pueden no entrar explícitamente en la categoría militar. Ha rechazado las sanciones unilaterales de EE UU y Europa contra Rusia, pero ha tenido cuidado de no violarlas en los casos en los que ella misma sería vulnerable a las sanciones subsiguientes.

La frustración de China con Rusia va claramente en aumento. El conflicto ha dejado a Pekín en una posición excepcionalmente incómoda. Una guerra corta y aguda que derrocara al gobierno ucraniano prooccidental -es decir, lo que Putin parece haber esperado en un principio- habría sido sin duda una gran victoria para China, socavando gravemente la unidad y la influencia del orden liberal occidental que también pretende derribar.

En general, la guerra se está convirtiendo cada vez más en un desastre diplomático para Pekín, contribuyendo a llevar la percepción de su imagen a mínimos históricos en todo el mundo. En particular, ha hecho añicos los estrechos lazos que mantenía con Europa.

Todo ello apunta a la posibilidad de un giro inminente en la política de Xi. Esto no significa que vaya a echar a Putin a los pies de los caballos a corto plazo: su "amistad" de alto nivel haría que esto fuera desastroso para su credibilidad.

Sin embargo, un análisis reciente revela que podría estar enviando componentes críticos, como "equipos de navegación, tecnología de interferencia y piezas de aviones de combate a empresas de defensa rusas sancionadas propiedad del Gobierno". Aunque el gigante asiático no es el único país que ayuda a Putin a eludir las sanciones occidentales, sí es el principal facilitador.

Por otra parte, China ya está financiando al Kremlin mediante el aumento de las importaciones de petróleo, gas y productos agrícolas rusos rechazados por Occidente. Está construyendo un nuevo gasoducto a China desde Rusia y suministrando tecnología de "doble uso", como aviones no tripulados, supuestamente para uso civil pero utilizados por los rusos para reconocimiento.

Mientras tanto, China ha ido aumentando sigilosamente su propia fuerza de ataque nuclear. Se espera que para 2035 disponga de 1.500 ojivas listas para disparar, cada una con un poder destructivo que empequeñece las bombas lanzadas en 1945 sobre Hiroshima y Nagasaki. Aunque según su ministro de Defensa chino, “el país sigue firmemente una estrategia nuclear autodefensiva, cuyo objetivo es mantener la seguridad estratégica nacional disuadiendo a otros países de utilizar o amenazar con utilizar armas atómicas contra su territorio”.