Knisha Ann Perkins, de 49 años, y su nieto de 13 años han sido arrestados el pasado 15 de julio por las autoridades del estado de Georgia, en EE UU, culpados por el asesinato de Kulen Powell, un niño de ocho años, ocurrido el 11 de julio. El suceso se desarrolló cerca de las 23:00 horas, cuando el Decatur County Sheriff's Office encontró a Kylen sin vida en la sala de la vivienda, iniciando inmediatamente una exhaustiva investigación.

Hasta el momento la investigación ha revelado que el joven, quien fuera el primo de la víctima, utilizó una pistola semiautomática calibre 9mm para dispararle. Asimismo, se ha confirmado que el suceso ocurrió en ausencia de adultos, pero con la presencia de un menor de un año, que no sufrió daños.

El sistema judicial de Georgia se prepara para un proceso complejo

Knisha Ann Perkins enfrenta tres cargos de crueldad hacia menores en segundo grado y posesión ilegal de arma, mientras que su nieto está acusado de asesinato grave y asalto agravado. Por su parte, el Georgia Bureau of Investigation continúa la investigación, realizando una autopsia y recopilando evidencias. Según lo avanzado hasta el momento, el joven podría enfrentar hasta cadena perpetua si es juzgado como adulto, mientras Perkins podría recibir hasta 10 años de prisión.

De momento, el caso seguirá su curso judicial, con la mirada atenta de las autoridades y la ciudadanía, esperando que se esclarezcan todos los detalles de este lamentable suceso que ha conmovido a toda una región.