Historia

Lorenzo Gamboa, el “otro Djokovic” al que Australia tampoco dejó entrar por su dura política de inmigración

Miembro del Ejército de Estados Unidos, fue víctima de unas reglas que han causado polémica a lo largo de su historia

Su caso también provocó indignación en la población mundial, sobre todo en Filipinas, país que tuvo un grave enfrentamiento con Australia debido a su política de "Australia Blanca"
Su caso también provocó indignación en la población mundial, sobre todo en Filipinas, país que tuvo un grave enfrentamiento con Australia debido a su política de "Australia Blanca"Museums Victoria

Nacido en el año 1918 en Mangaldán (Filipinas), Lorenzo Gamboa fue un filipino-estadounidense que se alistó en el Ejército de Estados Unidos en 1941. Casado con una mujer de Australia con la que tuvo dos hijos, fue víctima de la dureza de la política de inmigración del país oceánico, al igual que le está sucediendo al tenista Novak Djokovic. El serbio, cuyo visado quedó anulado este domingo tras una decisión judicial, será deportado esta noche de Australia en un vuelo programado a las 22.30 hora local (11.30 GMT) con destino a Dubái, informan medios locales.

Al igual que el caso del número uno del mundo del tenis, este también provocó indignación en la población mundial, sobre todo en Filipinas, país al que fue destinado como soldado y que tuvo un grave enfrentamiento con Australia debido a la imposibilidad de Gamboa de regresar al país, del que había estado con su familia antes de salir del territorio por orden militar.

Los hechos tuvieron lugar durante la Segunda Guerra Mundial, concretamente con la Campaña de Filipinas entre 1941 y 1942. Japón invadió Filipinas, estado libre asociado de Estados Unidos. Una contienda que dejó más de 30.000 muertos, considerada por muchos historiados como la mayor derrota de las Fuerzas Armadas estadounidenses. Gamboa estaba sirviendo al Ejército de EE UU y mientras se recuperaba de una operación de hernia, lo llevaron al norte de Australia a principios de 1942, y unas semanas más tarde a un campamento militar en Melbourne Royal Park. Allí conoció a Joyce Cain, una joven de 17 años que sería su esposa desde finales de ese año, cuando contrajeron matrimonio.

Un año más tarde, nació uno de sus hijos, mientras Gamboa estaba luchando en la guerra en Filipinas, así como Nueva Guinea y Japón. Luego tendrían un segundo bebé, pero tardaría hasta seis años en poder conocerlo, debido a la política de “Australia Blanca”, la histórica y dura normativa de inmigración australiana.

Gamboa fue dado de baja del Ejército en 1945, una vez terminada la guerra, por lo que se uniría a su familia en Australia. No obstante, una vez que llegó a territorio australiano, tuvo que abandonar el país. Australia estableció que solo los europeos podrían entrar, y como él tenía procedencia americana, se le privó el paso. La otra opción que tenían era hacer una excepción con su caso al ser refugiado de guerra casado con una persona australiana, pero eso significaría que el Gobierno tendría que abrir las puertas al resto de asiáticos que también estaban en su misma situación.

Cain apeló al gobierno federal en nombre de su marido, pero la respuesta fue clara: las leyes son las leyes, y la política de inmigración hay que seguirla sin excepciones. “Lamento no poder autorizar la entrada a su esposo a Australia, ya que sería contrario a lo establecido en la política del gobierno de la Commonwealth para hacerlo. Promovería el mestizaje”, le respondió en aquel momento el ministro de Inmigración, Arthur Calwell.

El “caso Gamboa” desató la indignación en Filipinas, donde su presidente Elpidio Quirino aseguraba que los filipinos se sentían “profundamente humillados” por las acciones del Gobierno australiano. Esto hizo un efecto de espejo en la política del país, y la Cámara de Representantes de Filipinas aprobó un proyecto de ley en el que prohibía la entrada de australianos al país hasta que Gamboa pudiera entrar. Tanto políticos como medios de Filipinas como los medios de comunicación de Australia se echaron encima del ministro Calwell, que sería tajante con esa decisión durante sus nueve años en el Ejecutivo australiano.

“No hay nada de malo en la administración de la política de “Australia Blanca” por parte del Partido Laborista. Estoy seguro de que no queremos que los mestizos corran por nuestro país. Si admitimos estadounidenses, también tendremos que admitir a negros”, defendió en su histórico discurso en el Ayuntamiento de Brunswick en noviembre de 1949. Probablemente, el grupo político no aguantó la enorme presión social que causó el revuelo, razón de más para que se produjera el cambio de gobierno en las elecciones federales de aquel año. Más teniendo en cuenta después de que la oposición le acusara de “hipocresía y crueldad hacia los Gamboa”, puesto que en marzo de 1949, dos golfistas filipinos pudieron acceder al país para jugar un torneo en Sídney pese al revuelo mediático.

Calwell dejó el cargo, y el nuevo ministro de Inmigración fue Harold Holt, quien anuló la decisión de su antecesor y permitió a Gamboa reunirse con su familia. El ex miembro del Ejército estadounidense pudo instalarse permanentemente en Australia en 1952. En junio de 1973 se le ofreció ser considerado como ciudadano australiano, pero rechazó la idea puesto que le obligaban a renunciar a la nacionalidad estadounidense. El país le nombró “filipino-australiano del milenio” en 2001, y murió en septiembre de 2012, a los 93 años.

La política de “Australia blanca” estuvo vigente en el país desde su origen en 1901 hasta 1970. A partir de entonces, se “flexibilizaron” las normas y dejaron de ser tan radicales, aunque a día de hoy siguen siendo estrictas.