Asia
La tragedia persigue a la copiloto del avión que se estrelló en Nepal hace una semana
El marido de Anju Khatiwada también perdió la vida en otro accidente aéreo en 2006 de la compañía Yeti Airlines
Tras la muerte de Dipak Pokhrel en un accidente mientras pilotaba un modesto avión de pasajeros de Yeti Airlines en 2006, su esposa Anju Khatiwada se costeó su propia formación de piloto con los fondos que obtuvo del seguro de su marido. El pasado domingo, Khatiwada volaba como copiloto de la aeronave siniestrada de Yeti Airlines, cuando la fatalidad hizo que se estrellara al descender en el nuevo aeropuerto de Pokhara (Nepal), donde perecieron las 72 personas que iban a bordo. El destino quiso que por unos segundos no lograra cumplir los requisitos para convertirse en capitana, ya que iba a sumar las 100 horas de vuelo que le faltaban, de haber aterrizado a salvo.
Pokhrel también fue copiloto de un avión de Yeti Airlines. Viajaba en un aeroplano que transportaba arroz y alimentos a la ciudad de Jumla, pero durante el trayecto este se incendió y acabó estrellándose. Las nueve personas a bordo murieron.
Inspirada por su marido y a pesar de la oposición de su familia, tras el duelo la viuda abandonó la carrera de enfermería y se armó de valor para matricularse como piloto en Estados Unidos mientras criaba a su hija. A su regreso a Nepal, empezó a trabajar para Yeti en 2010 tras ser contratada junto a otras cinco mujeres. El domingo corrió la misma suerte que su cónyuge. El avión bimotor de hélice que copilotaba se estrelló a un kilómetro y medio de la pista de aterrizaje de un aeropuerto recién construido en Pokhara.
El portavoz de Yeti Airlines, Pemba Sherpa, confirmó la suerte de la difunta de 44 años y se deshizo en elogios hacia ella. Señaló que era una “experta piloto” con un “carácter afable” y que había alcanzado el rango de capitán tras 6.400 de horas de vuelo. “”Ella siempre estaba dispuesta a asumir cualquier deber. Tenía experiencia en la popular ruta turística entre la capital del país, Katmandú, y su segunda ciudad más grande, Pokhara.
El avión bimotor ATR 72 realizaba un vuelo de 27 minutos desde la capital, Katmandú, a Pokhara, 200 kilómetros al oeste. Llevaba 68 pasajeros, entre ellos 15 extranjeros, así como cuatro miembros de la tripulación, informó la Autoridad de Aviación Civil de Nepal en un comunicado. Entre los extranjeros había cinco indios, cuatro rusos, dos surcoreanos y un irlandés, un australiano, un argentino y un francés.
El pequeño país del sur de Asia ha sufrido múltiples accidentes y fallos de seguridad aérea en las últimas décadas, atribuidos a las dificultades del terreno y a la meteorología impredecible, así como a una reglamentación inadecuada, flotas anticuadas y una capacidad técnica deficiente.
El gobierno nepalí nombró un comité de cinco miembros para investigar la catástrofe aérea más mortífera del país en décadas, y el lunes se recuperó la caja negra del avión. La causa de la catástrofe no está clara; los expertos en aviación advirtieron que sólo una investigación podría establecer la razón exacta por la que el aparato, construido hace unos 15 años por el fabricante franco-italiano ATR, cayó en picado hasta estrellarse.
Un vídeo retransmitido en directo en Facebook, fue grabado en el interior del avión mientras se acercaba a la pista y los pasajeros recuperaban la señal telefónica. Lo retransmitió Sonu Jaiswal, un pasajero indio que viajaba a un venerado santuario hindú y visitaba los alrededores de la capital nepalí con tres amigos.
En el vídeo de 90 segundos, Jaiswal, que trabajaba como vendedor de licores, aparece con un jersey amarillo. A él y a sus amigos se les ve exultantes por la emoción del aterrizaje antes de que el avión se desplace bruscamente hacia un lado. Se oyen brevemente gritos antes de que las llamas se apoderen de las imágenes.
La mayoría del pasaje regresaba a su casa en Pokhara, una ciudad muy frecuentada por los turistas ya que es la puerta de entrada al circuito de los Annapurnas. Un agente de marketing farmacéutico viajaba para estar con su hermana en el momento de dar a luz, y un ministro de un grupo religioso coreano visitaba la escuela que fundó.
El lunes por la tarde, familiares y amigos seguían reunidos a las puertas de un hospital local. Muchos se consolaban unos a otros, mientras que otros gritaban a los funcionarios que aceleraran las autopsias para poder llevarse los cuerpos de sus seres queridos a casa para los funerales.
Aún no está claro qué causó el accidente, que tuvo lugar a menos de un minuto de vuelo del aeropuerto en un día templado y con poco viento.
Cerca de 350 personas han perdido la vida en accidentes de aviación o helicóptero en Nepal desde el año 2000. El país alberga ocho de las 14 montañas más altas del mundo, incluido el Everest, y los cambios repentinos de tiempo pueden crear condiciones peliagudas.
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