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Guerra

¿Por qué Tailandia y Camboya están al borde de la guerra? La radiografía de una crisis con raíces históricas

Enfrentamientos mortales desplazan a 131.000 personas mientras líderes advierten sobre riesgo de conflicto mayor. La disputa por templos ancestrales reaviva tensiones coloniales en el sudeste asiático.

La crisis escaló cuando Tailandia desplegó cazas F-16 tras denunciar cohetes lanzados desde Camboya CONTACTO vía Europa PressEUROPAPRESS

El primer ministro interino tailandés, Phumtham Wechayachai, alertó este viernes que los combates con Camboya "podrían convertirse en guerra", mientras los enfrentamientos fronterizos entran en su segundo día con al menos 18 civiles y 7 soldados muertos. Más de 131.000 tailandeses han huido de ocho distritos bajo ley marcial, según datos del Ministerio de Salud, mientras cientos de camboyanos escapan en tractores bajo fuego de artillería. El conflicto, el más grave en 14 años, estalló en la zona del templo Prasat Ta Muen Thom, reclamado por ambos países.

Heridas coloniales que nunca cicatrizaron

El ministro de Exteriores chino, Wang Yi, señaló como causa profunda "el legado de los colonizadores occidentales": las fronteras dibujadas por Francia durante su dominio en Camboya (1863-1953), que afectaron territorios históricamente tailandeses. Esta grieta geopolítica resurge cíclicamente alrededor de templos sagrados. Preah Vihear, escenario de sangrientos choques entre 2008 y 2011, vuelve a ser epicentro tras el anuncio tailandés de haber "eliminado a 100 soldados camboyanos" cerca de sus muros.

La crisis escaló cuando Tailandia desplegó cazas F-16 tras denunciar cohetes lanzados desde Camboya, rompiendo una frágil tregua mediada por Malasia. El primer ministro camboyano, Hun Manet, acusó a Bangkok de retractarse de un alto al fuego pactado para el jueves por la noche: "Acordaron cesar las hostilidades a medianoche, pero una hora después revirtieron su posición", declaró. El mediador Anwar Ibrahim, sin embargo, mantiene esperanzas: "Ambos líderes parecen dispuestos a detener los combates".

Mientras civiles lamentan que "países vecinos destruyan su amistad", la comunidad internacional intensifica presiones. Estados Unidos, aliado de Tailandia por tratado de seguridad, exige "cese inmediato de ataques". China, principal socio comercial de ambos, ofrece mediación junto a la ASEAN, aunque Bangkok insiste en resolver la crisis bilateralmente.

Con embajadores expulsados y artillería resonando en junglas ancestrales, la sombra de la guerra se cierne sobre una disputa que encapsula viejos rencores coloniales y rivalidades modernas.