Estados Unidos

Gaza pasa factura a Biden en las primarias de Michigan

Uno de cada ocho demócratas votó en blanco en un Estado clave con numerosa población musulmana

Nunca antes el electorado de Michigan había sido tan contundente a la hora de protestar contra las políticas internacionales del Gobierno estadounidense. El martes, en las primarias celebradas en el Estado, uno de cada ocho votantes demócratas eligió la opción «no comprometido» (un mecanismo que permite al electorado mostrar su insatisfacción por las actuaciones de algún candidato) en protesta por el apoyo que el presidente Joe Biden está brindando a Israel en el conflicto de la Franja de Gaza. En este Estado del «Midwest», se concentra la mayor población árabe-estadounidenses del país y su voto ha sido una protesta clara contra el demócrata.

Biden ha ganado las primarias de su partido en Michigan, pero con una importante advertencia de cara a las elecciones presidenciales del 5 de noviembre. De nada le sirvió al presidente su optimismo un día antes de la votación sobre una inminente tregua en Gaza, los votantes progresistas, jóvenes y árabes estadounidenses no le perdonan su apoyo al dirigente israelí, Benjamin Netanyahu, y que siempre haya argumentado que su país tiene derecho a defenderse.

La campaña del Biden subestimó la iniciativa que llevaba días fraguándose en el Estado para presionar al mandatario para que tome medidas más contundentes en relación con la guerra entre Israel y Hamás. Pero sus compañeros de partido sí supieron ver el peligro de esta campaña de desprestigio y la gobernadora de Michigan, Gretchen Whitmer, llevaba tiempo anunciando que «cualquier voto que no se emita a favor de Biden apoya un segundo mandato de Trump». Después de la resaca de la victoria, ayer tocaba analizar los resultados con la vista puesta en las elecciones presidenciales del 5 de noviembre y las noticias no son buenas. Ha quedado claro que el partido tiene problemas serios con una parte importante de la base demócrata de un Estado clave como Michigan.

Es el primer «swing state» (Estado indeciso) en el que se celebran unas elecciones primarias. El martes, cada voto contaba, aquí más que en ningún otro lugar, porque muchos lo veían como un preludio de lo que podría pasar en 9 meses si Trump y Biden se vuelven a enfrentar en las elecciones presidenciales. En 2020, el demócrata ganó a Trump con una diferencia muy ajustada de 150.000 votos, pero en 2016, fue Trump quien se hizo con el Estado por solo 11.000 votos más. Ambos necesitan ganar adeptos para que no se repitan los ajustados resultados.

Hay que ver cómo se traducen los resultados de cara a las elecciones presidenciales, porque en una comunidad como la de Michigan, dominada principalmente por inmigrantes árabes con identidades fuertemente ligadas a su país, la actuación en política exterior de Biden podría remodelar el futuro mapa electoral. Ahora bien, votar «no comprometido» no significa apoyar a Trump. A pesar de que el republicano haya ganado por sexta vez consecutiva unas primarias dentro de su partido desde que arrancó el año electoral, Michigan también tiene sus recelos con él. A pesar de su victoria este martes, una gran parte del electorado eligió a su única rival, Nikki Haley, (que recogió el 30% del apoyo republicano), lo que sugiere que algunos votantes del Estado no ven tan claro que el exmandatario regrese a la Casa Blanca.

En definitiva, la del martes fue una victoria agridulce para todos, y ambos candidatos tienen motivos de sobra para esforzarse de cara al 5 de noviembre si quieren ganar en este Estado.