Defensa

Ni cazas F-35 ni Eurofighters: el arma definitiva de Boeing para conquistar Polonia es un dron 'fantasma'

La carrera por equipar a la Fuerza Aérea de Polonia se intensifica. Boeing juega sus mejores cartas con el caza F-15EX y un ambicioso paquete industrial para seducir a Varsovia frente a sus rivales europeos y estadounidenses

Imagen del F-15EX Eagle II, el cazabombardero de Boeing que Israel ha comprado para su fuerza aérea
Imagen del F-15EX Eagle II, el cazabombardero de Boeing que Israel ha comprado para su fuerza aéreaBoeing

La venta de armamento moderno ya no va solo de entregar el mejor avión, sino de tejer una red de alianzas industriales. El fabricante estadounidense Boeing lo sabe bien, y ha convertido Polonia en el escenario de una de sus ofensivas comerciales más ambiciosas, en la que busca asegurarse un contrato para la venta de 32 nuevos cazas de combate. Para ello, la compañía ha desplegado un sofisticado plan de cooperación que va mucho más allá del simple intercambio de material militar. Esta intensa actividad comercial se enmarca en un contexto continental de rearme, donde países como Alemania también están realizando compras masivas de armamento para modernizar sus fuerzas armadas.

De hecho, la propuesta de Boeing se fundamenta en forjar una alianza a largo plazo con el tejido empresarial del país. La firma norteamericana ya ha empezado a mover ficha con la firma de varios memorandos de entendimiento con diferentes compañías y universidades polacas. El objetivo es claro: crear un ecosistema local de fabricación, mantenimiento y desarrollo tecnológico que blinde su presencia en la región durante las próximas décadas.

Asimismo, el eje central de toda esta estrategia industrial es el F-15EX, un caza que Boeing presenta como la solución ideal para las necesidades operativas de Varsovia. La aeronave destaca por su formidable capacidad de carga, un amplio radio de acción y una velocidad punta que lo posicionan como una de las plataformas de combate más potentes del mercado. Según informa el medio Defense News, esta combinación de potencial militar y colaboración industrial es la gran baza de la candidatura estadounidense.

La dura competencia por el contrato polaco

Por otro lado, la decisión para el Gobierno de Varsovia no será sencilla, pues sobre la mesa se encuentran otras dos alternativas de peso. Una de las opciones consiste en ampliar la flota ya existente de cazas furtivos F-35 con la adquisición de 32 unidades adicionales. La otra posibilidad es decantarse por el proyecto europeo del Eurofighter Typhoon, lo que supondría una diversificación de su material de defensa. Este proceso de adquisición de cazas forma parte de un esfuerzo de modernización militar mucho más amplio, que incluye también la competición internacional para dotar al país de nuevos submarinos de última generación.

Además, para inclinar la balanza a su favor, Boeing ha añadido a su oferta un avanzado sistema no tripulado: el dron MQ-28 Ghost Bat. Este complemento tecnológico, diseñado para operar junto a los cazas, representa un valor añadido de primer nivel. Las conversaciones iniciales entre la empresa y las autoridades polacas para la posible integración de esta aeronave ya han dado comienzo. La inclusión de este dron no es casual, ya que se alinea con el creciente interés estratégico de Estados Unidos por desarrollar nuevos vehículos autónomos para misiones complejas.

En cualquier caso, esta ofensiva comercial no es un movimiento aislado. Hay que recordar que la compañía norteamericana ya cerró un acuerdo de enorme envergadura con Polonia a principios de este mismo año para la venta de 96 helicópteros de ataque AH-64E Apache. Este precedente demuestra los sólidos vínculos existentes y la confianza que el ejecutivo polaco ha depositado en la tecnología de defensa de los Estados Unidos.