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EE UU

Choque contenido en el primer encuentro entre Trump y el nuevo alcalde de Nueva York

El presidente discute con Mamdani en la Casa Blanca sobre los problemas de acceso a la vivienda en la mayor ciudad de EE UU

El alcalde de Nueva York, el demócrata Zohran Mamdani OLGA FEDOROVAEFE

La Casa Blanca fue este viernes el escenario de una reunión tan inédita como cargada de tensión: el presidente Donald Trump recibió en el Despacho Oval al alcalde electo de Nueva York, Zohran Mamdani, marcando el primer cara a cara entre ambos. Lo que en otras circunstancias habría sido un encuentro protocolar entre un presidente y quien dirigirá la ciudad más grande del país se convirtió en una cita observada minuto a minuto debido a los meses de confrontación pública que la precedieron.

Trump moderó el encuentro llevándolo a temas como el de la crisis de asequibilidad, la seguridad pública y la seguridad económica de la ciudad, todos asuntos sobre los que abiertamente a criticado a su visitante calificándolo de “comunista”.

El alcalde electo, un demócrata socialista de 34 años cuya victoria sorprendió al establishment político de la ciudad, rechazó desde el principio esa etiqueta. En la víspera del encuentro, declaró que su equipo había solicitado la reunión porque estaba dispuesto a trabajar con quien fuera necesario para aliviar el costo de vida de los más de ocho millones y medio de habitantes de Nueva York.

“Tengo muchos desacuerdos con el presidente, pero debemos perseguir todas las vías y todas las reuniones que puedan ayudarnos a construir una ciudad asequible para cada neoyorquino”, dijo.

La tensión entre ambos no nació en la Casa Blanca. Desde el triunfo de Mamdani en las primarias demócratas en junio, Trump lo había descrito como un radical incapaz de liderar la ciudad. En repetidas ocasiones advirtió que arrestaría al entonces candidato si interfería con las operaciones del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), y amenazó con cortar los fondos federales a Nueva York si Mamdani ganaba las elecciones.

“Si tenemos un comunista en este país, voy a vigilarlo muy de cerca en nombre de la nación”, dijo Trump durante el verano. Mamdani respondió directamente la noche de su victoria en las primarias: “Donald Trump, sé que estás escuchando. Tengo cuatro palabras para ti: súbele el volumen”.

Durante la campaña, Mamdani impulsó medidas progresistas como congelar las rentas en unidades estabilizadas, hacer gratuitos los autobuses urbanos y abrir supermercados administrados por la ciudad. Mientras parte del electorado las celebró, otros sectores cuestionaron cómo financiaría sus propuestas. Aun así, su victoria confirmó que había convertido una candidatura inicialmente marginal en un fenómeno político nacional.

Horas antes de la reunión, Trump adelantó que el encuentro sería “bastante civil” y que le daba crédito a Mamdani por su campaña, a pesar de “tener filosofías diferentes”.

La reunión —cerrada a la prensa, como figuraba inicialmente en la agenda presidencial— se desarrolló en un tono más calmado del que auguraban los meses de ataques públicos. Según funcionarios presentes en la conversación, ambos líderes abordaron temas como la asequibilidad de la vivienda, la situación fiscal de la ciudad, la seguridad pública y la posible cooperación federal en áreas estratégicas.

Mamdani dijo que no había percibido la reunión como una trampa política. “Compartí con el presidente la urgencia de la crisis de asequibilidad en nuestra ciudad y la necesidad de trabajar con todos los niveles de gobierno para enfrentarla”, dijo. Aunque reconoció sus desacuerdos con Trump, insistió en que el encuentro había sido una oportunidad para defender los intereses de los neoyorquinos.

Entre tanto, a pesar de lo que se especulaba y dadas las amenazas de Trump de bloquear fondos federales para Nueva York, durante el encuentro no hubo anuncios concretos al respecto.

La victoria de Mamdani a inicios de mes había ocurrido en un contexto de crisis económica para muchos hogares en la ciudad. Sus promesas —usar el poder del gobierno local para aliviar la carga sobre la clase trabajadora y resistir lo que definió como una actitud “hostil” del gobierno federal— atrajeron el entusiasmo de votantes jóvenes y de sectores progresistas.

Trump, en cambio, lleva meses advirtiendo que la ciudad “caerá en el caos” bajo el liderazgo del joven alcalde electo, quien tomará posesión el próximo año en reemplazo de Eric Adams.

La reunión en la Casa Blanca se convirtió así en un capítulo clave en una relación institucional que será determinante para millones de neoyorquinos. Y, pese al choque ideológico que los separa, el encuentro dejó abierta la posibilidad de futuros acercamientos en áreas donde ambas administraciones puedan coincidir.

Por ahora, los resultados concretos siguen siendo inciertos.