Terrorismo

El "Cibercalifato" del Estado Islámico se sume en la inseguridad

Ven agentes federales por todas partes y llegan a dudar de que las donaciones para los campamentos sirios lleguen a sus destinatarios

El "Cibercalifato" del Estado Islámico se sume en la inseguridad
El "Cibercalifato" del Estado Islámico se sume en la inseguridadArchivo

El “Cibercalifato”, el conjunto de redes del Estado Islámico (Isis, Daesh), vive su particular “cacao interno”, ante las dudas que le generan el uso de sus vías de comunicación telemáticas por supuestos “agentes federales” o la aparición de otras con las que dicen nada tienen que ver. Los terroristas son conscientes de que las redes son, a la vez, una de sus mejores armas y su peor enemigo, ya que, a través de esta vía, entre otras, los ciberpatrulladores de las Fuerzas de Seguridad dan con los militantes y simpatizantes de la banda yihadista.

Las dudas y las obsesiones se extienden, incluso, a las plataformas que han creado para hacer llegar dinero a los que están confinados en los campamentos de Al Hol y Al Roj. Empiezan a sospechar que algunos “listillos” se quedan con las donaciones o que terminan directamente en las manos de los integrantes del PKK, encargados de la vigilancia de dichos enclaves. En plena discusión sobre estas posibles infiltraciones resulta llamativo que un usuario, se supone que enfurecido, reconozca que, “claro que somos terroristas. “El Estado Islámico es efectivamente terrorista, el Estado Islámico nunca negó esa etiqueta, ya que esta etiqueta es algo que los kuffar (infieles) temen mucho. Y aterrorizar a los kuffar en sus tierras es una Sunnah (doctrina) conocida”.

Respecto a las posibles intromisiones de las Fuerzas de Seguridad, hay otro usuario que dice: “ A todos los hermanos que nos apoyan. En un intento de los servicios de inteligencia infieles de atrapar a los hermanos que los apoyaban, estos servicios publicaron un canal falso de la Fundación Califato en Telegram con el ID (xxx) y una cuenta falsa de Facebook (xxx) y confiscaron otra que era nuestra. Que Dios los deshonre”.

“Advertimos a todos que no se comuniquen con estas cuentas y que no abran ningún enlace ni descarguen archivos que provengan de estas cuentas o de cualquier cuenta desconocida que afirme ser el edificio del Califato. Los hermanos deben verificar las cuentas oficiales de la organización antes de comunicarse con cualquier cuenta, canal o bot que afirme ser la institución del Califato. Ya que hay una feroz campaña para atrapar a los hermanos que apoyan en las trampas de los servicios de inteligencia infieles, especialmente después de las frenéticas campañas de eliminación en Telegram de las cuentas de los partidarios y de las cuentas de la Fundación Califato en particular”, agrega.

Con respecto a las cuentas destinadas a recaudar fondos para “las hermanas” confinadas en los citados campamentos de Siria, un usuario advierte de que “algunas de esas organizaciones de terceros no son buenas, ya que recaudan dinero sólo para ellos mismos. Con eso quiero decir que, si hay una hermana de, digamos, Francia, entonces la organización probablemente podría negarse a ayudarla” (...) ¡Nunca! No envíen dinero a los campamentos de Al-Hol. Este dinero finalmente llegará a los soldados de PKK y lo utilizarán para matar a los muyahidines. ¡Nunca! ¡Ninguna hermana quiere que los muyahidines mueran con este dinero!”.

Otro discrepa abiertamente: “Eso es mentira y mereces que te expulsen de aquí, en mi humilde opinión. Las hermanas de Al Hol incluso tienen cuentas de Telegram, algunas incluso tienen canales de Telegram, donde recaudan dinero. E incluso voy a decir aquí wallahi, puedes enviar dinero a las hermanas en Al Hol. Y por un consejo tan estúpido, estaría más que encantado de aplastar tu estúpida cabeza contra el suelo. Y entender de dónde viene mi ira”.

Todo esto genera una polémica en la que intervienen unos a favor y otros en contra. La conclusión es que los miembros del Estado Islámico no se sienten seguros en sus redes y eso es un factor positivo para la lucha contraterrorista, algo que hay que agradecer a los especialistas de las Fuerzas de Seguridad.