Bruselas

«Con amigos como Trump, quién necesita enemigos»

Donald Tusk llama a la unidad a los socios europeos frente a la actitud «caprichosa» de Estados Unidos.

El presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, a su llegada ayer a la Cumbre de Sofía
El presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, a su llegada ayer a la Cumbre de Sofíalarazon

Donald Tusk llama a la unidad a los socios europeos frente a la actitud «caprichosa» de Estados Unidos.

Nada describe con más claridad la perplejidad y el malestar que reina en las principales capitales europeas ante el giro agresivo en la política exterior –«America First»– de Trump que el sorprendente ataque retórico que el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, dirigió ayer contra el líder del principal socio y aliado de la UE: «Hablando con franqueza, Europa debería estar agradecida al presidente Trump porque gracias a él nos hemos librado de toda ilusión. Nos ha hecho darnos cuenta de que si necesitamos una mano amiga, sólo la encontraremos al final de nuestro brazo».

La insólita agresividad de Tusk es significativa al haber sido desplegada durante los compases iniciales de una cumbre llamada a articular la respuesta de la UE a los retos lanzados por Trump en las últimas semanas. «Uno estaría tentado a pensar que con amigos como estos, ¿quién necesita enemigos?», llegó a decir Tusk, que calificó de «caprichosa» a la Casa Blanca.

Pero el polaco no lo tendrá fácil a la hora de articular una posición común de los socios en los tres frentes de tensión internacional que ha abierto en las ultimas semanas Washington: su salida del pacto nuclear con Irán, el traslado de su embajada de Tel Aviv a Jerusalén y la imposición de aranceles a las exportaciones de acero y aluminio de la UE.

Es en este tercer punto en el que más se incidió, ya que la política comercial común recae directamente sobre los hombros de Bruselas. Fuentes de la delegación española en Sofía confirmaron a LA RAZÓN que la postura del presidente del Consejo pasa por rechazar la amenazante fecha límite que Trump ha impuesto para que entren en vigor los aranceles (el primero de junio), refutando al argumento del magnate de que se está poniendo en peligro la seguridad de la primera potencia mundial. Una vez más el polaco no se anduvo con medias tintas: «Es absurdo siquiera pensar que la UE pueda ser una amenaza para EE UU. Debemos recuperar el sentido de la realidad en este debate». Asimismo, los Veintiocho quieren desbloquear el relevo de los integrantes del tribunal de apelaciones de la Organización Mundial del Comercio, paralizado por EE UU.

La agenda de los líderes europeos comenzó ayer con una cena de trabajo que seguirá el formato de los consejos europeos informales. En esta ocasión, además de Angela Merkel, Emmanuel Macron y el resto de líderes europeos, también acudió Theresa May. En la línea enunciada el martes en Bruselas por la Alta Representante, Federica Mogherini, tras su reunión con el jefe de la diplomacia iraní, Mohamed Javad Zariv, Trump declaró sin ambages su intención de que los líderes que asisten hoy a la cumbre informal en Sofía «reconfirmen que la UE sigue fiel al pacto mientras Irán no lo abandone. El pacto es bueno para Europa y para la seguridad global».

El punto en el que el consenso europeo será más difícil de alcanzar será sin duda lo referente a los trágicos sucesos en la franja de Gaza provocados por el traslado de la Embajada de EE UU a Jerusalén. Bélgica pedirá una investigación internacional y Hungría, República Checa y Rumania vetarán cualquier condena europea.