Análisis

La difícil tarea del Ejército ucraniano para doblegar a las tropas rusas

Putin sigue enviando soldados al frente de batalla, pero el ejército ucraniano recibirá pronto nuevos sistemas de defensa y los cazas F-16

Kyiv (Ukraine), 05/10/2023.- A serviceman of the mobile anti-aircraft unit of the 241st Brigade of the Territorial Defense Forces of Ukraine loads a NSV machine gun during training maneuvers in Kyiv (Kiev), Ukraine, 05 October 2023, amid the Russian invasion. (Rusia, Ucrania, Kiev) EFE/EPA/OLEG PETRASYUK
Una unidad ucraniana durante un entrenamientoOLEG PETRASYUKAgencia EFE

Por lo general, en la política estadounidense hablamos de una «Sorpresa de Octubre». Dado que nuestras elecciones son en noviembre, la sorpresa de octubre suele ser algún terremoto o acontecimiento político inesperado que cambia la dirección de unas elecciones presidenciales. Este año, aunque no ha habido elecciones, nos hemos llevado una enorme sorpresa con los atentados de Hamás contra Israel. Dados los estrechos lazos de Estados Unidos con Israel, no es de extrañar que la clase política estadounidense parezca haber cambiado por completo el foco de atención de su apoyo a Ucrania a Israel. Viendo las noticias aquí en Estados Unidos, sería fácil imaginar que los acontecimientos en la Vieja Europa han cesado por completo.

Por supuesto, es una lástima, ya que la guerra en Ucrania continúa, tan violentamente como antes, con el invierno y el segundo aniversario de la invasión rusa a gran escala. La buena noticia es que la Casa Blanca no ha disminuido su apoyo a Ucrania, y continúa la ayuda a las fuerzas armadas ucranianas, que no se han visto afectadas por la guerra de Israel. Continúa el entrenamiento en sistemas críticos como los misiles de largo alcance y los preparativos para la transferencia de los cazas F-16 estadounidenses, que cambian las reglas del juego. Se espera que todos esos sistemas sean desplegados a principios del próximo año.

Desde el punto de vista táctico, las fuerzas ucranianas siguen progresando, especialmente en las regiones de Zaporiyua y Jerson. En las últimas semanas, las fuerzas armadas ucranianas han establecido cabezas de puente permanentes en la orilla oriental del río Dniper, amenazando directamente, aunque a distancia, a la Crimea ocupada por Rusia. Los ataques con misiles y drones de largo alcance se adentran cada vez más en territorio ruso, preparándose para la llegada de aviones que atacan los avanzados sistemas de defensa antiaérea rusos.

Ataques similares en Sebastopol y contra buques en el mar han empujado esencialmente a la Flota rusa del Mar Negro fuera del puerto de Crimea y contra puertos no militares situados más al este, a lo largo del Mar Negro. Esto dificulta a Rusia el mantenimiento de su flota de guerra y comercial, pero también amenaza a Ucrania con invasiones a lo largo de su costa y facilita la interceptación de barcos que transportan grano ucraniano a poblaciones hambrientas de paíse pobres del sur.

El ejército ruso ha decidido que la ciudad de Andiivka, cerca de la ocupada Donetsk, sea el Bajmut de este año, un lugar donde lanzar sus ataques con el máximo esfuerzo militar y humano. Este año, sin embargo, los avances se miden en metros y no en kilómetros, y están teniendo un coste enorme, con cientos de muertos y docenas de vehículos destruidos a diario. En este momento no parece que Andiivka vaya a caer, pero la ofensiva sí parece estar absorbiendo a muchas de las unidades militares rusas de primera línea. Así lo están confirmando los ucranianos en el frente de la ciudad de Jerson, que parecen enfrentarse a unidades rusas muy mermadas que se habían visto en la localidad de Andiivka semanas antes.

Se acerca el invierno, y con él la amenaza de los ataques rusos contra las infraestructuras ucranianas que tanto sufrimiento causaron el año pasado. Rusia no parece estar más cerca del colapso político que hace un año. Con la marcha del magnate Yevgeny Prigozhin y del grupo paramilitar Wagner, no parece haber ninguna amenaza importante contra el poder político que ostentan tanto Vladimir Putin como la camarilla de matones que le apoyan en esta guerra y permiten seguir gobernando.

La única forma de lograr el tipo de cambio político que lleve a Rusia a la mesa de negociaciones para poner fin a la guerra con Ucrania es seguir obteniendo victorias en el campo de batalla, resistir los ataques y convencer al pueblo de Rusia de que el precio de los sueños de Putin es demasiado alto para pagarlo. Esa es, pues, la tarea para el nuevo año 2024. Ucrania sigue defendiendo a Occidente, y Occidente debe mantener el apoyo que le permita hacerlo.