Oriente Medio

Hizbulá dispara su primer misil balístico contra el Mosad en Tel Aviv: le quedan 150.000 cohetes más

La organización libanesa cuenta con más de 50.000 combatientes y sistemas de defensa antiaérea, pero de momento no ha usado sus armas más sofisticadas contra Israel

La milicia libanesa Hizbulá ha atacado por primera vez con un misil tierra-tierra Tel Aviv y su entorno sin causar víctimas ni daños después de que el proyectil fuera interceptado por las defensas aéreas israelíes. El objetivo del ataque no era otro que una base de la agencia de espionaje israelí Mosad, según ha reconocido la organización islamista. Miembros de la autodenominada Resistencia Islámica dispararon un misil balístico tipo Qader-1 contra el cuartel general de la comandancia del Mosad, "responsable del asesinato de líderes", indicó la formación en un comunicado en referencia a las explosiones de walkie-talkies y de buscapersonas la semana pasada en Líbano.

La milicia libanesa Hizbulá no es una fuerza menor. El grupo cuenta con más de 50.000 combatientes establecidos mayormente en el sur del país, donde surgió en 1982 como organización política y militar para combatir a las tropas israelíes en medio de la guerra civil que asoló el país de los cedros. Pero el gran as en el bolsillo de este movimiento chií podrían ser los 150.000 cohetes y misiles que -según el CIA World Factbook- guarda en sus arsenales, muchos de los cuales estarían ocultos detrás de falsas paredes en casas de particulares, tal y como ha revelado la inteligencia israelí. Su capacidad militar es superior a la de algunos países de Oriente Medio, incluido el propio Líbano, donde Hizbulá opera al margen del ejército regular nacional.

En los últimos años, los arsenales del grupo chií han crecido de forma acelerada. Durante la breve guerra que mantuvo con Israel en 2006, Hizbulá contaba con apenas 15.000 cohetes, en su mayoría no guiados, y disparó 4.000 de ellos. Actualmente su inventario de proyectiles se ha multiplicado por diez, siendo Irán el principal proveedor de armas, seguido de Rusia y China, si bien ha comenzado a producir sus propias armas, según anunció su líder Hasan Nasrallah en 2022. Pero, ¿qué alcance y poder intimidatorio tiene la potencia militar de la organización?

Hizbulá dice que sus misiles pueden impactar en todas las zonas de Israel, pero los expertos coinciden en señalar que la mayoría de los misiles no están guiados y solo podrían amenazar los sistemas de defensa aérea de Israel si son lanzados en grandes cantidades saturando la Cúpula de Hierro hebrea, emulando la andanada de casi 400 misiles y drones que Irán lanzó este año sobre Israel y que fueron derribados por las defensas hebreas con ayuda de Estados Unidos e incluso Jordania.

Los modelos de cohetes iraníes que usa Hizbulá son los Raad, Fajr y Zilzal, todos con una carga útil más potente y un mayor alcance que los célebres Katyushas, originalmente fabricados por la Unión Soviética y copiados después por Irán. Miembros de Hizbulá han dicho que el grupo es capaz de disparar 100 Katyushas a la vez desde lanzadores montados en camiones.

Arsenal de misiles Irán
Arsenal de misiles IránT. GallardoLa Razón

La milicia también está disparando cohetes Burkan, con una carga explosiva de entre 300 y 500 kg. El Burkan se ha convertido un “arma característica de los grupos apoyados por Irán en la región”, según Fabian Hinz, analista militar y de defensa del Instituto Internacional de Estudios Estratégicos citado por The Washington Post. También se ha usado contra Israel misiles antitanque guiados como el Kornet, de fabricación rusa.

Pero las armas que más preocupan a la cúpula militar israelí son los misiles balísticos guiados de mayor tamaño, como el Fateh 110, con un alcance de hasta 300 kilómetros y capaz de golpear Tel Aviv y Jerusalén.

Distancia que recorren los misiles iraníes
Distancia que recorren los misiles iraníesT. GallardoLa Razón

La defensa antiaérea del grupo -una capacidad de la que carecen el resto de grupos militares no estatales de Oriente Medio- ha neutralizado drones israelíes Hermes y misiles tierra-aire como el Sayyad-2C iraní, un misil guiado por radar disparado contra aviones de combate israelíes, incluidos los cazas de quinta generación F-35. Se cree que Hizbulá cuenta con el misil antibuque Yakhont, de fabricación rusa, con un alcance de 300 kilómetros, si bien la milicia no ha confirmado este dato.

La fuerza misilística representa quizá el vértice más visible de la milicia chií, pero Hezbolá también está equipada con armas pequeñas, ametralladoras ligeras y pesadas, morteros, minas terrestres, dispositivos explosivos improvisados, artillería, vehículos blindados de combate, cañones antiaéreos, misiles balísticos, misiles de crucero antibuque, que podrían usarse para atacar plataformas petrolíferas en alta mar, como el yacimiento de gas Leviatán de Israel. El grupo también tiene vehículos aéreos no tripulados armados, sistemas portátiles de defensa aérea y misiles guiados antitanque que pueden perforar blindaje pesado.

El inventario de aviones no tripulados incluye drones kamikazes cargados con bombas capaces de distraer las defensas hebreas para atacar otros objetivos de forma simultánea. Los modelos Ayoub y Mersad, baratos y ensamblados localmente, son algunos de los más utilizados por la milicia. También podría estar operando el modelo iraní Ababil-T, con una carga explosiva de 90 kg.

Por qué Hizbulá no usa toda su potencia de fuego

Pese a que bombardeos de Israel han matado a más de 500 personas en el sur de Líbano en las últimas horas, la organización calificada como terrorista en Estados Unidos no ha desplegado su armamento más sofisticado ni ha atacado abiertamente núcleos de población civil israelíes. ¿Por qué? Algunos observadores como Adrian Blomfield creen que la respuesta más obvia es que Irán está frenando al grupo libanés. Teherán sabe que Hizbulá es la primera capa protectora ante un posible ataque israelí. Si la milicia chií agota sus reservas de misiles guiados de precisión en un conflicto en el que podría salir perdedora, la propia Irán quedaría más expuesta.

Otro argumento expresado por Kassem Kassir, un comentarista libanés con estrechos vínculos con Hizbulá citado por el Daily Telegraph, es que el grupo no quiere caer en la "trampa tendida por Benjamin Netanyahu", el primer ministro de Israel, deseoso, dice, por llevar a Líbano a una guerra total con la esperanza de arrastrar a Estados Unidos al conflicto.