¿A las puertas de la “Tercera Guerra del Líbano”?: así fue el último conflicto con Israel hace 18 años

La imparable escalada de enfrentamientos entre Israel y Hizbulá ha llevado al abismo de una nueva guerra al Líbano, un país sobre el que todas las esperanzas de estabilidad, tolerancia y prosperidad parecen estar de nuevo viniéndose abajo.

En la ruleta de la guerra de Oriente Medio casi ningún conflicto parece ser nuevo y en todos los casos hay precedentes que los más viejos del lugar recuerdan. También en el caso de un conflicto entre Líbano e Israel.

El precedente de lo que ahora está a punto de ocurrir se produjo en 2006, hace ahora 18 años, cuando la conocida por los israelíes como “Segunda Guerra del Líbano” (o simplemente Guerra Israel-Hizbulá) enfrentó durante 34 días, del 12 de julio al 14 de agosto, al grupo terrorista libanés con el ejército israelí.

El conflicto se desató cuando Hizbulá lanzó un ataque sorpresa contra una patrulla israelí en la frontera, secuestrando a dos soldados. En respuesta, Israel lanzó una ofensiva militar a gran escala en el Líbano, denominada Operación Recompensa Justa.

Según los cálculos más fiables, en los enfrentamiento murieron 1.200 libaneses, la mayoría civiles, y más de 150 israelíes, entre los que había tanto soldados como civiles. Según las Naciones Unidas y diversas ONG, la mayoría de los libaneses fallecidos fueron víctimas de los bombardeos aéreos israelíes.

Como está ocurriendo estos días, Israel centró su ofensiva en ataques aéreos y bombardeos intensivos en busca de bases de Hizbulá, complementados con incursiones por tierra en la zona sur del país, feudo de las milicias chiíes.

El grupo terrorista respondió con el lanzamiento de más de 4.000 cohetes en las zonas más castigadas ahora del norte de Israel, acostumbradas a incursiones aéreas de este tipo, que causaron la muerte de decenas de personas. Israel confía en que las mejoras en su escudo aéreo consigan evitar bajas en caso de una respuesta similar en esta ocasión.

La única esperanza que se abre en la comparación de ambos escenarios es que en aquella ocasión, poco más de un mes después de iniciarse los combates, una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU logró frenar los choques con el despliegue de fuerzas de paz en el sur del Líbano.

En el terreno militar, ni Hizbulá ni Israel lograron una victoria clara, con críticas en la parte hebrea por la gestión de la ofensiva y escasos avances políticos y estratégicos por parte de su enemigo del norte. Una historia demasiado conocida en Oriente Medio.

Las tropas libanesas comenzaron a replegarse el 17 de agosto y las israelíes levantaron el bloqueo poco después. 18 años después, la paz no ha conseguido abrirse paso.