Política

China

EE UU intenta aplacar los temores de Rusia y alerta del peligro de la carrera nuclear china

Putin reclama reunirse con Trump para negociar el futuro del tratado de desarme INF.

Fotógrafos frente al puente entre Hong Kong y la China continental, el más largo del mundo sobre el mar con 55 kilómetros
Fotógrafos frente al puente entre Hong Kong y la China continental, el más largo del mundo sobre el mar con 55 kilómetroslarazon

Putin reclama reunirse con Trump para negociar el futuro del tratado de desarme INF.

La amenaza de EE UU de abandonar el Tratado de Fuerzas Nucleares de Rango Intermedio (INF), firmado por Ronald Reagan y Mijail Gorbachov en 1987, ha generado obvias fricciones con Rusia. De tal calibre que el presidente Vladimir Putin expresó ayer mismo su deseo de entablar una negociación con su homólogo estadounidense. El mensaje lo recibió John Bolton, consejero de Seguridad Nacional de EE UU, en su viaje oficial a Moscú. Se trata de salvar como sea el por otro lado tantas veces burlado INF, que prohibía la fabricación de misiles balísticos terrestres o misiles de crucero con un radio de acción entre los 500 y los 5.500 kilómetros. Un pacto esencial para garantizar la seguridad europea.

Un acuerdo, en definitiva, que muchos analistas consideran esencial para explicar el principio del fin de la Guerra Fría. Pero de todo aquello hace ya 30 años y las quejas de los dos países firmantes han sido la tónica. Del lado de EE UU, especialmente, que considera que su interlocutor no ha seguido al pie de la letra las imposiciones del INF. Pero también del ruso, y sobre todo desde que Putin alentó el rearme moral y militar de su país con la intención de consolidar la arboladura de su liderazgo carismático. Hasta el punto de que la Casa Blanca, en tiempos de Obama, amagó con abandonar el tratado. Sucedió en mayo de 2013, cuando Rose Gottemoeller denunció las violaciones del tratado.

Por otro lado los dos países son conscientes desde hace tiempo que existe un agujero negro más allá del INF: China. Una potencia que no firmó nada y que lleva los últimos decenios inmersa en su propia carrera armamentística. Hasta el punto, según repetidas denuncias de la inteligencia estadounidense, de que su potencia de fuego con este tipo de armamento sería ya formidable. Dan Blumenthal, ex del Pentágono, ha señalado incluso que la caída del INF facilitaría a EE UU la posibilidad de desplegar este tipo de misiles en lugares tan decisivos desde el punto de vista estratégico como Japón y Guam.

Trump no ha perdido la oportunidad de recalcar que su país renovará y aumentará la potencia de su arsenal nuclear. Abre la puerta a invertir en los misiles de rango intermedio. Convencido de que su país ha sido burlado, o al menos eso se deduce de sus palabras, el presidente de EE UU comentó que «si Rusia lo está haciendo y China lo está haciendo y estamos cumpliendo con el acuerdo, eso es inaceptable». Un mensaje inequívoco que llega apenas un día después de declarar que Rusia ha violado el INR durante años al tiempo que proclama su estupefacción por la actitud del Obama, que «no lo renegoció o se retiró». «No vamos a permitir que violen un acuerdo nuclear y fabriquen armas mientras nosotros no podemos».

Según Trump, EE UU impulsará la carrera nuclear en tanto en cuanto los otros países no recuperen la cordura. «Es una amenaza para todos, incluidos China y Rusia y cualquier otro dispuesto a jugar ese juego. Rusia no se ha adherido al espíritu del acuerdo». Ciertamente nadie niega que China, entre otros proyectiles, ha desarrollado el llamado DF-26, con un alcance de casi 4.000 kilómetros. Es decir, la clase de misil que el INR prohibía. «Tenemos más dinero que nadie de lejos», añadió, recalcando que la cuestión presupuestaria no será un problema si la Casa Blanca y el Congreso rompen el tratado.

Lo prueba el presupuesto militar para 2019, aprobado el pasado verano, auspiciado por el secretario de Defensa, James Mattis, y que tiene muy en cuenta la evidencia de que tanto Rusia como China trabajan desde hace tiempo en la modernización de sus arsenales nucleares. En declaraciones a la CNN, Bolton explicó que Rusia entiende los motivos de EEUU para abandonar el INR. E incluso que podrían apreciarlas plenamente desde su propia perspectiva estratégica.