Crimen organizado

El legado de «el Chapo» abre una guerra entre narcos

La Fiscalía confirma que dos hijos de Joaquín Guzmán fueron secuestrados en Puerto Vallarta

Las imágenes de las cámaras de seguridad del restaurante La Leche muestran cómo los dos hijos del «chapo» Guzmán fueron apresados sin disparar un solo tiro el pasado lunes en Puerto Vallarta
Las imágenes de las cámaras de seguridad del restaurante La Leche muestran cómo los dos hijos del «chapo» Guzmán fueron apresados sin disparar un solo tiro el pasado lunes en Puerto Vallartalarazon

La Fiscalía confirma que dos hijos de Joaquín Guzmán fueron secuestrados por un comando en Puerto Vallarta

Se avecinan días de furia en el Estado de Jalisco. La peor venganza que le puedes hacer a un narco mexicano es matar a sus descendientes y todo indica que ésa es la intención del cártel de Jalisco Nueva Generación, que al secuestrar a dos de los hijos de Joaquín «el Chapo» Guzmán ha declarado la guerra al cártel de Sinaloa. Aunque en principio la Fiscalía confirmó oficialmente que Jesús Alfredo Guzmán Salazar, uno de los hijos de Joaquín Guzmán, es una de las seis personas que el lunes fueron privadas de su libertad por un comando en Puerto Vallarta, fuentes de la misma dependencia revelaron ayer que también fue secuestrado Iván Archivaldo Guzmán Salazar, el hijo mayor de capo sinaloense.

De acuerdo con la información, ambos hermanos estaban de vacaciones en Nuevo Vallarta, en el municipio de Bahía de Banderas, Nayarit, y pese a las advertencias del cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG) –grupo con el que el cártel de Sinaloa mantiene una disputa– decidieron ir a festejar el cumpleaños de Iván a un restaurante de lujo llamado La Leche, en compañía de sólo dos de sus escoltas. El fiscal informó de que en el grupo en el que estaba el hijo del «Chapo» Guzmán era de 16 personas y que fueron siete sujetos los que entraron al restaurante para sacarlos. Pero aseguró que sólo se llevaron a seis varones y liberaron a nueve mujeres.

Tercer ataque contra la familia

Éste sería el tercer ataque directo en contra de la familia Guzmán después de su encarcelamiento. El primero fue en junio, cuando el grupo de los Beltrán Leyva tomó por asalto La Tuna, la casa de la madre de éste y la registró. A finales de julio fueron asesinados dos sobrinos de su esposa en Ciudad Obregón (Sonora).

Actualmente el CJNC tiene el control total de Nuevo Vallarta, pero el cártel de Sinaloa intenta apoderarse de esta zona, una de las más turísticas del país. El cártel de Sinaloa opera el tráfico de cocaína, heroína, marihuana, drogas sintéticas y piratería en Suramérica, Estados Unidos, Canadá, Europa, África, Asia y Oriente Medio. Tras la detención de «el Chapo» en febrero de 2014, el cártel continúa sus actividades en las que se incluyen a sus hijos, conocidos como Los Menores.

Los dos hijos del «Chapo» ocupan puestos altos dentro de la jerarquía del cártel de Sinaloa y pujan por el control de la banda. Formaron un grupo denominado Los Chapitos que mantiene una guerra interna y sangrienta contra Los Damasco, sospechosos de haberlos entregado a sus acérrimos enemigos.

Jesús Alfredo Guzmán Salazar ejerce como lugarteniente y ocupa una posición estratégica, mientras que Alfredo, de 29 años, es fruto de la relación de Guzmán con su primera esposa, Alejandrina Salazar. Fue incluido junto a su madre en la lista de narcotraficantes internacionales del Departamento del Tesoro estadounidense y está en el punto de mira de la Agencia para el Control de Drogas (DEA), que se refiere a él como uno de los líderes de alto nivel del cártel de Sinaloa.

En el encuentro con Sean Penn

Tanto Alfredo como el primogénito del capo, Iván Archivaldo, fueron mencionados en el relato periodístico escrito por el actor estadounidense Sean Penn y publicado por la revista «Rolling Stone» en enero pasado, tras la recaptura del «Chapo» en Sinaloa, su estado natal. Penn cuenta en ese reportaje cómo se encontró con «el Chapo» en la selva mexicana en octubre de 2015, cuando el criminal aún estaba prófugo de la Justicia tras escaparse por segunda vez de una cárcel de alta seguridad mexicana. De acuerdo con el actor, Alfredo fue designado como uno de sus «escoltas personales» de camino al encuentro.

«Es un tipo bien parecido, delgado y bien vestido, con un reloj de pulsera que podría tener más valor que todo el dinero que albergan los bancos centrales de la mayoría de las naciones. Tiene un reloj espectacular», escribió el actor de Hollywood.

En junio de 2012, las autoridades mexicanas anunciaron que detuvieron a Alfredo en el municipio de Zapopan (Jalisco), junto con otra persona, en una operación en la que las Fuerzas de Seguridad encontraron armas, dinero y documentación falsa. No obstante, la hazaña, que desencadenó una gran expectación mediática, se vino abajo cuando las pruebas realizadas para confirmar la identidad de los detenidos revelaron que ninguno de ellos era el hijo del líder del cártel de Sinaloa. Después de la recaptura de su padre el 8 de enero, Alfredo escribió, en una cuenta de la red social Twitter que se le atribuye, que «el Gobierno sabrá de los Guzmán muy pronto».

Además, el primogénito del mayor capo de la droga del mundo se refirió a la fotografía salida a la luz en esos momentos que atestiguaba el encuentro de Penn con el narco. «Aunque bajito, pero siempre con la mejor postura», escribió Alfredo como pie de foto, en la que se ve cómo el actor y «el Chapo» se dan la mano con las miradas puestas en la cámara.