Venezuela

El régimen prohíbe las protestas

El chavismo amenaza con hasta diez años de cárcel a los que se atrevan a secundar las manifestaciones de hoy y recalca que controlará quién vota y quién no en la Constituyente.

Un opositor venezolano es detenido durante una de las protestas de la huelga general convocada por la MUD, ayer en Caracas
Un opositor venezolano es detenido durante una de las protestas de la huelga general convocada por la MUD, ayer en Caracaslarazon

El chavismo amenaza con hasta diez años de cárcel a los que se atrevan a secundar las manifestaciones de hoy y recalca que controlará quién vota y quién no en la Constituyente.

El presidente Nicolás Maduro, contra las cuerdas, lanzó otro dardo envenenado a la oposición que se mantiene firme en su desafío a través de protestas cívicas. Maduro reiteró el llamamiento a los opositores a participar en la elección de candidatos a la Asamblea Nacional Constituyente y los convocó a una mesa de diálogo. Sin embargo, al mismo tiempo el presidente afirmó que si no acuden los sentará «por ley», tras la reforma constitucional. El régimen, acorralado, también anunció que prohibirá todo tipo de protestas. En palabras del ministro del Interior de Venezuela, Néstor Reverol, a partir de hoy «quedan prohibidas todas las manifestaciones públicas que puedan perturbar» la votación del domingo para elegir a la Constituyente. El ministro amenazó con penas de entre cinco y diez años de cárcel para todos los que violen el veto a las protestas: habrá prisión para «quien organice, sostenga o instigue». Pese a todo, la alianza opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) desafía la orden y anunció que responderá al régimen con «la toma de Venezuela» como estaba previsto. También ayer, y en línea con las medidas impuestas por el chavismo para presionar a que la elección a la Constituyente no sea boicoteada, en el cierre de campaña, el Gobierno chavista recalcó que usará el «carné de patria» mediante el cual sabrán quiénes participaron en el proceso el domingo y quiénes no.

El segundo día de huelga general convocada por la oposición fue ampliamente respaldado. La avenida Libertador principal arteria de Caracas es un buen «termómetro» para medir el nivel de actividad. Ayer de nuevo amanecía semivacía, como algunos barrios de la capital de aspecto fantasmagórico. Calles desiertas y barricas con encapuchados, así se prepara la oposición para la gran marcha programada para hoy, donde se esperan grandes choques. El último intento de frenar la Asamblea Constituyente. Por su parte la organización no gubernamental Foro Penal Venezolano (FPV) contabilizó al menos 171 detenidos en el primer día del paro de 48 horas convocado por la oposición política en Venezuela. Según su director ejecutivo, Alfredo Romero, de los 171 detenidos. Entretanto, los cuerpos de seguridad del Estado y grupos de manifestantes se enfrentaron en varias ciudades que registraron vías cortadas por los opositores. En Caracas los efectivos de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) intentaron dispersarlos con gases lacrimógenos y perdigones, aunque quienes cerraban las calles se reagruparon tras el paso de los agentes. Además, la represión del régimen de Maduro se cobró tres nuevas vidas el miércoles, elevando a 128 el saldo de fallecidos desde el inicio de las protestas en abril.