Parlamento Europeo

El único presidente de la Eurocámara en repetir dos veces

Schulz fue librero de profesión, desarrolló su actividad profesional en varias librerías y editoriales, y luego estuvo dos años a cargo de su propia tienda

El presidente del Parlamento Europeo, Martin Schulz, llega a la rueda de prensa en Bruselas (Bélgica)
El presidente del Parlamento Europeo, Martin Schulz, llega a la rueda de prensa en Bruselas (Bélgica)larazon

Librero de profesión, desarrolló su actividad profesional en varias librerías y editoriales, y luego estuvo dos años a cargo de su propia tienda.

El socialista alemán Martin Schulz ha sido el único presidente que ha repetido en el cargo en la historia de la Eurocámara y vuelve a la política de su país tras 22 años de carrera en el Parlamento Europeo (PE).

Eurodiputado desde 1991, asumió el cargo de presidente en 2012, un mandato que repitió dos años y medio más tarde cuando aspiraba a ser el presidente de la Comisión Europea, pero el Partido Popular Europeo (PPE) de Jean-Claude Juncker obtuvo mejores resultados en los comicios.

Pero antes de entrar en política europea, y cuando ya era miembro del SPD (Partido Socialdemócrata de Alemania), Schulz fue librero de profesión, desarrolló su actividad profesional en varias librerías y editoriales, y luego estuvo dos años a cargo de su propia tienda, que regentó durante doce años, hasta que asumió su cargo como eurodiputado.

Su ambición de joven era ser futbolista profesional, pero una grave lesión de rodilla le obligó a renunciar a ese sueño.

Su militancia política en el SPD empezó a los 19 años, donde fue ascendiendo hasta que, con 31, se convirtió en el alcalde más joven del ayuntamiento de Würselen (Renania del Norte Westfalia).

En 1994 fue elegido por primera vez miembro del Parlamento Europeo y pronto cobró notoriedad por su estilo directo, su vehemencia y firmes convicciones.

Muchos recuerdan su fuerte enfrentamiento con Silvio Berlusconi, cuando ambos eran eurodiputados, en el pleno de Estrasburgo en 2003, que abrió una grave crisis en el Parlamento y en el que Il Cavaliere tildó al socialista de "capo nazi".

Desde comienzos de 2012 pasó a presidir el PE en virtud del pacto de legislatura adoptado por la Alianza Progresista de Socialistas y Demócratas (segunda fuerza del hemiciclo y que lidera el Partido de los Socialistas Europeos, PSE) y los conservadores del PPE.

En este tiempo le tocó lidiar con la crisis del euro y, con la mente puesta en las deudas soberanas y la crítica situación de algunos países, apuntó que "por primera vez desde su fundación, el fracaso de la Unión Europea es una posibilidad real".

En 2014, ambos firmaron un acuerdo por el que el PPE debe asumir la presidencia en enero de 2017, aunque Schulz había manifestado abiertamente su apego a la institución y su voluntad de quedarse.

En estos años Schulz ha reivindicado el papel de la institución en las políticas europeas, en un momento en el que la Unión Europea atraviesa varias crisis que cuestionan la continuidad del proyecto.

Un mandato no exento de polémicas, como la que protagonizo con sus duras críticas a la deriva antidemocrática en Polonia, tras la llegada al Gobierno del nacionalista Ley y Justicia, que dijo tener "carácter de golpe de Estado", un debate que llevo al pleno de la Eurocámara.

También le ha tocado lidiar con las trifulcas parlamentarias como las protagonizadas por los eurófobos británicos del Ukip, liderados por Nigel Farage, que han provocado momentos muy tensos en el hemiciclo.

Schulz impulsó una investigación interna en el Parlamento, que está ahora en manos de la Fiscalía francesa, para dilucidar la sonada pelea entre los miembros de ese partido, sumido en una crisis interna en pleno debate sobre el "brexit".

En el último año, a pesar de los rumores de que volvería a la política alemana, Schulz ha mostrado su voluntad de quedarse, y los socialistas han impulsado una campaña para mantener el mandato, con el argumento de que las tres instituciones no pueden estar presididas por la misma familia política, con Jean-Claude Juncker en la Comision Europea (CE) y Donald Tusk en el Consejo.

También era sabida su "sintonía"con Juncker, lo que hacía pensar a muchos que, a pesar del pacto, se podría llegar a mantener el "statu quo"durante toda la legislatura

Mònica Faro/Efe