Sabotaje

El espionaje holandés informó a la CIA de que Ucrania estaba a punto de volar el gasoducto Nord Stream

Una investigación periodística sostiene que fue el general ucraniano Valery Saluschnij quien estuvo a cargo de la operación de sabotaje

Explosión del gasoducto Nord Stream en septiembre de 2022
Explosión del gasoducto Nord Stream en septiembre de 2022Guardia costera sueca

Casi nueve meses después de las explosiones en los gasoductos Nord Stream 1 y 2 del Mar Báltico, cada vez hay más evidencias, aunque no conclusiones definitivas, sobre quién voló las tuberías que envía el gas ruso a Alemania. En septiembre del año pasado, cuatro explosiones dañaron tres de las cuatro tuberías. Nord Stream 1 ya había sido cerrado por Rusia en el verano y Nord Stream 2 estaba recién terminado pero nunca tuvo licencia para operar. En el momento de la voladura, por ambos gasoductos circulaba gas natural que se escapó en grandes cantidades por la superficie del mar cuando alguien decidió detonar una abundante carga explosiva.

Desde hace tres, Alemania, Dinamarca y Suecia están realizando investigaciones independientes, pero es la prensa de estos países la que está sacando a la luz pistas nuevas que conducen a una misma dirección: Ucrania. La semana pasada se supo que la CIA de EEUU supo tres meses antes del incidente que Ucrania tenía un plan para destruir el gasoducto. En las últimas horas, una investigación realizada por la cadena pública neerlandesa NOS, el diario alemán Die Zeit y la cadena de radiodifusión alemana ARD revela que la agencia de inteligencia estadounidense se puso en contacto con Ucrania para pedir que no se ejecutara dicho plan.

Fueron los servicios de espionaje holandeses los que informaron a EEUU y a otros países europeos de que Ucrania tenía planes para atacar la infraestructura energética clave mediante la cual Alemania recibía gas natural de Rusia. Ucrania tenía argumentos para justificar este ataque. Tras la invasión rusa, destruir los oleoductos era una manera de evitar que Rusia obtuviera fondos para financiar su guerra. El gobierno de Volodimir Zelenski se juega mucho en esta investigación. Si finalmente se consigue probar que Kiev orquestó la voladura del Nord Stream, muchos alemanes se enfadarán con Ucrania porque aquel incidente disparó el precio del gas en el mercado europeo.

Tanto el Gobierno como los servicios de Inteligencia de Ucrania han negado públicamente cualquier responsabilidad en este incidente, que avivó las tensiones políticas y energéticas en plena escalada militar. Las autoridades de Rusia también se han desmarcado, señalando en cambio a los posibles beneficios políticos y económicos que obtendría Estados Unidos por el sabotaje.

Sin embargo, la emisora ​​holandesa NOS, citando al servicio secreto holandés, asegura que fue el general ucraniano Valery Saluschnij quien estuvo a cargo de la operación, en la que presuntamente habrían participado un equipo de buzos de cinco hombres y una mujer que alquilaron un pequeño barco con una identidad falsa desde la que se lanzaron para colocar los explosivos sobre las tuberías. Al parecer, Zelenski no fue informado de la operación.

Según de Wall Street Journal, los investigadores alemanes también están examinando evidencias sobre la posible participación de Polonia en la operación, sirviendo como base para el ataque. Varsovia ha negado cualquier conexión con el sabotaje.

Una investigación del periodista estadounidense Seymour Hersh apuntó hace meses a la inteligencia de EE. UU., con la colaboración de Noruega y otros países occidentales.