Defensa

Esto es todo lo que sabemos hasta ahora de la 'Cúpula Dorada' de Donald Trump

El Pentágono centra en la inteligencia artificial el desarrollo del nuevo sistema antimisiles Golden Dome

Donald Trump durante la presentación del proyecto Cúpula Dorada
Donald Trump durante la presentación del proyecto Cúpula DoradaEFE/Chris Kleponis/Pool

El proyecto de defensa antimisiles conocido como "Golden Dome" emerge como la nueva gran apuesta de Estados Unidos en la protección de su espacio aéreo, posicionado como una vanguardia de la inteligencia artificial. Sin embargo, este ambicioso sistema, diseñado para proteger la seguridad nacional, se halla envuelto en un halo de estricto secretismo.

Tal es la opacidad en torno a "Golden Dome" que el propio Secretario de Defensa, Pete Hegseth, ha prohibido expresamente a los funcionarios del Departamento de Defensa discutir el proyecto en simposios o foros públicos. Además, se ha denegado el acceso a los periodistas a la jornada industrial no clasificada, lo que subraya la discreción sobre las razones de tanto silencio oficial en un asunto de calado.

Esta férrea política informativa contrasta con la importancia del programa, destinado a redefinir las capacidades de defensa del país. La naturaleza del "Golden Dome" y sus promesas tecnológicas hacen que la ausencia de información pública resulte un aspecto a considerar en torno a su desarrollo y el alcance real de sus implicaciones.

La promesa tecnológica de un escudo inquebrantable

En este sentido, la inteligencia artificial se perfila como el pilar central del "Golden Dome", con el objetivo de integrar sensores e interceptores para acelerar drásticamente la detección y el seguimiento de amenazas según apuntan desde Defenseone. La IA busca permitir el rastreo de un volumen notablemente mayor de misiles y procesar datos a velocidades inalcanzables para los humanos, afrontando así los desafíos de cantidad y tiempo que plantean los ataques a gran escala. Además, los interceptores del "Golden Dome" están diseñados para derribar misiles en todas las etapas de vuelo, incluyendo la compleja fase de planeo, que es crítica para los misiles hipersónicos modernos. Un "Concepto de Control de Fuego Habilitado por IA" es un elemento medular, previendo un rol supervisor "on the loop" para los operadores humanos.

Asimismo, la arquitectura principal de "Golden Dome" aspira a integrar una vasta gama de radares, sensores y sistemas de misiles ya operativos o en desarrollo. Esto implica la compleja tarea de hacer compatibles distintas tecnologías y plataformas de armas para funcionar como un sistema unificado de defensa aérea, lo que amplía la capacidad de respuesta y adaptabilidad ante distintas amenazas.

Por otro lado, a pesar de la promesa tecnológica, el "Golden Dome" enfrenta desafíos de gran envergadura. El más importante, según fuentes cercanas al proyecto, radica en coordinar los datos procedentes de diversos sensores y garantizar la compatibilidad entre una amplia variedad de sistemas de lanzamiento de múltiples proveedores.

Finalmente, los planes del Pentágono para el "Golden Dome" incluyen el despliegue de 11 baterías de misiles de corto alcance a lo largo y ancho de Estados Unidos, lo que subraya la magnitud y el alcance nacional de la iniciativa. Este despliegue no solo refuerza la defensa aérea, sino que también pone de manifiesto la confianza en la inteligencia artificial como piedra angular de la seguridad futura.