Sanciones a Rusia

Los Veintisiete desoyen a Ucrania y no pulsan el botón nuclear de Swift

Las reservas de Alemania, Italia y Francia impiden dar este paso de desconectar a Rusia del sistema de pagos internacionales

Los líderes europeos reunidos ayer en la capital comunitaria optaron por una estrategia escalonada en la que ir cercando de manera progresiva a Vladimir Putin, dejándose la artillería pesada para la traca final.

Tras una reunión que terminó de madrugada, los Veintisiete aprobaron un segundo y ambicioso paquete de sanciones que pretende golpear a todos los frentes de la economía rusa con restricciones al sector financiero y energético, el transporte, las exportaciones y los visados.

“Este paquete incluye sanciones financieras que cortan el acceso de Rusia a los mercados de capitales más importantes. Ahora estamos señalando al 70% del sistema bancario ruso pero también las empresas participadas por el Estado, incluidas aquellas del campo de la defensa”, aseguró ayer la presidenta del Ejecutivo comunitario, Ursula Vonn der Leyen en una rueda de prensa de madrugada en la que se felicitó por la unidad de los socios.

A pesar de esto, las capitales europeas no se atrevieron ayer a lo que en los círculos económicos de denomina pulsar el botón nuclear: desconectar a Rusia del sistema de transferencias electrónicas Swift. Aunque había algunas capitales europeas que pedían ya activar esta opción, como los países del Este, las reservas de Alemania, Italia y Francia hicieron que finalmente acabara triunfando este enfoque gradual.

No es la primera vez que a las cancillerías europeas les tiemblan las piernas a la hora de poner en marcha esta medida. Esta opción ya se barajó en 2014 tras la anexión de la península de Crimea y acabó siendo descartada. Desde entonces, Moscú ha intentado poner en marcha un rudimentario sistema nacional que, sin embargo, no puede compararse con Swift.

Hasta ahora, el único país al que Occidente ha castigado con esta medida es Irán por su programa de enriquecimiento de uranio El país de los ayatolás perdió un tercio de su comercio internacional y la propia Rusia reconoció en el pasado que esta medida podría conllevar una contracción de su economía del 5%. Pero el problema reside en que los países europeos también correrían riesgos ya que este sistema es el utilizado para pagar las transacciones de gas y petróleo de las que algunas capitales dependen fuertemente.

“Reservar” la baza de Swift

A su llegada ayer a la cumbre europea, el propio canciller Olaf Scholz reconoció que la mejor opción era “reservar” la baza de Swift sin explicar exactamente qué puede desencadenar su aprobación. En todo caso, se abre ahora la posibilidad de un tercer paquete que, además de esta medida, también sancione al propio Vlamdimir Putin – todavía ausente de los castigos- y también al círculo más estrecho de oligarcas que le sostienen

La respuesta europea europea no ha gustado a Ucrania. Ayer su presidente Volodímir Zelenski, intervino de manera telemática en la cumbre europea y pidió al club comunitario la activación de SWIFT y sanciones energéticas. Tras conocer el resultado de la cita europea, el mandatario ucraniano ha mostrado su decepción con los líderes europeos.

En un vídeo publicado en la madrugada del viernes en su cuenta de Telegram mientras se reanudaban los bombardeos en el país, expone amargamente que “esta mañana estamos defendiendo nuestro país solos. Como ayer, las fuerzas más poderosas del planeta nos están viendo desde lejos. ¿Las sanciones de ayer convencen a Rusia? Vemos nuestro cielo y nuestra tierra y no ha sido suficiente”.

Hoy los embajadores europeos darán la aprobación formal al texto de sanciones acordado ayer, que esta tarde será refrendado por los ministros de Exteriores.