Guerra

Testigo directo en Zaporiyia: “Mataré a los rusos tranquilamente y con una sonrisa”

Esta región central de Ucrania ha dejado de ser un lugar seguro para los que huían de la ofensiva del Este y se ha convertido en un enclave estratégico para el corredor terrestre de Putin. Sus vecinos se preparan para luchar

ZAPORIYIA, 04/04/2022.- Una niña saluda desde un autobús en el que ha llegado a Zaporiyia. Esta ciudad del centro este de Ucrania se ha convertido en el lugar al que llegan la mayor parte de personas que huyen de Mariúpol y las localidades cercanas controladas por el ejercito ruso. EFE/Manuel Bruque
ZAPORIYIA, 04/04/2022.- Una niña saluda desde un autobús en el que ha llegado a Zaporiyia. Esta ciudad del centro este de Ucrania se ha convertido en el lugar al que llegan la mayor parte de personas que huyen de Mariúpol y las localidades cercanas controladas por el ejercito ruso. EFE/Manuel BruqueManuel BruqueAgencia EFE

Los arboles florecen, la gente pasea por el parque tranquilamente, tanto las cafeterías como las tiendas casi todas están abiertas… La primavera definitivamente ya llegó en la ciudad de Zaporiyia. La serenidad del paisaje impacta, al considerar que unos 60-70 kilómetros al sur y sureste de la ciudad siguen las batallas duras y por cada hectárea de la tierra de la región. Según informan las fuentes dentro de las zonas ocupadas, Rusia está reuniendo cada vez más fuerzas. En la ciudad de Vasylivka, que está en la línea de la colisión, la cantidad de los soldados rusos ha aumentado drásticamente en los últimos días. En algunas partes ya están repartiendo la ayuda humanitaria entre sus partidarios.

Zaporiyia se ha convertido en una esperanza para miles de personas que llegan desde el sur y sureste de Ucrania, miles de vidas destruidaspor el corredor terrestre que quiere establecer Putin desde Transnistria en Moldavia hasta Rostov en Rusia. Hace una semana el general ruso, Rustam Minnekayev, especificó por primera vez cuáles eran los planes militares del Kremlin. Aseguró que el objetivo es construir un corredor desde Donbás hasta Transnistria. El comportamiento de las tropas rusas y los ataques recientes a la región prorusa confirman estas declaraciones y muestran que están preparándose para instalarse en este territorio por un largo periodo de tiempo. Los que no están de acuerdo, se eliminan o obligan a colaborar.

“Nuestra ciudad, la amamos mucho y la llamamos nuestro rincón del paraíso.. Creo que ya estamos un poco acostumbrados a los explosiones y las noticias del frente. En mi clínica también tenemos un par de personas que llegan y se preocupan demasiado, pero así no conseguimos nada. Hay que mantener la calma”, dice Olga, una dentista que tiene su propia clínica dental donde ayuda a los soldados de forma gratuita.

En el mercado central, que no es solo un sitio de la compra sino también una fuente de noticias y rumores, se puede escuchar las conversaciones sobre las posibles vías de escapada de Zaporiyia. Aquí también está claro que la ciudad no está de todo tranquila cómo parece a la primera vista, y sus habitantes literalmente están contando la distancia que separa Zaporiya del Ejército ruso. Una mujer de aproximadamente unos 30 años que está esperando en la cola comenta a su amiga: “Han bombardeado Orijiv hoy, donde está nuestro Ejército…Hay muertos y heridos… Y ya están en Vasylivka, es decir cerca, aproximadamente 40 kilómetros. Hasta unos 20 kilómetros no me muevo pero a partir de esa distancia cojo mi maleta y a huir”.

Un hombre de 45 años se une a conversación y dice que no va a ningún lado y que tiene un plan de “matar a los rusos tranquilamente y con una sonrisa” como se hacen los partisanos de Melitopol (una ciudad controlada por los rusos), y ya “tiene un paquete de veneno preparado”.

Bombardeos de Zaporiyia

“Hemos huido del pueblo Mirne [la región de Zaporiziya], allí están las tropas rusas. Al principio, han sido muy amables con nosotros, incluso intercambiaron sus pates por la comida casera. Pero días después la cosa cambió. Entraron en casas y cogieron todo: las gallinas, los pavos, los patos…Escondimos en los sótanos por los bombardeos pero entraron y nos conminaron a salir en 5 segundos. En caso contrario amenazaron de tirar una granada y sacarnos de allí. Estábamos muy cansados de los bombardeos. Llegamos a Zaporiyia, y... regresan los ataques de nuevo... Cuando escuché de sonido del silbato [del cohete] cerré los ojos y me puse a llorar. Mi nieta me preguntó si nos quieran matar aquí también”, - comenta Galyna de 59 años y mientras cuenta está abrazando a su amiga Valentina de 51 años que está llorando al recordar todo el terror que habían pasado los últimos 2 meses. Juntos con sus vecinos huyeron de su pueblo, donde había dejado todo. Hasta desataron las vacas para salvarles de los bombardeos. Se escucha mucha pena en su voz cuando acuerdan que los animales les perseguían mugiendo.

Guerra Ucrania 01 mayo 2022
Guerra Ucrania 01 mayo 2022Teresa Gallardo

Al salir de su pueblo fueron acogidos por sus amigos en Zaporiyia. Pero aquí se fueron de los testigos de otro bombardeo que tuvo lugar el jueves y resultó en decenas de casas destruidas, por lo menos 4 personas heridas, y entre ellos un niño de 11 años.

Un hombre de Gulyaipole, otro punto caliente en la región y ciudad donde siguen las batallas callejeras, quiso encontrar el refugio en Zaporiyia junto a su familia de cinco personas. Pero los cohetes rusos destruyeron la casa en la que se establecieron y su coche, que ya no tiene vidrios. “No tenemos otro refugio y ya no hay coche. Ahora no se a donde podemos ir”, comenta el hombre que no quiso revelar su nombre.

“Ya nos llaman nueva Bucha”

Ya nos llaman nueva Bucha. Todo lo que dicen es la verdad. Secuestran a la gente que no les gustan y matan. A una chica del pueblo Orlianka que está al lado, la violaron en grupo. También quitan los coches a la gente que no puedan escapar”, comenta Irina de 23 años del pueblo Shevchenky. Su niño tiene un años y 9 meses y una patología de falta de oxígeno en el cerebro. Consiguieron escapar porque necesitaban llevar al pequeño al médico y a un soldado de chechenia “por el acento y la aparencia” le dio mucha pena.

“Dijo que quitaría el coche porque en su casa espera una mujer con el niño de la misma edad. Por eso, nos dejo pasar. Lo único que hicieron es desnudar a mi marido, ya que buscaron los tatuajes de pertenencia a Azov”, comenta Irina.

Los secuestros, las torturas, las amenazas a la familia, la instalación de los símbolos nacionales de Rusia, el desmontaje de los monumentos ucranianos, los registros de la población obligatorios, el robo masivo de trigo y las instalaciones de las fabricas, el impedimento de los trabajos en campo... Los testimonios de los que llegan a centros voluntarios de Zaporiyia muestran que los rusos tienen planes de quedarse mucho tiempo.

“Cuando entraron mataron a 12 personas de la defensa territorial, les delató alguien de los locales”, cuenta Tetiana de 38 años de Melitopol. Junto con su niña escaparon de la ciudad ya que el nombre de uno de los checkpoints ruso pronunció mal a su apellido y no les encontró en la lista. Se pone a llorar junto con su hija de 13 años. Su marido fue secuestrado por los rusos y torturado por estar en el Ejército ucraniano hasta 2020. Le desnudaron y grabaron un vídeo con humillaciones, saltaron para un par de días para dejarle pensar un poco. Para “ayudarle a pensar” secuestraron al suegro. Eso fue el momento decisivo para Tetiana.

Cogí a mi hija, y me fui a Zaporiyia. Tuve que salvarla… Pero no sé que pasará con mi marido. Mi única esperanza es que nos liberen pronto”, comenta Tetiana.

Amenaza nuclear

Además de la línea del frente, la ciudad tiene otras razones para preocupación. Una de ellas es la amenaza nuclear. El 26 de abril, el día de aniversario de la catástrofe Chernóbil, los misiles rusos sobrevolaron a baja altura la central nuclear de Zaporiyia, la mayor de Europa y la tercera del mundo. La planta tanta como la ciudad donde se encuentra en este momento está controlada por los rusos. Energoatom, la compañía que la gestiona llamó el ataque “el terrorismo nuclear que va en aumento” y cuya amenaza “se hace más evidente”. Así, tras la liberación de Chernóbil Zelenskiy ha denunciado el nivel de radicación aumentado ya que los rusos trataron a la planta nuclear “como un campo de batalla normal”.