Guerra

Los misiles HIMARS allanan la contraofensiva de Ucrania sobre Jersón

El Gobierno de Zelenski pide a la población civil que abandone la zona ante la previsión de que se intensifiquen los combates

Militares ucranianos limpian la artillería en unos ejercicios en la región de Jarkiv, Ucrania
Militares ucranianos limpian la artillería en unos ejercicios en la región de Jarkiv, UcraniaEvgeniy MaloletkaAgencia AP

Ucrania continúa debilitando las defensas de Rusia en el sur en una aparente preparación para una contraofensiva intensificada en Jersón. Uno de los pocos puentes en Jersón, el puente Antonov, resultó dañado en un bombardeo el martes. El puente es una de las rutas logísticas clave para las tropas rusas que operan en el área al otro lado del río Dnipro. Los funcionarios locales instalados por Rusia afirman que Ucrania lo atacó utilizando lanzacohetes múltiples Himars proporcionados por Estados Unidos. Un funcionario ucraniano, subjefe del consejo regional electo, Yuriy Sobolevskyi, dijo que el puente seguía operativo «por ahora». Un video filmado por un testigo muestra varios agujeros grandes en la carretera para automóviles que pasa sobre el puente, pero el puente parece estar todavía en gran parte intacto. El Ejército ucraniano no ha proporcionado ningún comentario específico aparte de asegurar que la contraofensiva en Jersón continúa con éxito.

Ucrania indicó anteriormente que estaba formando un ejército de un millón de efectivos para reconquistar Jersón y otros territorios perdidos. Ha estado atacando objetivos militares en el área en las últimas semanas utilizando Himars, que son de mayor alcance y más precisos que las armas en su mayoría de la era soviética que Ucrania usó anteriormente. Si bien los funcionarios ucranianos insistieron anteriormente en que se necesitan docenas de estos sistemas para cambiar el rumbo de la guerra, el máximo militar de Ucrania, Valerii Zaluzhnyi, afirmó en su conversación con el homólogo estadounidense Mark Milley, que los HIMARS han ayudado a estabilizar la línea del frente. Zaluzhnyi, así como el Ministro de Defensa Olexiy Reznikov, han hablado con sus socios clave antes de la próxima entrega de las reuniones periódicas de los ministros de Defensa de los países que proporcionaron sus armas a Ucrania.

Un destino vacacional en ruinas

Las fuerzas ucranianas han estado avanzando en Jersón ya durante meses. Ha liberado unas 44 aldeas, que sin embargo, continúan siendo bombardeadas por la artillería rusa. La región costera, en su mayoría agrícola, ha sido el hogar de más de un millón de personas. Solía acoger a varios cientos de miles de vacacionistas cada año. Ahora sus playas están vacías. Varios cientos de miles de habitantes han abandonado los territorios ocupados tras haber sido testigos de una brutal represión contra la oposición, intentos de introducir la moneda rusa y el plan de estudios escolar ruso, así como la falta de medicamentos y alimentos vitales. Los funcionarios instalados en Rusia han advertido en varias ocasiones que la región se convertirá en parte de Rusia. Moscú también ha tratado de aislar la región de los operadores móviles ucranianos y tiene oportunidades limitadas para una emigración segura.

La gente sigue saliendo, muchos a pie hacia la región de Dnipro controlada por Ucrania, así como a través de la península de Crimea y la parte europea de Rusia hacia los países de la UE. Ucrania ha instado a la gente a abandonar la zona para disminuir los riesgos de bajas entre los civiles, ya que se espera que los combates se vuelvan aún más intensos. A su vez, ayer el Parlamento ucraniano aprobó el martes la decisión de Volodimir Zelenski de despedir al jefe de espías Ivan Bakanov y a la fiscal general Iryna Venediktova.

El presidente ucraniano los destituyó debido a los múltiples casos de traición evidente o posible cometidos por sus empleados, especialmente en las zonas ocupadas del sur y este del país. También ha habido avances en el nombramiento del jefe de la oficina del Fiscal Especializado Anticorrupción, que es uno de los requisitos clave en el camino hacia la adhesión de Ucrania a la UE.

Mientras tanto, Rusia ha llevado a cabo ataques con misiles y artillería en las ciudades de Kramatorsk y Sloviansk que se han convertido en sus principales objetivos en la región de Donetsk. La población, en su mayoría de habla rusa, solía ver a Putin favorablemente, pero ha sufrido más por la promesa de “liberarlos”. Basándose en la superioridad de la artillería, el modus operandi de Rusia en esta guerra es arrasar ciudades enteras, tanto para no dejar a las tropas ucranianas ninguna base desde la que operar como para aterrorizar a la población local. Alguna vez conocida como la región industrial clave de Ucrania, con muchas ciudades formadas alrededor de grandes plantas mineras, químicas y metalúrgicas, Donbás enfrenta un futuro incierto ya que sus principales fuentes de trabajo e ingresos están siendo destruidas por los rusos.