Corrupción

La sede del PPE es registrada en la capital comunitaria

El principal sospechoso es el jefe de campaña de Manfred Weber, secretario general del partido

La sede del Partido Popular Europeoen la capital comunitaria, en el barrio que alberga las instituciones europeas, ha sido registrada este martes por un posible caso de corrupción, en un dispositivo conjunto de la policía belga y alemana.

El principal sospechoso es el abogado de la CDU Mario Voigt, el responsable digital de la campaña a las elecciones europeas del eurodiputado alemán Manfred Weber. Tras conocerse estos hechos, el Partido Popular Europeo ha emitido un comunicado en el que confirma esta operación policial, relacionada con un contrato de una empresa en el Estado alemán de Turingia. La formación asegura que no hará nuevas declaraciones mientras la investigación esté en marcha. Voigt es el actual líder de CDU en este Estado federado y le fue retirada la inmunidad debido a una investigación de la Fiscalía, aunque se desconoce todavía si hablamos de casos relacionados.

Según el portal Euractiv, la policía de estos dos países se ha incautado de material informático que ahora está siendo analizado. Aunque aún falta mucha información por conocer, este caso pone en la diana a uno de los políticos más conocidos del hemiciclo europeo. Manfred Weber ostenta el doble cargo de jefe de grupo de los populares europeos en la Eurocámara y secretario general del partido. Además, la delegación alemana es la más poderosa del Parlamento Europeo tanto por número de representantes como por influencia política.

En 2019, este político bávaro concurrió a las elecciones europeas como jefe de lista por parte del Partido Popular Europeo, dentro del proceso conocido como spiztenkandidaten, por el que el representante de la fuerza más votada se convertía de manera automática en candidato para presidir la Comisión Europea. A pesar de esto, los jefes de Estado y de Gobierno de los Veintisiete decidieron no designar a Weber como sucesor de Jean Claude Juncker, aunque a cambio se decantaron por Ursula von de Leyen, también alemana y del Partido Popular Europeo. El proceso de spiztenkandidaten tenía como objetivo fomentar una campaña electoral a la Eurocámara que propiciara el debate real en asuntos europeos, en línea como las celebradas en los comicios nacionales.