550 drones y misiles apuntaron a Kiev durante la noche en un ataque de Rusia que siguió a la conversación del líder ruso Vladimir Putin con Donald Trump. Los ataques comenzaron a las ocho de la noche del jueves y se prolongaron hasta las cinco de la madrugada, con oleadas de drones kamikaze «Shahed» de diseño iraní, seguidos por misiles de crucero, balísticos y misiles hipersónicos «Kinzha». Aunque la mayoría de los drones y dos misiles fueron interceptados por las defensas aéreas locales, 63 drones y 9 misiles alcanzaron sus objetivos en ocho ubicaciones diferentes, según informó la Fuerza Aérea de Ucrania, mientras que fragmentos de drones derribados cayeron en otras 33 ubicaciones, causando más daños. Como resultado, se iniciaron incendios en la mayoría de los distritos de la capital ucraniana. Varios edificios residenciales, almacenes, automóviles (incluyendo cinco ambulancias), infraestructuras ferroviarias y el edificio de la embajada polaca resultaron dañados, informaron las autoridades locales al tiempo que instaron a los vecinos a cerrar las ventanas ante el deterioro de la calidad del aire.

Al menos una persona murió y 26 resultaron heridas. Miles de ciudadanos se refugiaron en estaciones de metro, aparcamientos y sótanos.

«No he tenido tanto miedo como ayer en mucho tiempo. El sonido más terrible es el zumbido fuerte de un dron que se acerca, y parece que ya está justo sobre tu cabeza, en tu ventana», compartió la autora Slava Svitova en sus redes sociales por la mañana. La imagen de un pájaro, aferrado a una red antimoscas en la ventana de su casa, quedó grabada en la memoria de Svitova. Temblando, intentó abrir la red para salvarlo, solo para verlo desaparecer tras otra explosión.

«Una noche horrible y sin dormir en Kiev. Una de las peores hasta ahora», reaccionó Andri Sibiga, ministro de Asuntos Exteriores. Señaló que Putin lanzó este ataque después de hablar con Trump, «mostrando su completo desprecio por EE UU y todos los que han pedido el fin de la guerra». Moscú debe enfrentar las sanciones más duras y Ucrania debe recibir todos los medios necesarios para defenderse, subrayó Sibiga.

«Putin todavía quiere toda Ucrania. Y está intentando lograrlo atacando la retaguardia, porque no puede conseguirlo en el frente», destacó el coronel Andri Kovalenko, del Consejo de Seguridad y Defensa Nacional de Ucrania. A pesar de los daños, los habitantes de Kiev siguieron con sus rutinas diarias por la mañana.

El ataque ocurrió un día después de que se supiera que EE UU detuvo las entregas de misiles clave de defensa aérea y otras armas a Ucrania, oficialmente por la necesidad de evaluar sus reservas. Según fuentes citadas por NBC, el secretario de Defensa, Pete Hegseth, tomó la decisión unilateralmente, ignorando una revisión que mostraba que las reservas de armas enviadas a Ucrania seguían siendo adecuadas.

Ucrania está desarrollando sus propios medios para interceptar drones rusos. Según Zelenski, decenas de ellos fueron derribados durante el último ataque con drones interceptores. Pero Ucrania necesita el apoyo de EE UU para repeler ataques aéreos rusos.

Tras su conversación con Putin, Trump reconoció, por primera vez tras una llamada de este tipo, que el líder ruso no parecía dispuesto a buscar la paz. La mayoría de los ucranianos temen que esto no conduzca a cambios significativos en la política de EE UU, con Trump reacio a aumentar la presión contra Moscú.

Algunos esperan que los ataques de Rusia puedan impulsar a Trump a considerar un proyecto de ley que impondría aranceles comerciales a los países que sigan comprando petróleo ruso, financiando así su guerra.

Ucrania también está incrementando su capacidad para atacar territorio ruso. Según informes desde Rusia, una planta militar de Rostov, productora de componentes ópticos para armas rusas, fue atacada por un nuevo tipo de drones el viernes por la mañana.