Guerra

La resistencia de Ucrania en cuatro victorias clave

En Jarkiv, el Ejército de Zelenski logró reconquistar en días lo que a Moscú le costó meses y miles de vidas ocupar. Jersón fue detrás y golpeó de lleno la moral de las tropas rusas

Un residente en un edificio de apartamentos destruido tras un bombardeo nocturno en Jersón
Un residente en un edificio de apartamentos destruido tras un bombardeo nocturno en JersónMaria SenovillaAgencia EFE

El primer tren nocturno a Jersón fue uno de los momentos más emotivos de este largo año… La noche se hizo corta entre conversaciones con la gente que volvía a su casa. Narraron los horrores que vivían bajo la ocupación rusa, cómo consiguieron escapar de la ciudad y que sueñan a reunirse con sus familias. Con las primeras rayas del sol se pudo ver los paisajes dejados por la guerra: las trincheras y objetivos de la vida cotidiana de los soldados, que nos saludaron desde los edificios bombardeados. Las familias y los niños salían corriendo de sus casas para saludar a los pasajeros desde lejos. En el andén un soldado estaba tocando el violín. Felices pasajeros abrazaron a sus familias que no habían visto desde hace meses. Las flores y las canciones. Un momento de felicidad amargado por los sonidos de artillería. Alguna gente cubierta por las banderas de Ucrania estaba llorando, y su cara reflejaba también alivio y dolor de los últimos meses. Este sabor agridulce tuvo cada victoria de Ucrania: «¿Lo hemos conseguido pero a qué precio?».

«Kyiv en tres días»

El Ejército ruso, considerado el segundo ejército en el mundo, esperaba en Ucrania una victoria fácil. Las inteligencias occidentales decían que Kyiv caería en dos-tres días, esperando la resistencia, pero la resistencia de guerrilla (por eso, el primer suministro de armas fue NLAW y Stingers). Las tropas rusas cruzaron la frontera ucraniana en columnas esperando una victoria fácil y un desfile en la calle principal de la capital. Sin embargo, el «blitzkrieg» no funcionó: mientras el Ejército ucraniano mostró que era capaz de proteger al país, la gente se mostró preparada para autoorganizarse y luchar contra las tropas del enemigo. El sistema de voluntariado que nació durante Maidán, la revolución pro europea ucraniana del 2014, se convirtió en un fenómeno a gran escala cubriendo las necesidades del Ejército que no era capaz de cubrir el Estado ucraniano en ese momento. Los que no lucharon pagaron de su bolsillo: las cantidades de dinero donado fueron cósmicas. La gente de los pueblos de la capital recordó las recetas de los cócteles Molotov usados contra las policías y se preparó para luchar. Incluso en las zonas que Kremlin considera «prorusas», como Mykolaiv en el sur de Ucrania, la población salía a las calles para parar los tanques. A finales de marzo, ya estaba claro que para el Ejército ruso era imposible atacar y mantener un territorio tan grande. Tras encontrar la resistencia, las tropas de Putin se retiraron de las regiones de Kyiv y Chernigiv.

Mykolaiv, el guardián de Odesa

Mykolaiv es una ciudad que se ha convertido en un auténtico símbolo de resistencia de la guerra de Ucrania contra Rusia. En la época soviética, era una ciudad cerrada. No se permitía a los extranjeros visitarla porque se constituía en un importante astillero militar donde se construían cruceros de misiles y portaaviones. En los pueblos cercanos hay muchas familias de los militares. Durante meses la ciudad estaba bajo el asedio de las tropas rusas desde que salieron de Crimea para controlar el sur de Ucrania y bloquear la salida hacia el Mar Negro. El objetivo de Rusia se puso en Odesa después de que Jersón, la otra gran ciudad del sur, fuera tomada por Rusia el 1 de marzo. Mykolaiv, a pesar de todos los bombardeos, resistia, todos los intentos de tomar la ciudad y ocupar todo la costa del sur fracasaron estrepitosamente.

El símbolo de Azovstal

Aunque Mariupol fue una de las grandes victorias de Rusia, los tres meses que aguantó la ciudad y sus defensores se convirtió en una acción heroica que definió los acontecimientos y éxitos de Kyiv en la guerra. La planta Azovstal fue en la última fortaleza defensiva de la ciudad de Mariupol. Casi sin comida, agua ni medicinas, durante semanas sin luz solar aguantaron los defensores de Mariupol para distraer las fuerzas del enemigo de otras zonas del país. El Papa y los ganadores de Eurovisión suplicaron por sus vidas desde el púlpito y sobre el escenario. El secretario general de la ONU viajó a Moscú para negociar un corredor humanitario para los que estaban con ellos. Se rindieron, pero salieron victoriosos. Al final, la palabra «Azovstal» se convirtió en símbolo de la perseverancia, el valor y el símbolo de moral en la guerra.

La contraofensiva de Jarkiv

Tras casi siete meses de guerra, las Fuerzas Armadas ucranianas demostraron que además de defender y aguantar en la guerra de desgaste también saben atacar. Kyiv hizo todo lo posible para que nadie consiguiera información sobre sus planes y que la contraofensiva no apareciera en los medios de comunicación. Mientras todo el mundo estaba hablando de las batallas del sur, el Ejército ucraniano consiguió recuperar las tierras del nordeste. La reconquista del frente norte fue calificada por los expertos militares como uno de los mayores éxitos estratégicos militares desde la Segunda Guerra Mundial. Desde principios de septiembre de 2022, los militares ucranianos recuperaron al menos 300 asentamientos en la provincia y más de 8.500 kilómetros cuadrados de su territorio. En unos pocos días, las tropas de Kyiv liberaron lo que a Rusia le costó meses y miles de vidas ocupar, infligiendo a su enemigo la peor y más humillante derrota desde el comienzo de la invasión militar.

El golpe de Jersón

Apenas se había recuperado Rusia de sus duras derrotas en Jarkiv y Liman, en la región de Donetsk, cuando su Ejército recibió otro doloroso golpe. Esta vez, fue en el frente sur. Jersón fue la primera ciudad ucraniana en caer en manos de las fuerzas rusas. Desde marzo, la ciudad portuaria y su región circundante han sido una cabeza de playa clave, desde la que las fuerzas rusas lanzaban ataques. Al principio, los misiles ucranianos de largo alcance atacaron varias veces a los puentes fundamental para que Rusia reabastezca a sus fuerzas en Jersón. Meses después de una contraofensiva ucraniana en el sur, el ministro de Defensa ruso, Sergei Shoigu, anunció durante una reunión televisada que las tropas rusas se retirarían a la orilla oriental del río Dnipro y se alejarían de Jersón, que se encuentra en el lado occidental.

Los expertos dicen que considerando la diferencia entre los enemigos cada día que pasa de la guerra ya es una victoria ucraniana. Es esperanzador, pero la realidad es más cruel. Las tropas rusas siguen atacando la región del este del país, tirando las cantidades enormes de sus soldados para conquistar a Bajmut, una ciudadela de la región de Donetsk. Los defensores de la ciudad están agotados pero no se rinden, y luchan por cada centímetro de la tierra. Pero cada día de la resistencia y cada éxito de las Fuerzas Armadas de Ucrania tiene un coste, y Ucrania paga muy caro en las vidas de sus mejores hijos.