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Conflicto armado

El expresidente Joseph Kabila regresa a la RDC y llega a Goma, controlada por el M23

Se espera que Kabila mantenga conversaciones en Goma con los rebeldes sobre la actual crisis de seguridad en el país

El expresidente congoleño Kabila visita Goma como "embajador de paz" para hablar con el M23 EUROPAPRESS

El expresidente de la República Democrática del Congo (RDC) Joseph Kabila, acusado por el Gobierno de respaldar al grupo rebelde Movimiento 23 de Marzo (M23) en el este del país, regresó el viernes desde su exilio autoimpuesto en Sudáfrica a la ciudad de Goma, actualmente bajo control de los insurgentes.

Kabila, que abandonó la RDC en 2023, anunció a principios de abril que volvería al país centroafricano a causa de "la degradación del contexto de seguridad" en el este del territorio, donde el Ejército congoleño y sus milicias aliadas enfrentan al M23, apoyado por Ruanda.

Según recogen medios locales, se espera que Kabila mantenga conversaciones en Goma con los rebeldes sobre la actual crisis de seguridad que atraviesa el país y cómo resolverla.

El portavoz del Gobierno, Patrick Muyaya, expresó este sábado en una rueda de prensa que el Ejecutivo espera ¿ver y escuchar¿ a Kabila, quien podría dirigirse en los próximos días a los residentes de esta urbe, la capital de la provincia Kivu del Norte, controlada por el M23 desde finales de enero.

Muyaya reiteró las acusaciones que el presidente congoleño, Félix Tshisekedi, lanzó el pasado febrero contra el exmandatario -quien gobernó la RDC entre 2001 y 2019-, cuando afirmó que Kabila mantenía vínculos con la Alianza Río Congo (AFC, por sus siglas en francés), el brazo político del rebelde M23.

"El presidente de la República ya lo había dicho: su predecesor estaba vinculado al M23", dijo Muyaya. "Hoy sabemos quién es el enemigo y quiénes son sus cómplices", añadió.

El conflicto en el este de la RDC se intensificó a finales del pasado enero, cuando el M23 se hizo con el control de Goma, capital de la provincia Kivu del Norte, y de Bukavu, capital de Kivu del Sur, ambas fronterizas con Ruanda y ricas en minerales como el oro o el coltán, fundamentales para la industria tecnológica y en la fabricación de teléfonos móviles.

Desde la intensificación de la ofensiva, cerca de 1,2 millones de personas se han visto desplazadas en estas dos provincias, según datos de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).

Además, los enfrentamientos que estallaron en Goma y alrededores dejaron más de 8.500 muertos en enero, detalló a finales de febrero el ministro congoleño de Salud Pública, Samuel Roger Kamba.

La actividad armada del M23, un grupo formado principalmente por tutsis que sufrieron el genocidio ruandés de 1994, se reanudó en Kivu del Norte en noviembre de 2021 con ataques relámpago contra el Ejército congoleño.

Desde entonces, ha avanzado por varios frentes, lo que ha elevado los temores a una posible guerra regional.

El este de la RDC está sumido, desde 1998, en un conflicto alimentado por milicias rebeldes y el Ejército, a pesar de la presencia de la misión de paz de la ONU (Monusco).