Francia

El Gobierno de Macron se enfrenta hoy a dos mociones de censura

Inflexible sobre la reforma de las pensiones, la popularidad de Macron se desploma

En 2018, cuando se registraron las intensas protestas de los «Chalecos Amarillos» en Francia, la popularidad del presidente Emmanuel Macron cayó estrepitosamente: 23% en el punto más fuerte de la crisis. Hoy su aceptación también va en picado, registrando ayer un 28%, la cifra más baja en casi cinco años, según el sondeo realizado por el Instituto de Estudios de Opinión y Marketing de Francia.

Y es que, desde el jueves 16 de marzo, cuando el mandatario decidió saltarse la votación del Parlamento y aprobar por decreto la polémica reforma de las pensiones –que retrasa la edad de jubilación de 62 a 64 años– todo el país se le vino encima. Las manifestaciones en la calle se han radicalizado, la refinería más importante de Francia ha suspendido sus envíos de petróleo, hay 10.000 toneladas de basura acumulada en París y la Policía suma casi 600 detenidos en tres días.

Pero el descontento también se verá reflejado hoy en la Asamblea Nacional donde se discutirán dos mociones de censura presentadas por el partido de extrema derecha de Marine Le Pen, Reagrupación Nacional, y el grupo LIOT de tendencia centrista que reúne a los diputados independientes y de territorios de ultra-mar. Ninguna de las dos tiene probabilidades concretas de prosperar, pero al menos la moción de LIOT genera menos urticaria que la de la extremista Marine Le Pen. De hecho, ya son varias bancadas de la oposición las que se han declarado a favor y han prometido aportar su voto: los ecologistas, el Partido Comunista Francés, el Partido Socialista, los diputados independientes y la extrema izquierda de La Francia Insumisa, liderada por Jean-Luc Mélenchon. Todos ellos se subirán al barco de la moción de censura de hoy.

Sin embargo, matemáticamente no será suficiente. Incluso si todos los diputados de la oposición votaran a favor de la moción de censura, el total de votos alcanzados sería de 257, es decir, treinta votos menos de lo requerido para su aprobación.

¿Dónde ir a buscar más votos? La única bancada que queda es la derecha tradicional, representada por el partido Los Republicanos (LR), fundado por Nicolás Sarkozy. Pero el presidente del grupo, Eric Ciotti, lo ha dicho fuerte y claro: «No vamos a añadir caos al caos, no votaremos ninguna moción de censura». Ni la presentada por Le Pen, ni la de LIOT ni ninguna otra que pueda venir.

En medio del caos, Ciotti sufrió en carne propia las consecuencias de esas palabras: sus oficinas en Niza fueron atacadas este sábado por detractores de la reforma que rompieron ventanas y puertas a fuerza de piedras y dejaron pintadas con el mensaje: «La moción o el adoquín», haciendo referencia a la época de Mayo del ‘68, cuando los estudiantes lanzaban ladrillos de granito como proyectiles contra la Policía.

La vice-presidenta del partido, Agnès Evren, también ha sido blanco de amenazas de muerte en sus redes sociales que evocan la guillotina: «Tú y el imbécil de Ciotti: que sus cabezas caigan en la Plaza La Concordia», dicen los mensajes que recibe por Twitter.

Por su parte, Manuel Bompard, coordinador de La Francia Insumisa, también ha decidido hacer presión llamando directamente a los miembros de Los Republicanos a votar por la moción de censura: «Piensen lo que piensen de esta reforma, lo que les estamos preguntando es: ‘‘¿Están de acuerdo con este aprobación forzosa?’’». La gran pregunta ahora es si puede la derecha cambiar de opinión y poner sus 61 diputados a favor de la moción. Con todo, nada indica que eso pudiera ocurrir hoy.

Por lo pronto, lo que está haciendo más daño a Macron es la calle: la unión de sindicatos ha convocado a una gran huelga general este jueves 23 de marzo, donde se espera una paralización casi total del transporte, mientras las protestas espontáneas se multiplican por toda Francia y van tomando nuevas formas. Miles de franceses siguen expresando su descontento por todos los canales. El único que guarda un silencio sepulcral es el presidente Emmanuel Macron.