Asia

La ira estalla mientras China se enzarza en una oleada récord de 103 vuelos militares alrededor de Taiwán

Las incursiones de la aviación y marina chinas sobre la isla se realizan casi a diario mientras aumenta la tensión con Taipei

Hsinchu (Taiwán), 04/09/2023.- Aviones de combate Mirage 2000 de la Fuerza Aérea de Taiwán sobrevuelan el cielo sobre la base aérea de Hsinchu, Taiwán, este domingo. China anunció tres días de ejercicios militares en Taiwán y voló decenas de aviones a través la línea media del Estrecho de Taiwán, tras la visita del presidente taiwanés a los Estados Unidos. EFE/RITCHIE B. TONGO
Reacción en Taiwán mientras China realiza ejercicios militares en la isla en una foto de archivoRITCHIE B. TONGOAgencia EFE

El Ministerio de Defensa de Taiwán desató todas las alarmas el lunes ante la cifra récord de 103 aviones de combate delEjército Popular de Liberación (EPL) operando cerca de la isla, y advirtió de que “tales actividades unilaterales y destructivas no harían sino agravar las tensiones entre ambos lados del estrecho y desestabilizar la seguridad en la región”. Una vez más la amenaza de un conflicto militar se cierne sobre Taiwán, y los sobresaltos, como el espectacular auge de la presencia de aviones de guerra chinos cerca de la isla autogobernada o de maniobras militares en sus inmediaciones, suelen desencadenar oleadas de temor.

El poderío militar chino se despliega casi a diario en la zona, pero, en esta ocasión, el número fue comparativamente alto, ya que se trató de más de un centenar de aeronaves. De ellas, cuarenta cruzaron la línea divisoria de facto en el estrecho de Taiwán o penetraron en la zona de identificación de defensa aérea (ADIZ) de la isla, por el suroeste y el sureste. Entre estas salidas se contabilizaron diez cazas Su-30, doce J-10, cuatro J-11 y diez J-16, así como dos aviones de reabastecimiento aéreo Y-20 y dos aviones de alerta temprana KJ-500, según el Ministerio taiwanés, que añadió que también se avistaron nueve buques de guerra del Ejército Popular de Liberación (EPL) cerca del territorio. En respuesta a los numerosos sobrevuelos, las fuerzas aéreas taiwanesas establecieron cuatro zonas de vuelo restringido en el lado oriental de la línea mediana, de acuerdo con la normativa de Taipéi que define las fortalezas y zonas vitales.

Pekín ha intensificado las operaciones militares en torno a Taiwán desde que la entonces presidenta de la Cámara de Representantes estadounidense, Nancy Pelosi, visitara la isla en agosto del año pasado. El partido comunista, que ha prometido someter a esta provincia renegada de 24 millones de habitantes bajo su control, por la fuerza si es necesario, consideró el viaje de Pelosi una violación de su soberanía y un incumplimiento de la política de Washington de una sola China. Al igual que el viaje de esta funcionaria estadounidense, Pekín consideró el tránsito de la presidenta taiwanesa por EEUU y su reunión en California con el presidente de la Cámara de Representantes estadounidense, Kevin McCarthy, como otra grave violación de su soberanía, por lo que en consecuencia el EPL realizó una serie de mega simulacros con fuego real para advertir a Washington e intimidar a la isla.

Y es que, el gigante asiático reacciona con sensibilidad cuando delegaciones de otros países visitan el país o prometen su apoyo. Precisamente este lunes el senador francés Olivier Cadic llegó a la capital taiwanesa para reunirse con altos funcionarios durante los próximos cuatro días. Cabe destacar que, Olivier Cadic, es miembro de un grupo de parlamentarios internacionales denominado Alianza Interparlamentaria sobre China (IPAC), que ha criticado largamente las violaciones de los derechos humanos por parte del gobierno chino y apoyado la participación de Taiwán en diversos foros internacionales.

Por otra parte, las autoridades chinas anunciaron recientemente que han decidido imponer sanciones a dos empresas de la industria militar con sede en Estados Unidos, Northrop Grumman Corp. y a una filial de Lockheed Martin Corp, debido a su implicación en la venta de armas estadounidenses a Taiwán. Se trata del último ejemplo en el que Pekín muestra simbólicamente su descontento por el apoyo estadounidense a la isla.

Con todo, la semana pasada Taipéi denunció un aumento del número de incursiones de aviones de guerra y barcos chinos, después de que el partido comunista declarara que sus tropas estaban en "alerta máxima" tras el paso este mes por el estrecho de Taiwán de dos barcos pertenecientes a Estados Unidos y Canadá. Según datos del Ministerio de Defensa taiwanés, tan solo entre el miércoles y el jueves pasados se detectaron 68 aviones y 10 buques de guerra chinos en los alrededores de la isla.

Portaaviones chino

Algunos de esos aviones y buques de guerra se dirigían a una zona no especificada del Pacífico occidental para "realizar un entrenamiento conjunto marítimo y aéreo" con el portaaviones chino Shandong. Se trata de uno de los dos portaaviones operativos de la flota china, y fue detectado navegando la semana pasada a unas 60 millas náuticas (110 kilómetros) al sureste de Taiwán en dirección al Pacífico occidental, según informaron las autoridades de Taipei.

Y para colmo de males, el Ministerio de Defensa japonés comunicó la semana pasada que su armada había detectado seis buques -entre fragatas, destructores, un buque de apoyo rápido al combate y el Shandong- navegando por aguas a unos 650 kilómetros al sur de la isla de Miyakojima, al este de Taiwán.

A pesar de que las tensiones en el estrecho de Taiwán se están intensificando, algunos analistas apuntan a que es poco probable que se produzca un ataque militar chino directo contra el territorio taiwanés ya que el coste potencial de cualquier operación de este tipo sigue siendo superior a los beneficios para los dirigentes chinos. Los factores de riesgo que podrían desencadenar una escalada militar china incluyen cualquier paso percibido hacia una declaración de independencia de Taiwán o la formalización de los lazos entre Estados Unidos y Taiwán. Además, existe el riesgo de que una mayor incursión china en el territorio reclamado por Taiwán provoque un choque accidental difícil de desactivar.

En definitiva, hasta el momento la estrategia de China sigue siendo aumentar la presión estratégica y económica sobre Taiwán para forzar las negociaciones sobre la unificación, pero bajo sus condiciones. Puesto que aún no se dan las condiciones para que esto ocurra, es previsible que se mantenga el statu quo a través del Estrecho