Elecciones en Irán

Irán de luto por el ayatolá

La Razón
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El ayatolá Akbar Hashemi Rafsanjani, presidente de la Asamblea iraní para el Discernimiento de la Conveniencia del Sistema, el órgano que determina las políticas generales de la República Islámica de Irán, falleció el 8 de enero a los 82 años. Rafsanjani ha sido la figura

política más importante después del ayatolá Ruhollah Jomeini, fundador de la República Islámica de Irán y el ayatolá Ali Jamenei, el actual

Líder Supremo de la Revolución Islámica. Junto con el ayatolá Jomeini, luchó por el establecimiento y la consolidación del sistema de la

República Islámica y en los últimos años fue la voz más resonante de la moderación y de la interacción en las relaciones exteriores. Trasel

triunfo de la Revolución Islámica, el ayatolá Hashemi Rafsanjani siguió con sus actividades de alto nivel en diferentes terrenos. Entre otros

muchos altos cargos que ejerció se puede referir al de ministro de interior, subcomandante en jefe de las Fuerzas Armadas a lo largo de la

Guerra, presidente de la Asamblea Consultiva Islámica en tres períodos, presidente de la Asamblea de Expertos, presidente de la República en dos períodos, presidente del Consejo Superior de la Revolución Islámica, presidente del Consejo Superior de la Seguridad Nacional y presidente de la Asamblea para el Discernimiento de la Conveniencia del Sistema. La vida repleta de altibajos de la República Islámica le dio la oportunidad a Hashemi para ser la materialización de la sensatez en la administración del país, la comandancia en la guerra, la edificación de la paz, el liderazgo en la reconstrucción y el desarrollo del país así como en la consecución del acuerdo nuclear. La inteligencia, la sensatez y las altas capacidades de administración que le caracterizaban hicieron que su nombre quedara grabado en la historia de la Revolución iraní. Su grandeza se destaca especialmente por su contribución clave en tres coyunturas: el fin de la guerra impuesta por Saddam contra Irán, la elección del Líder Supremo después del fallecimiento del ayatolá Jomeini y el Acuerdo Nuclear entre Irán y 5+1. Los iraníes le reconocen como líder en la prudencia, la interacción, la reconstrucción, la madurez política, la sensatez y el progresismo. Su personalidad cuenta con dos aspectos importantes, uno ejecutivo y el otro, político. En este marco, Hashemi más allá de ser un clérigo revolucionario y un líder político se resalta como un político singular, familiarizado con el mundo de la política que actuaba como un actor creativo. Fue un político clásico con una personalidad e ideales progresistas. Otra característica importante del difunto ayatolá fue su perseverancia en el sustento y el reforzamiento del sistema de la República Islámica y en la alianza de todas las tendencias políticas alrededor del eje del Islam y la

República. Se puede considerar al ayatolá Hashemi Rafsanjani como la segunda personalidad más destacada de la República Islámica de Irán a lo largo de los últimos 37 años, imprescindible y eficiente tanto en la época del ayatolá Jomeini como en la etapa iniciada con el actual Líder Supremo de la República Islámica de Irán, con una presencia notoria antes y después de la Revolución Islámica en las cuestiones y las corrientes de la política interior y exterior. Por eso, se han decretado tres días de luto y el día martes es festivo generalizado en Irán en su

memoria. Los restos mortales del ayatolá Hashemi serán enterrados, en el mausoleo del fundador de la República Islámica de Irán, con la presencia del Líder Supremo de la Revolución Islámica.

*Embajador de Irán en España